Belah y Pitty Bernad van camino de ser infinitas. Ellas son Mëstiza, y tras años de carrera individual en las cabinas, en 2021 decidieron amalgamarse para crear una identidad total: son un dúo de sesiones y cada vez más de producción de canciones, pero también son estilismos y moda, poderío gráfico en portadas o fotografías, y poderío visual en videoclips. De hecho, para referirse a esa aleación cada vez más sólida y robusta que el dúo está creando con Mëstiza, se habla cada vez más no de identidad, sino de hechizo, embrujo, conjuro, magia y embeleso.
Además de por todas esas facetas, Belah y Pitty Bernad van camino de ser infinitas porque han querido basar su trabajo y su ambición en la amalgama de dos magias musicales infinitas: la de la electrónica y la del flamenco. Mëstiza es fusión, pero es todavía más: es una fiesta – Sacro – de renombre creciente por toda la Península y media Europa, es un sello discográfico –Sacro Music– de futuro tan próximo como prometedor, y en un par de meses será también un primer álbum de trece temas ya con título: Quereles.
Este pasado junio llegó el primer single, «Mis ojos», con la colaboración de Chambao en lo musical y de la bailaora Macarena Ramírez en el videoclip. En julio, el segundo: «Lágrimas», versión del icónico bolero cubano «Lágrimas negras» compuesto por Miguel Matamoros en 1929. Ha llegado con el aporte musical de la voz de la cantaora onubense Argentina, y de Pauza (Paula Fernández y Zahira Sánchez), primer dúo femenino de productoras y DJs de electrónica surgido en Cuba.
Aprovechando su visita a Mallorca para pinchar en BCM, hemos charlado con Belah sobre estas y otras cuestiones relativas al dúo.
Suele pasar cuando se trabaja a dúo: una de las partes es más purista, y la otra más heterodoxa. ¿Con cuál de las dos hablo?
Pues diría que ambas tenemos de las dos partes. Y como las dos somos de trabajar en equipo, nos va bien tener básicamente las mismas ideas.
¿Es correcta esta definición intuitiva?: «Mëstiza quieren crear arte y altura accesibles para cualquier tipo de público».
Ambas pensamos que la música se hace para que la escuche todo el mundo. Y cuanta más gente mejor, por supuesto. Intentamos hacer música sin ningún tipo de barrera, y de ahí el intentar acercar el flamenco a través de un género como la electrónica, y viceversa. Intentarlo por medio de esos géneros amplía el público, y hacer llegar cada uno de esos géneros a gente que tal vez no está acostumbrada a escucharlos es lo que nos define.
Exacto: la cuestión son esos géneros. El pop es pop, pero flamenco y electrónica pueden ser muy sofisticados, aun a través de un lenguaje aparentemente sencillo. Tal vez sean dos de los lenguajes musicales y artísticos más versátiles, tanto por su actualidad como por su background ya longevo.
Exacto, muy sencillos como muy sofisticados. Por eso creo que son dos géneros que casan tan bien. Pueden llegar a ser muy complejos en cuanto a formas y estructuras, o como las letras en el flamenco.
A quienes se zambulleron en la heterodoxia y la fusión sin prejuicio alguno, y con todas las ambiciones artísticas que fueron capaces de imaginar, y de crear, a Carmen Amaya, Lola Flores, Lole y Manuel, El Lebrijano, Camarón, Morente, Veneno, Los Chichos y Los Chunguitos, María Jiménez; a todas y a todos se les zurró. Ahora acumulan pedestales, pero se les zurró y mucho. A la mayoría durante años. ¿Hicisteis terapia antes de lanzar Mëstiza? ¿Hubo conversación previa, seria, severa, del tipo «reina, nos van a zurrar y lo sabes»?
[ríe] Es algo que llevamos en nuestro día a día. Pero cuando crees sinceramente en lo que haces, no hay límite. Y quien no nos quiera escuchar, que no lo haga. Es tan sencillo como eso. No puedes pretender gustarle a todo el mundo. Intentamos entender la música y estudiamos cada día lo que hacemos, y siempre desde el mayor de los respetos. Como decía Manuel Molina, hay que hacer las cosas con mucha vergüenza.
No digo que se os valore más pero, ¿en el extranjero se dejan sorprender más por vuestra propuesta? ¿Son menos, digamos, rígidos? ¿Notáis diferencia respecto al público español?
La diferencia es que en el extranjero el flamenco es una música exótica. Aquí estamos mucho más acostumbrados a escucharlo, y por ende a veces lo valoramos menos o le exigimos más. Pero fuera es algo nuevo, y eso se valora mucho.
¿Hasta qué revolución de cada artista va a permitir Sacro Music? ¿Hasta dónde vais a aceptar heterodoxia con los lenguajes flamencos? En este país se ha creado infinita heterodoxia flamenca, con respeto evidente, en fórmulas artísticas tan diversas como Wade, La Plazuela, Rocío Márquez y hasta Los Planetas.
La verdad es que el sello todavía está en sus inicios. Aún lo estamos estudiando, pero en principio estará enfocado a la electrónica con fusión de flamenco. Aunque quién sabe, tal vez dentro de dos años se desarrolle por otro lado y permitamos otras alteraciones del género o incluso otras músicas. Nosotras hacemos fusión, y nos gusta cualquier tipo de música, pero esa base de electrónica, junto con flamenco, en principio es la esencia.
Fusión esencialmente desde la electrónica, pues.
Sí. De hecho, en la fiesta «Sacro» el requisito fundamental es que aunque haya aportes de flamenco haya un artista principal, aparte de nosotras, que haga electrónica.
Me gustó mucho, muchísimo, aquel tablao que hicisteis en la escuela de flamenco madrileña Amor de Dios y que produjo Paripé Studio, con el tocaor Carlos Salado, la bailaora Lucía Pedros y el bailaor Daniel Navarro. Si no me equivoco, no hubo más. ¿Los habrá?
En el álbum que publicamos en unos dos meses, una de las sorpresas está relacionada con ese formato. Tenemos las sesiones en los molinos, que son algo parecido aunque no son un tablao como tal. Aún no puedo decir exactamente en qué consiste, pero con el lanzamiento del álbum llegará además un vídeo relacionado con aquello.
Había mucho power en aquello. Estrictamente hablando, era un tablao canónico con el añadido, al mismo nivel de protagonismo, de la electrónica.
Hace tiempo de aquello… La verdad es que solo llevamos unos dos años de carrera, pero aquello eran como los inicios.
Qué rápido va todo, ¿verdad?
Sí… No ha pasado tanto tiempo, es cierto, pero la verdad es que ahora tenemos nuestro sonido más controlado. Estos últimos meses nos hemos involucrado mucho en la producción, y como resultado tenemos muchas más canciones nuestras. En las próximas sesiones se verá algo mucho más definido, pero venimos de la electrónica, y por supuesto aquella actuación se basaba en ello.
Precisamente era la siguiente cuestión: como DJ ambas acumuláis años de recorrido, no tanto en el estudio y además en primera línea de producción. ¿Qué tal os lleváis con el estudio y con el ingente trabajo que puede conllevar una producción? Para tocar la guitarra se estudia y se aprende su técnica, sin más. Pero la técnica del estudio, ese hábitat que curiosamente la mayoría de productores definen como un instrumento más, no tiene fin: hay que conocer software y hardware, las diferentes áreas (grabación, mezcla o masterización), y sobre todo que las técnicas son infinitas.
Es verdad que en escenario de DJ ambas llevamos muchos años, muchos tipos de cabina, mucha experiencia. En el escenario de la producción llevamos unos dos años, y esto es como hacer una tesis. Porque además en nuestro caso no es solo cuestión de programas sino también de que metemos muchos instrumentos y personas que los tocan por la gran presencia del flamenco. Yo puedo tocar la percusión, pero no la guitarra. Pero ahora ya sí sé dónde tiene que estar la guitarra en una producción. Estamos ahí: en la estructura de las canciones, en la dirección del proyecto, sabiendo qué sonido queremos. Han sido dos años de tesis acelerada, estudiando y aprendiendo cada día, y la verdad es que estamos muy contentas con los resultados.
Siempre lo pregunto a las personas que viven en dimensiones -artísticas, sociales, económicas- como la vuestra, consustancialmente opuestas a las de la mayoría: ¿qué utilizas para mantener los pies en el suelo? Si es que quieres mantenerlos.
Desde luego. Los pies en el suelo hay que tenerlos siempre. Los artistas podemos tener mucho temperamento, sensibilidad o corazón, pero al final hay que mantener la cabeza en su sitio porque también eres empresario. Por lo menos es así en nuestro caso: tenemos empresas que también tienen su base en la música, y exigen mucho trabajo diario con mucha cabeza. Supongo que el mejor método es mantener a los amigos de siempre y cuidar a tu familia. Puedo estar la mayor parte del tiempo viajando por todo el mundo, pero cuando llego a casa sigo teniendo mis amigos y mi ambiente de siempre. Por ahí podría estar la clave en nuestro caso.
«Jugaba con su voz de sombra, con su voz de estaño fundido, con su voz cubierta de musgo». Es Lorca, escribiendo sobre La Niña de los Peines. Habéis anunciado muchas voces, muchas sombras, estaño fundido y musgo para vuestro primer álbum. ¿Algún spoiler?
Tendremos a José del Curro, un artista que está arrancando muy fuerte, y a El Pirata, un cantaor maravilloso. Y aún no sabemos si será para este disco, pero también estamos haciendo algunas cosas con Pitingo. Aparte de los nombres que quedan por anunciar, y de la misma música, quizá también vayan a sorprender los vídeos que vamos a ir lanzando.
¿»Origen», que grabasteis con Ana Brenes, no irá finalmente en el disco?
Justamente ahora es una pregunta clave que estamos tratando. Posiblemente hagamos una nueva versión. Sería más pistera, porque la que hicimos era para un anuncio, y queremos redirigir esa esencia.
Y también una curiosidad: estrictamente, el primer género que mezcló flamenco con bases electrónicas fue el hip hop. Desde El Payo Malo a Falsalarma o Solo Los Solo. ¿Habrá algo o alguien del rap en vuestro primer disco?
Por ahora no. Aunque es un género que nos encanta, como cualquier tipo de música. Nos gusta y escuchamos desde rap a trap, pero ahora estamos en esa fase inicial en la que queremos definir muy bien lo que hacemos. Realzar nuestra identidad, que aún tiene poquito tiempo. No queremos liar a la gente y sí centrarnos en lo que queremos hacer, que es la fusión del flamenco con la electrónica.
Dice mi amigo Marcos que Eivissa, pues bueno, está bien. Pero que Cova Santa, donde él pincha a menudo, es otra cosa. Otro mundo, otro feeling y otro universo.
No se equivoca. Tiene una esencia muy particular, muy diferente al resto de Eivissa. Empezando por el espacio mismo, esa cueva. Allí hacemos un espectáculo flamenco previo a la fiesta que se nos ocurrió de un día para otro y empezamos como algo anecdótico. Lo probamos, funcionó, y hemos tenido que ampliar. Desde ya mismo vamos a hacer dos pases porque las entradas se agotan en cuento se anuncian. Es un espectáculo que aún estamos explorando, pero solo se podía hacer en Cova Santa. No existe otro sitio así, diría que en todo el mundo.
Producción musical, estilismo y moda, lo gráfico en portadas y fotografías, lo visual en videoclips. Hay una dedicación y un trabajo, hay cuidado y cariño, se diría que milimétricos [Belah estudió Moda y Bellas Artes, Pitty estudió Comunicación]. ¿En qué improvisan y se dejan llevar Mëstiza? Aún no os he visto pinchar: ¿en las cabinas?
Tenemos nuestro background artístico, que está presente cada día en todos esos aspectos, pero aún así diría que improvisamos bastante. Y es que en la improvisación está ese duende del que hablan los flamencos, el pellizco, que es lo que hace emocionarse a la gente. Por eso, por ejemplo, no preparamos la música de nuestras sesiones. Sí preparamos un repertorio con nuestra música, pero es una lista general. Nunca sabemos qué pondremos porque depende de la energía del sitio, de la gente, etc. Nunca cerramos esa puerta a la improvisación porque la magia se puede acabar antes de empezar. En imagen y moda también improvisamos mucho. Obviamente cuando has definido tu identidad, que viene de tu formación artística y tu recorrido de muchos años, hay muchas cosas que salen solas. Pero sin ir más lejos, el otro día se nos estropeó un look que íbamos a llevar y tuvimos que ir corriendo, diez minutos antes de salir, a comprar y a inventar.
Por cierto, BCM no es plaza fácil. Ahí hay un órdago, primero por lo evidente: las dimensiones, el aforo. Aunque eso sí, tiene otra característica históricamente incontestable: la extraordinaria calidad del sonido, también de todo el aparato escénico.
Eso siempre hay que agradecerlo mucho porque se suele hablar poco de promotores o salas, y para llegar donde están hay que apostar. Demasiado a menudo se valora solo al artista y poco o nada a la sala, o a todo el equipo que está detrás. A toda la gente que se preocupa no solo de lo técnico sino de cuidar a los mismos artistas.
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Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.
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