Artista que toca en sus actuaciones diversas disciplinas, evita encasillarse para dejar una ventana abierta a toda expresión artística. Cante, crítica, reflexión siempre envuelta en polémica es la propuesta del Niño de Elche. Un artista inclasificable y rupturista, siempre ha declarado miles de veces que canta lo que quiere, porque quiere y como quiere.
Tras los dos discos editados el pasado año, cargados de una introspección que constatan un desafío a lo normativo como seña de identidad (Memorial del cante en mis bodas de plata con el flamenco y La Exclusión), son un renovado un ejercicio de libertad creativa, cargada de una cruda protesta.