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Publicado el 17 agosto, 2023

Kutxi Romero: «Soy muy humilde pero muy chulo, y las pocas virtudes que tengo las exploto muy bien»

Por Conejomanso
Marea - Mallorca Music Magazine

De nombre completo José Carlos Romero Lorente y nacido en Berriozar (Navarra) en 1975, ya son ocho discos de estudio —aparte de un directo y dos recopilatorios— los que lleva Kutxi Romero diciendo que no: cuando le han ido preguntando, dice que no sabe, que no tiene, que no pretende, que no representa, que no quiere, que no llega y hasta que no ha trabajado en toda su puta vida

Todos esos discos y todos esos años lleva el cantante, compositor, poeta y escritor navarro con el talante de negador máximo calado hasta las cejas. Como treinta años afirmando que era o elegir todo eso, o quedarse trabajando en la construcción. Tres décadas lleva Kutxi Romero negando a Kutxi Romero.

Se empeña bien pero convence poco, porque el berriozartarra lleva todo ese largo tiempo acumulando decenas, centenares de miles de opiniones contrarias a la suya. Siempre más con cada canción, siempre más con cada disco y siempre más con cada texto, sean letras de canciones o cualquiera de sus poemarios.

Dice José Carlos que no es, pero es: escuela, institución, docto, ilustre, paradigma. Se lo ha ganado sobradamente al frente de Marea y también en solitario durante toda esa puta vida por él mencionada.

Marea presentan este sábado su octavo álbum Los potros del tiempo (El Dromedario Records, 2022) dentro de su gira Sin riendas, con Bocanada como banda invitada. Trui Son Fusteret, 22 h, 33 €.

Sábado 19 de agosto a las 22 h.

Marea + Bocanada en Son Fusteret

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Vamos a ver si esta entrevista sirve para saber qué es lo que se desata detrás de la cara de Kutxi Romero [la canción «Marea» abre el primer disco de la banda, empezando con los versos ‘Cuántas veces me habré preguntao / qué es lo que se desata detrás de su cara’].

[ríe] Pues lo mismo que detrás de la cara de todo el mundo: un puto infierno. Solo que unos lo disimulamos mejor que otros.

Piensa que tú y yo tenemos la misma edad. No vas a conseguir engañarme.

Si nacimos el mismo día, sí.

No, en el día no coincidimos. Pero tal vez sí compartamos profesión: yo soy periodista de Cultura, trabajo con palabras. Y diría que tú también: antes que con la música, te gusta trabajar con las palabras. Kutxi Romero es un escritor y poeta que se ha visto obligado —gustosamente— a componer canciones para acompañar sus textos, siendo estos los que realmente le llenan.

Supongo que sí. Pero que te llamen «poeta» o «escritor» le saca a uno de sus casillas. Está mucho mejor que te llamen «cantante de rock&roll». Es lo que verdaderamente me gusta: que me llamen así. Lo que mi nombre dicte que tenga que ver con el rock&roll. Nunca me gustó relacionarme con los círculos literarios. Son demasiado autocomplacientes y los he evitado bastante bien los últimos 25 años. Y lo del oficio te lo compro, lo del trabajo no. No he trabajado en mi puta vida. Si escribir supusiese un trabajo no escribiría ni una palabra. Me gusta jugar, divertirme y entretenerme como el niño hedonista que soy.

Encaja perfectamente con la definición que dio el poeta W.H. Auden: ‘La poesía hace suceder nada’.

O la de Celaya, ‘La poesía es un arma cargada de futuro’. A mí me gusta decir que puede ser, pero es un arma descargada.

Pues al menos de momento no salimos de la poesía. Otro poeta: ‘Como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante’. ¿Crees que te has llevado la vida por delante?

Creo que me he llevado muy bien con la vida que me ha tocado vivir. Por decirlo de alguna manera he tenido bastante suerte, aunque pudiera parecer un eufemismo. Al ser una persona sin ambiciones tampoco he tenido fracasos. Por un lado he disfrutado mucho los triunfos, porque además toda la vida he tenido el «síndrome del impostor», del que tiene la sensación de estar en un sitio que no merece o de no haberme ganado nada de la vida maravillosa que me ha tocado. He cabalgado a los lomos de la vida como ella ha querido trotar. Soy hombre a favor de todo, hasta de estar en contra.

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He trabajado en la obra, además con mi padre, que ya sabes que a veces trabajar con la familia es un arma de munición infinita y también puede hacer suceder demasiadas cosas. Pero la cuestión es que coincido: yo también habría elegido escribir canciones.

Yo también he trabajado con mi padre, pero al mismo tiempo escribía canciones.

¿Has escrito canciones en la obra?

¡En la obra no, cuando salía! Y no está tan mal. Cuando me preguntaban cómo era que trabajaba en la construcción, siempre decía ‘claro que sí, es un oficio muy edificante’.

Entonces tus textos podrían ser tus adicciones y tus canciones, tus contradicciones. O no, tal vez no hay diferencia. Porque la cuestión esencial en unos y otras, o más bien cuando las juntas, es si le cantas a la gente lo que quiere oír. ¿O siempre has escrito para ti, y si alguien conecta bienvenido es? La dicotomía histórica de la música: canciones en primera persona o para terceras personas.

Pues no lo sé… No he escrito nunca para nadie, o no recuerdo haberlo hecho. Pero al escribir sobre sentimientos, aunque decirlo quede muy Paulo Coelho, como los sentimientos son universales es muy difícil que no conectes con alguien que sienta ira, amor, rencor o dolor. Y como enfatizo mucho en ese tipo de canciones, revisitándome continuamente en la misma paliza, parece que todo el mundo se ha convencido de que les hablo a ellos. Tampoco lo tengo muy claro. Como todo el mundo que escribe estoy constantemente en lucha con todo y conmigo, siempre llenos de contradicciones. Y eso está bien: siempre digo que tener menos de cinco contradicciones es fundamentalismo.

Alguien lúcido escribió: ‘Cuando Marea nació, nuestro país era otro. Al cabo de un cuarto de siglo, parece una heroicidad poder expresar lo que se piensa’. No planteo que hayas llegado a proponerte a ti mismo autocoartarte, pero sí algo habitual en la música en quienes llevan muchos años escribiendo: rebajar la altura para llegar a más gente.

He querido siempre que se me entienda bien pero no lo he conseguido nunca. Me hubiera encantado.

Pues ojo, ese «rebajar» no es una derrota sino sencillamente otra metodología.

Bueno, tenemos un relativo éxito sin que nadie entienda un pimiento de lo que estoy diciendo, con lo cual ya estoy conforme con ello. Si alguna vez consigo que se me entienda ya sería feliz al cien por cien. Vendría a ser como aquel encuentro en el que Einstein le dijo a Chaplin: ‘Soy un gran admirador suyo. Usted no dice una sola palabra pero es famoso en todo el mundo y todo el mundo le entiende’. Y Chaplin le contestó: ‘Lo suyo es peor. Dice muchísimas palabras y todo el mundo le admira sin entender absolutamente nada’.

Es que piensa uno en ello al leer declaraciones tuyas como ‘evidentemente, llevas veinticinco años tocando la misma canción y la vas tocando cada vez mejor’. Porque desde luego, en estos 25 años no te has dedicado a repetir los mismos textos o las mismas ideas.

No te creas. Es como quien cuenta siempre el mismo chiste, pero cada vez lo cuenta con tanta gracia que te vuelves a reír. Creo que llevo contando el mismo chiste toda la vida, pero con cada ocasión hago un desarrollo distinto, o un día lo hago con un acento y al otro con uno distinto.

Un poco como lo que yo suelo decir: ‘Recuerda que soy periodista, por tanto engaño bien’.

Yo todo lo contrario, procuro no engañar. Sobre todo a mí mismo: no soy el erudito que se me supone y he dicho un millón de veces que solo soy un peón de albañil con suerte. Pero mis pensamientos y mi manera de escribir ha caído en gracia, y me ha durado todos estos años. Así que me acogeré a la palabra de mis familiares cuando dicen que algo bueno tendrá la droga cuando la bendicen. Pero vamos, que no te creas que todo esto es para tanto. Es que soy muy humilde pero muy chulo, y las pocas virtudes que tengo las exploto muy bien.

Por tanto no se te podría aplicar lo que decía el director de un periódico en el que estuve muchos años: ‘No olvidéis nunca que la única verdad que publicamos es la fecha’.

[ríe] Por lo menos era honesto con sus trabajadores.

Y a veces ni eso sino todo lo contrario de lo que tú has procurado: en más de unas cuantas ocasiones acababa tan emputat en el trabajo que ponía fechas tipo 47 de agosto.

Está bien, así se conseguía el cien por cien, de mentiras en este caso.

¿Por dónde andan tus musas? Porque no puede ser que te inspire lo mismo ahora que hace 25 años, o quince.

No creo mucho en la inspiración. Creo en las ganas. Estoy de acuerdo con Roberto Iniesta cuando dice que si tienes ganas de escribir, la inspiración llega sola o la buscas. Por muchas musas que vengan a visitarte, si no tienes ganas de levantarte a abrir la puerta, se piran. Esa tontería que decía Picasso de que la inspiración te tiene que pillar trabajando… Si me hubiera que tenido pillar trabajando no habría escrito una línea en toda mi vida. Sí hay temporadas en que tienes muchas ganas de escribir y aprovechas. Pero no creo que se llamen musas. Y sí que a medida que te haces mayor es más difícil encontrar cosas que llamen tu atención, tanto a nivel literario como musical. Por tanto, si encuentras unas cuantas seguidas, se te abre enseguida la puerta de la tinta y siendo un poco hábil las agarras.

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No es solo que tengas proyectos paralelos (el flamenco rock de Ja Ta Ja con quienes editó Raigambre en 2009, o el disco en solitario No soy de nadie de 2016), es que colaboras a cascoporro. En este 2023 has participado en cuatro singles, con Albertucho, Carlos Chaouen, La Piojera y Rubén Isturiz. Marea no te basta.

Tampoco me dedico a otra cosa. Cuando estaba en la construcción nadie me preguntaba por qué estaba todo el día subiendo ladrillos al tercero. No sé por qué se extrañan de que esté todo el tiempo metiéndome en discos: ahora soy cantante. Llevo unos trescientos discos, que si repartimos entre los treinta años que llevo en la farándula tampoco es para tanto.

Son unos cuantos. Es para preguntarse cómo y por qué surge tanta colaboración, tanto como para alegrarse si te pagan bien.

No he cobrado nunca una colaboración. Jamás.

Pues cumples con ello algo de lo más bonito de este mundo: la música por la música sin ningún añadido más.

Si es que el rock&roll en este país es una pura anécdota donde los famosos son toreros, tonadilleras y futbolistas. Para pocos que somos me gusta ser parte de ello. Huyo tanto del círculo literario como me gusta y me agarro el musical. Quiero estar compartiendo la felicidad del rock&roll todo el tiempo. La felicidad si no es compartida no vale para nada. Y lo que no sabe la gente a todo lo que digo que no. Me llaman para otras cosas que fliparías.

Al mismo tiempo, muy prosaicamente, es para preguntarse cuál es tu actitud o tu rol de serie en una colaboración puntual. Porque cuesta imaginarte de mero subalterno o acompañante. Como si fueras brócoli al lado de un entrecot.

Las colaboraciones siempre me las piden muy amablemente, y muy amablemente me dicen siempre que haga lo que quiera. Y como persona educada que soy hago lo que me da la gana. Precisamente lo que me piden. Entonces digo: ‘Muchísimas gracias. Es lo que mejor se me da’. Por eso suelen quedar tan bien. Hacer lo que me da la gana es lo que mejor se me da en esta vida. En todos los ámbitos, no solo el musical.

A los que empezaron a escribir canciones en el siglo XX y aun siguen haciéndolo, a los de recorrido largo y valioso, siempre se lo pregunto: ¿tienes canciones que ya no te gustan?

No. Tengo canciones que no me gustaban en su momento y siguen sin hacerlo. Pero muy poquitas. Toda la vida me he llevado muy bien con mis canciones porque las miro con la perspectiva de que el chaval que las escribió ya no existe. Sí hay alguna mierda que cuando la escribí en su momento no estaba muy convencido, y treinta años después muchísimo menos. Pero en su mayoría me llevo muy bien con ellas más que nada porque no las escucho. Son como esos familiares que no te caen bien pero solo ves en entierros y bautizos. A pesar de lo chulo que soy nunca he visto un vídeo mío en YouTube, ni me revisito ni me pongo uno de mis discos. Ya está hecho. Es pretérito.

A día de hoy y de momento cierras la discografía de Marea cantando ‘Mi cabeza es donde nadie quiere entrar’ en «Te voy a decir la verdad». Y el concepto de «la verdad» me hizo pensar que es a ti a quien le he leído la mejor definición de lo que son y significan las redes sociales: ‘Parece mentira que en el mundo actual, en el que todos los mundos interiores tienen cabida, con la de espacio que tiene cualquiera para sacar su mundo interior, haya quien se mete cada vez más en el de otros’.

Me sigue pareciendo muy gracioso. Es alucinante cómo la estupidez humana no tiene parangón. Es lo único que nunca deja de sorprenderme. Diariamente no, por lo menos una vez a la hora. No ando por las redes, me causan bastante animadversión en todas sus acepciones.

Aun afirmando que no tienes redes sociales intuyo que te has dado una vuelta por alguna. Por ese mundo fatuo donde, precisamente, no hay nada que sea verdad. Cuando algún colega cuelga una foto de lo superfeliz que es con su pareja pienso, y se suele cumplir en once de cada diez casos: recibido, vuestra relación es un desastre lamentable.

[ríe] No husmeo. No soy ni siquiera un neófito, sino un ignorante. Todavía uso internet para consulta, aprendizaje y consumo de cultura. Pero como no soy tan inteligente supongo que algún día me atrapará alguna tontería y me volveré tan gilipollas como los demás. De momento con mi gilipollez de serie tengo bastante como para volverme más. Que se puede, lo he visto a mi alrededor.

‘No creo que nuestros discos sean muy oscuros ni que este sea el que menos de todos. Lo único oscuro es la portada. Lo demás es un reflejo del vivir el ahora; algo fácil de predicar y difícil de practicar’. Pues yo, que soy bastante lento y lelo, me he quedado con la duda: ¿eso significa que el actual directo es como siempre, o que incluye unas cuantas novedades?

El directo es totalmente distinto con la misma acción de siempre. Lo cual quiere decir que caerá el disco nuevo casi entero junto con las canciones que más nos gustan de nuestra discografía. Que como buenos melómanos que somos, son también las que más le gustan a la gente. Coincidimos en casi todo menos en el disco nuevo, porque a estas alturas de la película, si te soy sincero, después de tantos años faranduleando que le saques diez u once canciones nuevas a la gente se la sopla sobremanera. Lo que quieren es escuchar «Corazón de mimbre», «Duerme conmigo», «Que se joda el viento», «El perro verde» y todas esas. Que me parece muy bien, pero tenemos un hijo nuevo que acaba de nacer y se lo queremos enseñar a la familia. ¿Que ha salido menos guapo que los demás? Pues bueno, pero tampoco lo vamos a tirar. También habrá que sacarlo al parque a que le de el sol.

Como me dijo en entrevista Julián Hernández de Siniestro Total: ‘A las canciones icónicas las quieres como a un hijo tonto, no puedes evitarlo’.

Cierto. Los Marea no hemos tenido ultrahits como «So payaso», «Soldadito marinero» o «Smoke on the water», pero hay canciones que supongo que por longevidad no diremos que se han convertido en clásicos, pero sí unos fijos en el repertorio.

Le pregunté a Charly Domínguez, bajista de Los Suaves, qué se aprende tras dar mil conciertos que no se aprenda tras leer mil libros o ver mil películas. Su respuesta: ‘A no pisar los cables en el escenario y a saber quiénes son mis amigos’. ¿Tu receta?

También he dado más de mil conciertos y he aprendido, por ejemplo, que aun habiendo entrado muchas veces en iglesias, para bautizos, funerales, etc, no me he hecho católico. Es decir, que he visto mucha gente que ha pisado mucho y en mucho escenario, pero desde luego no ha llegado a hacerse rockero. Sobre lo segundo, somos la banda de rock con la formación original más longeva que existe, y creo que también que haya existido, al menos a nivel profesional. Las mismas personas desde el primer ensayo. Lo cual viene derivado de nuestra amistad y no al revés. No estamos juntos porque tengamos un grupo, tenemos un grupo porque estamos juntos. Ese es el secreto: cuidar nuestra amistad y saber que estamos 22 horas debajo de un escenario. Lo otro ya está ahí de por sí, por ejemplo el escenario. Como cuando le preguntaron a Pepe Risi de Burning si prefería un traje o una chupa de cuero, y dijo que el traje porque la chupa ya está ahí de por sí.

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Publicado por:

Víctor Manuel Conejo Manso - Mallorca Music Magazine

Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.

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