Muriel Grossmann la saxofonista (alto, soprano y tenor) de origen austríaco, nacida en París y afincada en Ibiza desde el 2004, es una de las voces del Spiritual Jazz. Grandes especialistas de Jazz como Thom Jurek, de All about Jazz, la definen como sucesora de John Coltrane. Muriel Grossmann Quartet nos ha presentado en primicia mundial su último trabajo, llamado Union que se publicó en todas las plataformas digitales el pasado 2 de Noviembre y que ya se puede adquirir en formato vinilo. Union es una miscelánea de sonidos que transitan por el jazz más espiritual e intimista de Alice Coltrane, adentrándose en lo profundamente personal y femenino, alumbrados desde el saxo tenor de Muriel y emergiendo a través de la evocación del órgano Hammond de Llorenç Barceló, que con reminiscencias de groove y southern soul nos traslada en el tiempo a épocas no vividas y aún así añoradas.
¿Cómo fueron tus inicios en la música?
En casa de mis padres se escuchaba música cada día, me llevaron mucho a conciertos y a la ópera cuando era pequeña. Para mi esto fue una aventura, me fascinaban las orquestas grandes. Mi papá tenía una colección de vinilos, sobre todo de música clásica. La música siempre ha sido un elemento presente en mi vida. Con 5 años empecé a tomar clases de flauta y música clásica. La flauta me daba mucha libertad para la improvisación, recuerdo bien esas tardes inventando melodías.
¿En qué momento cambiaste de la flauta y la música clásica al saxo y el jazz?
En secundaria formé una banda junto a mis amigas y en ese momento me empezó a fascinar el saxofón de una de mis compañeras. Unos años más tarde, de una forma mágica, encontré mi primer saxo alto. El sonido era una revelación y llegué a la conclusión que su sonido era más amplio en el sentido de expresión y se acercaba más a lo que yo quería sentir. Así empecé a investigar los grandes del saxo alto: Charlie Parker fue un impacto súbito que me hizo profundizar en el jazz, estudiando sus solos mientras formaba grupos para ensayar y tocar en vivo.
¿Cuál fue el motivo de que decidieses afincarte en España, primero en Barcelona y después en Ibiza?
Era un deseo innato el querer vivir en un clima soleado al lado del mar, quizás porque mis padres siempre iban a Italia o España en nuestras vacaciones. Recuerdo haber estado soñando años con esta idea hasta que pude convertirla en realidad. En esa época yo trabajaba mucho en Viena, tocando en muchas bandas diferentes, bandas de jazz, de funk, de música del mundo. Para mí esto era maravilloso, pero con los años, otras cosas empezaban a ser importantes también. Siempre quise fundar mi propio grupo, componer, grabar mi música… y lo imaginé viviendo cerca del mar, en algún lugar con mucho sol. Todas estas cosas y muchas más empezaron gradualmente a empujarme en esta dirección. Tomé la decisión, dejé todo en Viena y me fui al Sur. Era una aventura con el fin de sumergirme en la música y el camino me llevó a Barcelona ciudad que me fascinó, por su forma de vivir tan diferente, relajada, cálida, callejera, alegre… En esa época fui un verano de visita a Ibiza y entré a tocar en un concierto en el Teatro Pereyra. Me contrataron para la siguiente temporada y así es como me quedé en la isla, fascinada por su naturaleza, su mar brillante y su ambiente multicultural.
¿Te has encontrado con muchas dificultades a la hora de desempeñar tu profesión y pasión por la música como mujer?
No he encontrado mucha dificultad por ser mujer, pero conozco mujeres que tuvieron problemas, también mujeres que siguen teniendo estos problemas, esto es algo que parece que no se puede explicar con lógica, en el tiempo que vivimos, pero si trabajamos todos juntos en resolverlo estoy más que convencida de que vamos a lograr un mundo más justo, donde se van a apreciar y respetar la diversidad e igualdad. Estamos en esto, cada paso que damos ahora es un paso hacia este futuro.
En mi caso me dejo siempre llevar por mi pasión y escalo las montañas en cuanto se me presentan, no tengo miedo porque conozco bien mi intención.
¿Y como madre?
Ser madre me ha ayudado mucho a enfocarme en mi música, la música que fluye naturalmente. Te encuentras con menos tiempo y entonces te centras más. Agradezco a mis hijos que estén en este camino conmigo, y por suerte tengo mucho tiempo para ellos. Mis niños siempre son una gran inspiración para mí.
Desde un punto de vista realista, ¿consideras que las mujeres son valoradas actualmente por su calidad como profesionales o siguen existiendo obstáculos?
Bueno, las estadísticas y los expertos dicen que todavía hay mucha diferencia en el sentido económico y cómo se valora el trabajo en ambos sexos, pero pienso que las diferencias se hacen cada vez más pequeñas. Es muy importante para la humanidad aprender del punto de vista de la mujer, ver cosas desde ese ángulo. Tenemos muchas mujeres brillantes en nuestra historia y hoy en día hay muchísimas artistas en todos los ámbitos. Prefiero mirar más allá, ver a todos como humanos, el género no es importante, solo los valores e intenciones.
Muriel Grossman es una mujer comprometida con su entorno, es vegetariana desde su tierna infancia y ecologista. No sólo como ideología, si no como forma de vida. ¿Cómo influye tu compromiso medioambiental en tu música?
Trato de vivir a través de los acuerdos de oro: «Piensa, di y haz a los otros lo que tú quieres que piensen, digan y te hagan a ti».
Estamos intrínsecamente conectados con todo y todos, por eso pienso que hay que cuidar nuestro entorno. Es una cosa que cada uno puede experimentar, no hay que ser muy ecologista, es sentido común. Solo tienes que dejar tu basura en tu jardín, en tu entrada y ver si desaparece mágicamente. Si no, pues ahí ya ves que tienes que empezar a actuar !
Lo primero es consumir menos y lo justo y comprar cosas conscientes de su impacto medioambiental y reciclar y vivir conscientemente. Siempre les decía a mis niños cuando eran pequeños: «solo hay un planeta Tierra y esto es nuestro hogar, la tierra de toda la gran familia de los seres vivos y hay que cuidarla».
A la hora de componer, uso mis preocupaciones y reflexiones. De ellas salen álbumes como Earth Tones (2015), qué es un ejemplo de componer para nuestro hogar común, la Tierra. Un álbum que he compuesto con la intención de hacernos más conscientes de sus necesidades.
Tu último trabajo Union, que has presentado recientemente, es una vuelta a la esencia del jazz más espiritual y de la evocación. ¿Crees que la situación actual mundial ha influido en ese retorno o transformación hacia la espiritualidad?
La música es siempre una reflexión de lo que está pasando en ti, en la conexión con el entorno y el mundo. Pienso que la música puede ayudar a la gente a ver las cosas distintas, puede inspirar y puede ayudar a sobrevivir en situaciones desafiantes. Para mí es muy importante tener una buena intención haciendo música, siempre quise aportar algo positivo, algo que nos haga más fuertes y vitales, algo que nos anime a mirar dentro de nosotros mismos, a encontrar lo que realmente nos empuja a vivir. Mis dos últimos discos, Quiet Earth (2020) y Union (2021), que se han publicado en estos tiempos revueltos, son toda una declaración de buenas intenciones, son la continuación de un pensamiento y estado de ánimo que lleva desarrollándose desde el álbum Birth Of The Mystery (2010). Union (2021) es una continuidad de reflexiones sobre mí y mi entorno más cercano, cada disco representa algo que quería hacer musicalmente en ese momento. Mi música se hizo más espiritual con el disco Earth Tones (2015) y pienso que esa dirección ha tomado forma con el álbum Golden Rule (2018). Este momento histórico ha sido crucial para encontrar tanto el sonido del grupo, como de expresarlo individualmente.
¿Podrías hablarme un poco del proceso creativo de Muriel Grossmann Quartet, tanto en Union como en general?
El álbum Union fue un poco diferente a los otros discos por el hecho de que no fue planeado para ser publicado. Quería grabar la banda en vivo, pero fue imposible, así que mientras estábamos de gira por Mallorca concerté una fecha en un estudio local y grabamos básicamente el set que tocábamos en directo. Siempre me encantó esta grabación, pero pensaba que se iba a quedar junto con el resto de mis archivos. El impacto de la situación mundial, hizo decidirme a publicar la grabación. En otros discos el proceso de hacer el álbum es siempre similar. Tengo muchas obras compuestas como una unidad de diferentes piezas, que enlazan unas con otras, a modo de suite. Algunas veces escribo las partes de cada uno de los instrumentos directamente en papel, otras veces uso el piano para componer, muchas veces hago todo con el saxofón. Es cuestión de oír las melodías, las canciones y ponerlo en el contexto del grupo que tengo y los instrumentos que voy a usar. Más o menos siempre sé cuando voy a tocar soprano, alto o tenor. Después nos juntamos a repasar las canciones, probamos diferentes arreglos, formas de interpretar y cuando estamos satisfechos empezamos a grabar. Un proceso que continúa siempre. Igual cuando hago las composiciones, nunca me siento sobre el piano y digo «ahora voy a componer», es algo que simplemente sucede. A la hora de los nombres de los álbumes o canciones es lo mismo, salen naturalmente con la reflexión e intención que tengo. La elección del nombre Union expresa que todos estamos siempre unidos y lo que nos conecta realmente no es la situación global, sino nuestros valores más profundos (amor, respeto, generosidad, paciencia…), que son las virtudes que más apreciamos, las que más valoramos si se nos presentan.
En la grabación podéis escuchar a mi cuarteto actual que está compuesto por el gran guitarrista Radomir Milojkovic, con quien trabajo mano a mano desde hace casi 20 años, el fantástico Llorenç Barceló al órgano Hammond y «la máquina de groove» Uros Stamenkovic. Soy muy afortunada teniendo a mi lado estos músicos fantásticos que siempre me respetan y me apoyan. Llevamos tantos años tocando y trabajando juntos que hemos podido elaborar un sonido propio, la esencia de nuestro grupo que se expresa en nuestra música.
¿Cómo está siendo la acogida en los diferentes festivales donde lo has presentado?
Nuestras giras y conciertos no siempre estaban relacionados con la salida de un nuevo disco. La última gira antes de la pandemia fue por los países del norte de Europa. Ahora, poco a poco, estamos recuperando las fechas de los conciertos y giras pérdidas. En enero de 2022 tenemos conciertos en Francia, Bélgica, Austria, Holanda… Espero que cuando mejore la situación actual volvamos a dar conciertos y giras internacionales. Nos esperan, especialmente, en Inglaterra y Estados Unidos.
Me han llamado mucho la atención las portadas de tus álbumes. Están muy bien seleccionadas y muestran visualmente lo que vamos a encontrar entre los surcos del vinilo. ¿Quién o quiénes son los artistas a los que confías esta parte tan importante que es la imagen de tu obra?
Trato de cubrir varios ámbitos dentro de la producción de los álbumes. Las portadas de mis discos no son la excepción. Cuando publico música a través de mi sello discográfico es donde tengo toda la independencia que necesito para crear libremente, y siempre uso los cuadros de pinturas realizadas por mí y por mis hijos. Nos gusta mucho pintar y nos parecía muy buena idea porque representan bien la música de los álbumes. Después, cuando publico discos con otros sellos como RR GEMS Records o Jazzman Records, ellos respetan muy bien nuestras ideas sobre cómo queremos representar nuestra música, nos aconsejan y dan buenas ideas y al final siempre llegamos a una buena conclusión todos juntos. Cuando publicamos los discos en formato vinilo para el sello discográfico RR GEMS Records, ellos prefieren usar fotos para la portada. Lo más importante es que todos estamos satisfechos.
¿En qué proyectos estás involucrada en estos momentos?
Estoy tocando en diferentes proyectos. Uno es de música soul jazz de principios de los años sesenta, otro es de música de Lester Young, y también estoy tocando mucho con el trío y el dúo. Estoy participando con la Big Band Ciutat d’Eivissa y también toco el barítono con la banda del trombonista y arreglista Vicente Tur, que se llama Speaking of Sounds, donde estamos tocando arreglos originales. En este momento estamos preparando unos vídeos de algunas canciones mías y estamos trabajando en el siguiente álbum que saldrá el próximo año.
¿Cómo ves la escena jazzística actual a nivel mundial? ¿Y la escena local de Baleares? ¿Podrías destacar algún artista?
La escena del jazz fue muy diversa y vibrante en todos los momentos de la historia, además la palabra jazz representa música en un sentido muy amplio. Solo Nueva York tiene como 3 o 4 diferentes escenas de jazz, una que es más estándar, otra más vanguardista, otra que es muy de usar los elementos de la música actual como hip hop, y hay otras que ni siquiera las puedo describir, pero igual que todo, cada una de estas escenas se dividen en varios subgrupos. Aparte de Nueva York, en Estados Unidos hay sitios como Los Ángeles, Nueva Orleans o Chicago que también tienen una escena potente de jazz. Históricamente Filadelfia y Detroit también, muchos grandes músicos de jazz son precisamente de estos lugares. Después, en Europa, se toca otro estilo de jazz, coloquialmente nombrado como European Jazz. Berlín y París siguen como las escenas principales del eurojazz, sin olvidar la escena de jazz nórdico que también ha dejado su huella.
A nivel local, en las Islas Baleares siempre tuvimos buenos músicos o bandas como los pianistas Marco Mezquida o Agustí Fernández. Ahora también hay muchos buenos músicos que también conquistan el ambiente mundial como el contrabajista Pere Bujosa, el trompetista Pere Navarro, el talentoso guitarrista Omar Alcaide, el joven talento Andrés Coll al vibráfono y muchos más. También las instituciones que se ocupan de la cultura ayudan mucho. La dedicación, persistencia y fe de personas como Pep Tur, el concejal de cultura de Ibiza, Xavier Barceló y el equipo del Institut de Estudis Balearics, Miquel Costa, el director de cultura del Consell de Ibiza y muchos más. Después hay sitios donde se toca jazz, hay festivales, programas de radio, portales como el vuestro, dedicados a jazz, hay unos excelentes fotógrafos como José Luis Luna o Ferrán Pereyra que no pierden ni un compás en los conciertos sacando unas fotos increíbles, algunas que yo he usado para portadas o contraportadas de mis discos.
El jazz es un género que tiene muchísimos seguidores y también especialmente los oyentes de vinilos que son muy agradecidos y lo apoyan con gran entusiasmo.
Sabemos que John Coltrane es para ti uno de los músicos más importantes que la humanidad ha podido conocer. Aparte de él, ¿qué otros músicos han influido en ti?
Aparte de John Coltrane hay muchos músicos que me han inspirado: Ornette Coleman, Alice Coltrane, Lester Young, Illinois Jacquet, Charlie Parker, Sonny Rollins, Cannonball Adderley, Pharoah Sanders, Tony Malaby, Bach… y la lista se alarga al infinito.
¿Puedes nombrame 10 álbumes que te hayan marcado a nivel personal?
Hay muchos discos buenos. Es muy difícil elegir cinco, diez o veinte discos, especialmente sabiendo que siempre pasamos por diferentes momentos en la vida donde escuchamos una cosa más que otra, o simplemente descubrimos cosas nuevas. Pero haré una lista donde voy a elegir algunos discos que eran y siguen siendo imprescindibles para mi:
A Love Supreme – John Coltrane
Journey in Satchidananda – Alice Coltrane
Complete Savoy Masters – Charlie Parker
Kind Of Blue – Miles Davis
Something Else– Cannonball Adderley
A Night At The Village Vanguard – Sonny Rollins
The Shape Of Jazz To Come – Ornette Coleman
Out To Lunch – Eric Dolphy
Lester Young Trio – Lester Young
Go Power – Illinois Jacquet
Hejira – Joni Mitchell
Electric Ladyland – Jimi Hendrix
Oumou – Oumou Sangare
Faso Denou – Farafina
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