A menudo no hay nada más inconsistente, o como mínimo discutible, que un mantra periodístico. Pasa demasiado a menudo, sobre todo en cultura y especialmente en música: una sentencia periodística habitual es realmente una visión inicial previsible, luego copiada y repetida por pura pereza profesional. De _juno se ha dicho desde el principio que es el espacio de libertad de Zahara Gordillo (Úbeda, Jaén, 1983) y Martí Perarnau IV (Manresa, 1985) pero, felizmente, la carrera individual de ambos nunca ha parecido encorsetada por la industria, la sociedad o los tontos.
De hecho, no solo llevan una pila de discos, buenos discos y grandes discos a sus espaldas, sino que algunos de ellos merecen ya la etiqueta de históricos en la crónica de la música popular de este país. Para que luego haya quien reniegue de las etiquetas, con lo adecuadas que son a menudo y lo certeras que son en este caso. Por ejemplo, uno de los discos históricos de Zahara es Puta (G.O.Z.Z. Records, 2021). Lo es no solo por la extraordinaria vicisitud personal que contiene, sino al mismo nivel por lo extraordinario de su música y sus directos. En el caso de Perarnau, ¿Hay alguien en casa? (autoeditado bajo el sello Kartoffel Kollektiv, 2019) es una bomba atómica de creatividad de tal calibre que merece dicha calificación.
El tiempo dirá si Zahara y Perarnau están creando como _juno discos más libres o más históricos, pero de momento el primero ya logró un hito: creó un limbo. Y para lograr esto es necesario, como mínimo, ser un gran disco. A _BCN626 (G.O.Z.Z. Records, 2020) se entraba por una mirilla porque era un microuniverso de origen pandémico compuesto de diez micromundos en forma de canción. Al segundo, _BCN747, se entra por una avenida de mil metros de ancho, cien por cada canción que contiene, hasta llegar a una casa transparente donde el oyente puede escudriñar donde quiera. Es un disco con una característica muy particular y muy cara: consigue crear su propio limbo.
Y ya van dos.
¿_juno es vuestro espacio de libertad o de queja, de señalar (muy) explícitamente lo que no os gusta de este mundo y esta sociedad? Porque vaya zurras pegáis en las letras.
Zahara: La libertad siempre ha estado presente, también en nuestras carreras individuales. Y aun así, más bien sentimos que _juno es un patio del recreo dentro del patio del recreo. La diversión en la diversión. Porque al final, aunque con lo mío soy libre, soy mi propio sello y hago lo que quiero, también sigo una serie de normas que me impongo. Estoy en un mundo complejo que me obliga a tener una visión de marketing o comercial. Y en _juno para mí es flipante que además de poder cabrearme y soltar las cosas como me apetezca, voy más libre porque no tengo que pensar en según qué, como sacar adelantos, hacer un videoclip, tener que salir yo en el vídeo o que la portada tenga que ser de una manera concreta. Cogemos el término «libertad» para llevarlo a un punto de diversión sin prestarle mucha atención a las corrientes comerciales. Pero ya no en un sentido estrictamente musical, sino puramente comercial, de marketing. Aunque sepamos que sería más efectivo si sacáramos cuatro adelantos, decidimos sacar el disco de golpe. Y ya está.
Me lo comentaste en una entrevista anterior respecto a ser tu propia empresaria: «Es un placer que los errores de un disco sean solo míos y de nadie más».
Z: Hay una gran libertad en tomar las decisiones. Es precioso poder ser tu directora creativa, pero también es una trampa. Igual no te lo dije la otra vez [ríe]. Cualquier autónomo lo sabe: es el triunfo del capitalismo porque han conseguido que seamos nuestros propios jefes y que nos explotemos más que nadie. Hay libertad pero formas parte de un sistema, y de esa contradicción es de lo que habla este disco. De cómo observo lo que no me gusta de este mundo pero, a la par, me beneficio de él para poder sobrevivir.
Varias zurras, diría que las más contundentes, van dirigidas a la pandemia del siglo XXI: el narcisismo. El yo, yo, yo. «Tanto tiempo en tu propio reflejo, no recuerdas tu cara»; «Eres tu atracción favorita» [_Steffen Berkhahn]; «Eres una más, solo una copia más / En este mecanismo enamorado de sí mismo / Eres una copia de una copia más / De una copia original» [_Anikillación]. ¿Qué os habéis encontrado ahí fuera que os ha crispado tanto como para zurrarle de esa manera?
Z: Qué bonita expresión [ríe].
Martí: Pues que nos hemos dado cuenta de que nos hace un poco de mal a nuestras propias vidas. Y para darnos cuenta de ello primero tuvimos que enfadarnos con los demás. Tuvimos que estar ahí, en Instagram, ver lo que pone la gente, decir «¿por qué ponen esas mierdas?», y darnos cuenta de que nosotros somos exactamente iguales. Que somos dos narcisistas que viven en un mundo turbocapitalista y que hacemos canciones porque también nos gusta que nos aplaudan y que el público nos de su cariñito. Hay una crítica a todo eso en lo que nos han convertido: yonquis de la atención, nuestra propia agencia de publicidad. Somos anuncios andantes. Ya no somos seres humanos sino productos que tenemos que estar vendiendo constantemente. Tenemos que vender nuestra marca en todos lados. Hemos visto que nos hacía un poco de daño y hemos buscado nuestra manera de luchar contra ello, nuestro pequeño reducto, nuestro bastión de revolución. Ya que nosotros dos no vamos a salir a manifestarnos con nuestra pancartita, hacemos estas canciones.
Por tanto, esencial: ¿quién, cómo y por qué escribís las letras?
M: Las escribimos a un 50%. Lo decimos y parece imposible, pero realmente lo hacemos mano a mano. Cada uno escribe un texto en bruto en su cuaderno, sin comentarlo con el otro y como en escritura automática, sin censurar. Luego nos pasamos los cuadernos y leemos lo que ha hecho la otra persona. Y al hacer una canción, la letra es un compendio de esos dos textos en el que ambos se diluyen y no sabemos muy bien qué ha escrito cada cual.
¿Con cuánta revisión y reescritura?
M: Reescritura bien poco. Lo que hay es una selección de los grandes hits de esos dos textos. Dentro de ese compendio, que Zahara dice que es un Quijote, se eligen las partes buenas y se quita la morralla. Aunque hacemos canciones de pop y nos encanta que estén bien hechas, es verdad que en este disco hemos tenido poco miedo a poner las frases enteras y a dejar que la palabra tome las riendas de la melodía. Por eso a veces utilizamos estructuras métricas bastante extrañas para lo que suele ser el pop. Pero creemos que a veces la literatura tiene que ganar a la sencillez melódica, dejando que las frases fluyan solas.
Textos que van destinados a dos voces muy concretas: la poderosa e hipercomunicativa de Zahara, y la tuya. Que como me dijiste en una anterior entrevista cuando te señalé lo mucho que había mejorado, «creo que ya es una voz sexy» (me diste un gran titular). ¿Elegís el destinatario de antemano?
Z: Cuando escribimos no pensamos en quién va a cantar qué porque nos parece bonito que fluya de una manera orgánica. Por ejemplo, a veces estamos en el piano, con Martí tocando y yo pensando una melodía, entonces me atasco y él empieza a improvisar, y yo cojo su melodía e intento encajar el texto. Todo se forma estando siempre juntos. Hay tanta presencia de los dos en el proceso de la creación que no sentimos nunca «esta frase es mía y la tengo que cantar yo». Aparte, tampoco queremos hacer un reparto al 50% en ese sentido. No es ahora tú, ahora yo. Si sentimos que lo que favorece a la canción es que empiece Martí y luego siga yo o cantemos los dos, la misma canción lo va pidiendo de una forma muy bonita. Sentimos que nuestras voces son como cualquier otro instrumento que entra o sale según nos parezca que acompaña o que mejora la canción. Solo hay una frase en todo el disco, en «_La Biblioteca Nacional», que es de mis favoritas y yo me moría por cantar, cuando dice «La ciudad torcida se tambalea / tiene miedo cuando ondean las banderas», y que dije «esta la canto yo». Nos metimos en nuestra cabinita casera para grabar, y no me gustaba cómo quedaba mi voz. Entonces la cantó Martí y me dije «¡qué rabia, pero la tienes que cantar tú porque yo la estropeo!». Hasta ese punto respetamos y estamos comprometidos con la canción, hasta sacrificar el deseo de cantar una parte si sentimos que va a mejorar con la aportación del otro.
«¿Hay alguien en casa?» (de Mucho) se publicó en enero de 2019, «Alienígena» (Zahara) en noviembre de 2019, «_BCN626» en 2020, el EP «Hay alguien en casa» (Mucho) en abril de 2021, «Puta» (Zahara) el mismo mes, y «Madre» (Zahara) en 2022. Es imposible que esas obras sean compartimentos estancos. Tiene que haber influencia o contaminación entre ellas.
M: Influencia hay seguro porque hacemos los discos juntos, y nos influimos porque admiramos mucho la música del otro. Pero tenemos unas reglas muy establecidas respecto a _juno para que el compartimento sea lo más estanco posible. Si de lo único que no podemos librarnos es del color de nuestras voces, precisamente hacemos el trabajo a ese 50% que decíamos para saber si es una canción de _juno. Para que sea así tenemos que estar los dos en la misma habitación, hacer la canción de cero y de esa manera. Aunque pueda existir una idea previa de esa canción. Y precisamente lo hacemos así para respetar nuestros otros proyectos, y que el sonido que obtengamos sea uno concreto. Es inevitable que haya contaminación porque están nuestras voces, pero sí tengo la sensación de que ese sonido que buscamos para _juno tiene un sabor y una estética muy concreta debido a ese proceso creativo tan especial. De la misma manera, procuramos que en los otros proyectos ese proceso no sea así para mantener esa esencia única.
Z: Intentamos esto fuerte precisamente porque tenemos un gusto musical similar, vamos juntos a conciertos, tocamos juntos en todos los proyectos, y obviamente hay una unión artística muy grande. Pero por ejemplo, cuando Perarnau está con su electrónica se tira tres días encerrado en su habitación, me puede enviar sus cosas, puedo dar mi opinión y ser su aliada, pero al final es algo 100% suyo. Y en lo mío, aunque Martí esté en la producción y en muchas composiciones, siento que mando yo, que dirijo, que la letra es mía, y que hay una dirección mucho más unilateral que cuando estamos en _juno. Que además, nace de algo muy bonito como es una colaboración. Un proyecto solidario. Apoyarse siempre en el otro y prescindir de una idea propia en favor de otra que te proponga el compañero o compañera. Es muy guay porque surgen cosas distintas por esas pequeñas normas que decidimos poner.
Normas democráticas, por tanto.
M: Democracia de dos dictadores entendiéndose. Por lo que estamos viendo, la democracia es algo fallido en el mundo real, y en nuestro caso es una dictadura de dos cerebros.
Mucho mejor con ese matiz esencial. Lo digo porque Aristóteles, en su jerarquía de seis formas de gobierno, ubicó a la democracia en sexto lugar. Y se dice que el hombre era muy listo.
Z: Estoy un poco de acuerdo con eso.
¿A quién le va a tocar después de _juno? ¿Quién cenará en casa, Zahara o Mucho?
Z: Por un lado le toca a Perarnau, que ahora mismo está haciendo su música y su electrónica bajo su nombre Perarnau IV. Porque Mucho, el proyecto de Martí, está en un stand by temporal y sin fecha de que eso cambie. Hablo yo porque lo saca con mi sello. Poseo el proyecto [ríe]. Él es el dueño en lo suyo y yo la dueña en lo mío. Y yo estoy creando canciones para mi siguiente disco, pero le toca a Martí, que no para de sacar canciones y también está montando su directo con sus máquinas. Nos lo tomamos con calma porque hemos tenido una vorágine de conciertos, con la rave nueva, que estoy componiendo con una fecha de publicación a lo lejos.
Pues por si es relevante, ya que eres la dueña de su publicación, recuerda que Mucho lanzaron un órdago ya hace unos años en el que se dijo que «a los pies de Mucho yace muerta una guitarra eléctrica» [con Pidiendo en las puertas del infierno (Marxophone, 2016)]. Anunciaron que abandonaban las guitarras en búsqueda de un nuevo synth and roll.
M: Aunque con _juno han vuelto.
Por eso lo digo. No sé si tendréis que lidiar con una contradicción.
M: Volvemos a pasar por todos los instrumentos y los amamos a todos por igual. Es solo que hay épocas en las que no los usas tanto porque pierdes un poco de magia. Pero con este disco de _juno nos hemos vuelto a enamorar de las guitarras. De hecho hicimos una cosa muy concreta: creo que todas las guitarras de este disco están afinadas en Sol abierto, y no lo dirías porque es la afinación clásica de Keith Richards en los Rolling Stones y no sonamos para nada como los Rolling. Pero aprendimos esa afinación y de repente la guitarra volvió a nacer en nuestras vidas. Estamos ahí, de nuevo con esa felicidad gracias al Sol abierto.
Pódcast, newsletter, vídeos para cada canción, pequeños capítulos videográficos en Instagram… _BCN747 no es un disco, sino un metadisco. Un metaproyecto. En la era de la atención y del consumo de información no fragmentado, sino superficial, rasante, nimio, inconexo; en la era en la que envías un cartel con su fecha, lugar, precio, como se ha hecho durante miles de años, y la respuesta mayoritaria suele ser «¿cuándo es?», o «¿dónde es?»; en esa era sacáis un disco que se diversifica antes, durante y después. Eso sí que es ser antisistema. Qué punkis que sois, ¿no?
Z: Sí que lo es. Pero nos gusta que sea así tal y como funcionan las cosas en el mundo actual, en el que hay consumo pero no disfrute. Los discos no se escuchan sino que se consumen, con todo lo terrorífico que suena. Nosotros seguimos escuchando discos, seguimos yendo a conciertos y seguimos viajando para escuchar una sesión de electrónica de diez horas. Creemos en el tiempo que hay que dedicar a las cosas para que te generen algo dentro. E igual que nosotras estamos aquí creemos que siguen existiendo freaks en el mundo que siguen escuchando discos y quieren ahondar en las historias que hay detrás. Por eso hemos intentado crear todo un universo alrededor de un disco, para esas personas que quieren dedicar ese tiempo a la música. Y nos encanta descubrir que hay personas que como nosotras lo disfrutan. Que les puedes proponer un concierto de hora y media con muchísimas partes instrumentales, con viajes lisérgicos sin estupefacientes y con solo lo que produce la música, y que participan de la propuesta. Ves que somos pocos pero no estamos solos.
M: Realmente te das cuenta de que ese tiempo que dedicas a escuchar música, el que yo mismo dediqué de joven, cuando no había móvil, es tiempo que dediqué a mí mismo y en mi bienestar. Dedicar tiempo a escuchar música, no a consumirla por encima pero sin entrar, es una forma de meditación. Es una de las cosas más saludables que existe porque todavía no he visto ninguna música que produzca colesterol o infartos. Y sí somos punkis porque eran del do it yourself, y nosotros nos lo hacemos todo nosotros mismos. Somos dos seres humanos que creemos mucho en ello. Estamos a muerte con ello porque este disco lo hemos producido y mezclado nosotros. Nos sentimos artistas muy completos.
_BCN626 fue intimismo, vino en envase pequeño como un bote de pope. _BCN747 no es intimista, no es pequeño, pero sí es minimalista. Me fascina la producción. Me fascina la belleza que conseguís a través del minimalismo, algo que es dificilísimo. ¿Era un plan o surgió durante la grabación y el trabajo en estudio?
M: Sí nos lo planteamos. Fue una de las reglas que nos impusimos: utilizar muy pocas pistas, que solo hubiera un elemento en la canción y que toda la producción surgiera de ese elemento único.
Z: En «_LHR410», que es la canción que cierra el disco, hay una sola guitarra que va generando armonías, cambios de velocidad, incluso su propio beat dentro de ese arpegio. Todo nace de esa guitarra que se va deformando, estirando, acelerando, con la que jugamos para producir otras cosas. O por ejemplo «_Anikillación», que tiene tres elementos, piano, bajo y caja de ritmos con un bombo y un clap, ni siquiera con charles.
M: Es la canción más parca que hemos escrito.
Z: Es algo que nos gusta mucho. Venimos de escuchar mucha música supercargada de capas. Y la hemos hecho. Por eso nos sorprende descubrir que se puede hacer música bellísima con menos elementos. Nos daba envidia y queríamos conseguir algo similar. Por eso nos pusimos esa norma y nos sorprendió descubrir cómo todo es más grande cuando tienes menos elementos. Tendemos a poner veinte capas de guitarras, sintes y cuerdas, para estar solo ahogándolo. Encontrar los huecos a los sonidos, elegirlos con cariño y dejar que estén ahí es una decisión difícil de tomar.
Lo cantáis en la primera canción, ‘_BCN747’: «¿Quién te sirve un Bloody Mary para desayunar?”. La cultura del exceso, incluso de la autodestrucción, siempre os ha interesado. Tanto en individual como en _juno.
Z: No sé si es algo generacional. No sé cómo vendrán las juventudes con eso, pero que es algo muy común en nuestra generación: buscar emular en la música lo que has visto en las estrellas del rock. Parecía que eran genios porque se destruían, y querías alcanzar esa genialidad a través del camino de la destrucción. En este disco la autodestrucción es más que nada una aspiración, no un relato que haya sucedido: nos hemos cargado el planeta, el sistema, la música, somos una basura de criaturas poblando una tierra que no nos merecemos, y lo único que nos va a salvar es destruirnos del todo. Que es hacia donde parece que vamos.
Me llama la atención, corrijo, me molesta oír que _juno son difíciles. Diría que sois ricos o inabarcables, sanamente complejos por enfermamente creativos, muy poderosos, pero como esta no es mi entrevista sino la vuestra: ¿_juno sois difíciles para el público estándar español?
Z: Qué bonito cómo lo has dicho. Te lo voy a robar. ¿Difíciles para el público estándar? No, creo que más bien, tal y como funciona la industria y la vida en general, no hay tiempo para dedicárselo a nada. Entonces, todo lo que no es muy inmediato parece difícil. Pero creo que se disfruta más con aquellas cosas en las que necesitas hacer un viajecillo y que no te lo den todo de primeras. Por ejemplo, me gustan muchísimo Radiohead, los escuchamos mensual y semanalmente, no se me agotan nunca. Siempre hay algo nuevo en sus discos que no había descubierto a pesar de haberlos escuchado cuatrocientas veces. Y no creo que la palabra sea «difícil», sino que te permite vivir más tiempo en los oídos y en las casas de las personas. Lo difícil es que la gente quiera tener tiempo para escuchar música en sus casas. Pero creo que hacemos canciones bellísimas, muy bonitas.
M: Hacemos canciones de pop. Buscando la belleza.
Z: Siempre prima eso.
M: Esta mañana, por ejemplo: tengo muchos amigos que se sorprenden mucho cuando les digo que uno de mis discos favoritos es Viva la vida de Coldplay, que está producido por Brian Eno.
Cierto, quién lo diría.
M: Justo esta mañana lo he vuelto a escuchar y, siendo a priori un disco muy comercial y muy mainstream, cada vez que lo escucho descubro cosas nuevas. Está hecho con mucho mimo y mucho cariño, que es lo que buscamos en los discos, da igual si son supercomerciales o superunderground. Si todo eso pasa aunque haga quince años que se ha publicado es porque es esa obra excelsa de la que todos andamos detrás. O al menos nosotros.
Firmamos todos entonces lo que me dijo Fernando Alfaro en una entrevista: «La dificultad es la cortesía del autor con sus seguidores».
M: Es que Alfaro es un poeta. Diría más, no solo con tus seguidores, sino con el mundo entero. Presuponer que la gente es tonta y no va a entender la música que haces es una cagada total. La historia está llena de discos a priori complicadísimos que al final son los discos de la vida de la gente. Cuando salió OK Computer [tercer álbum de estudio de los británicos Radiohead, publicado en 1997] a todo el mundo le costó mucho entenderlo. El otro día leía las críticas del Kid A [su siguiente álbum, del año 2000] y lo ponían a caldo. Y ahora es una obra incontestable que todos ponen como uno de sus discos más influyentes. La gente no es tonta pero a la industria sí le interesa tratarlos como tal para vender esos discos más facilones o más inmediatos, para seguir vendiendo hamburguesas de comida rápida.
Z: Es la industria y el sistema en el que estamos. El fast food existe también en la moda, las series y las películas tanto como en la música. Es la tendencia actual, donde parece que simplemente hacer una canción donde no hay estribillo o entra más tarde de los 35 segundos ya es jazz.
M: O una serie como Succession, de la que todo el mundo es admirador. Podríamos decir que es muy mainstream, pero tal y como está hecha podría ser el Radiohead de las series. Siempre he creído que si la gran industria del capital invirtiera dinero en los discos excelsos se escucharían.
Z: Como con el disco de una hora de Lana del Rey. No paro de hablar de él, me parece fascinante. Que saque un single de siete minutos además con una estructura rarísima, y que sea su canción más escuchada del álbum. Me da cierta esperanza. Volvemos a lo mismo: la gente no es tonta pero al sistema le interesa que sean vagos, que estén tranquilos y relajados, que tengan constantemente su dosis de dopamina. Que no vayan a incendiar contenedores ni a protestar por la privatización de la Sanidad, por decirlo de alguna manera. Al final es lo que prima.
O que no vayan a votar.
Z: ¡Sí! ¡Claro!
¿Por qué «_La canción que no vas a hacer hoy», la composición sobre el viaje que no pudisteis hacer, es la segunda y no la última? O la primera.
Z: Narrativamente debería. Mira que para eso somos bastante exquisitos. Nos gusta dedicarle tiempo al orden y a contar la historia, pero en este caso nos dejamos guiar por la emoción musical que nos producía. Tal vez sea la canción más pop de todo el disco, y precisamente después de «_BCN747», que parece más una intro que una canción, tan pausada, sosegada, con un sonido de guitarra que en el anterior no estaba, con esa bienvenida que te da Martí con su voz ¿sexy?, después todo eso nos gustaba el contraste con un tempo más arriba. Y también nos gusta mucho que al ser la canción de las negaciones, acompaña mucho al contexto social del disco: la pandemia, no poder viajar ni estar con la gente a la que quieres, no poder cumplir los sueños que te propones. Estuvimos viviendo un tiempo de muchos noes, y esa canción surge precisamente ahí: es un viaje que no vas a hacer que se convierte en muchísimos viajes que no se van a conseguir y en muchísimas vidas que no se van a vivir. Nos gustaba que ese relato estuviera ahí, prontito. Pero tal vez habría tenido más sentido que fuera la última.
Y curiosamente, de ahí, de su vídeo, sale la portada. Os pareció lo más representativo del disco como para ser su cara pública.
Z: Es una foto en Los Ángeles. Pero fue al revés: la portada ya estaba hecha y luego vino el vídeo. La colamos en ese vídeo que hicimos con nuestras propias imágenes sobre los viajes, el egotrip y esa contradicción de la que hablábamos, de mostrarse a sí mismo pero quejarte cuando lo hacen los demás. Nos encanta esa foto: parece que la está haciendo Martí porque su cámara es la que ves más grande, parece la principal, pero es un reflejo en un espejo de una foto que yo estoy haciendo, donde se nos ve por duplicado pero no se nos acaba de ver a ninguno. Nos parecía que representaba fenomenalmente la intrahistoria del disco. Y hay que decir que la seleccionó Emilio Lorente [director de Arte y diseñador gráfico residente en Madrid, ha diseñado la imagen de películas, festivales, teatros, etc, y carpetas para Arde Bogotá, Second, Raphael, Fuel Fandango, Leiva, Mucho o Zahara], entre más de dos mil fotos que le dimos de nuestro viaje. El pobre se comió la chapa mítica de “toma, nuestras vacaciones, apáñate”. Entre las dos mil encontró esta foto que le pareció que representaba al disco, y cuando nos la enseñó le aplaudí y todo. Me pareció que había entendido el álbum. ¡Es muy bueno en su trabajo!
Pregunta random, siempre hay que hacerla (o no tan random a tenor de lo dialogado hasta ahora): ¿queréis ser artistas malditos?
M: La verdad es que no.
Z: Uy no, qué pereza, qué pereza… Creo que ya está demodé. Qué aburrimiento. Aparte, me suena mucho a hombre heterosexual en la música. De estar en la barra y encontrar a alguien que vaya a rescatarte.
M: Queremos llegar a viejos y hacer muchísimos discos. Hasta el último día.
Z: Pero si somos majísimos, superbuenas personas. Hacemos canciones donde nos metemos con todo el mundo, pero luego siempre decimos que nosotros también somos una mierda. ¡No pasa nada!
Es que es un automatismo en cualquier estrato de nuestra sociedad: al que se queja, se le arrincona.
Z: Nos quejamos como medida para sobrevivir, para poder analizarnos a nosotros mismos desde un lugar más cómodo para decir las cosas que creemos que deberían cambiar. Pero también en nosotros. Si somos malditos, me mataré. Es algo que me aburre. En este disco nos quejamos mucho pero dentro de la queja hay humor y autocrítica, que realmente busca mejorar y no destruir como decíamos antes.
M: Somos más de la escuela de Damon Albarn [cantante de Blur], de poder hacer muchísimos discos en distintos proyectos y no parar nunca de hacer música. De invertir nuestra queja en la música como terapia para seguir adelante y no acabar nunca como Kurt Cobain.
¡Precisamente! La última tendencia es señalar que Cobain se suicidó no por sentirse abrumado hasta el agobio por el enorme éxito de Nirvana, sino porque entendió que tenía demasiado talento y era demasiado guapo como para ser un maldito, que es lo que real y únicamente quería. Hablamos de alguien que se fotografiaba con una camiseta de Daniel Johnston cuando nadie sabía quién era.
[ríen] M: ¡Es verdad lo de la camiseta!
Sobre esa libertad máxima y _juno que comentamos que se adjudica digamos unánimemente. Habéis declarado que tal vez lo más importante que os genera es tranquilidad. Que da igual si vuestra música gusta más o menos. Y me maravilló una frase de Zahara al respecto: «El disco nos protege».
Z: Es una visión que siempre he sentido: la música es un altavoz que puedes usar para decir lo que sientes, te abruma o te indigna, y a la par es solo una canción. No somos políticos, no estamos dando un mitin, no estamos en un colegio con la responsabilidad de ser profesores. Solo estamos haciendo una canción, vertiendo nuestra opinión en ella. Y al que no le guste, relájate que solo es una canción. Es un escudo. Puedo decir lo que quiera. Me atrevo a decir las bestialidades más grandes, las opiniones más radicales, pero jamás me atrevería a decirlo por ejemplo en Twitter, donde no hay ningún tipo de protección ni barrera. Sin embargo la canción me coloca en un sitio donde me siento protegida por ella.
M: Además es que en las canciones puedes ser otra persona.
Z: ¡Claro!
M: A veces no tiene ni que ser una opinión personal, sino cualquier otra cosa.
Z: Una canción es una obra de ficción aunque esté basada en hechos reales. Ojalá, y no solo nosotras, no se pierda nunca el miedo a hacer canciones, a deslenguarse un poco en ellas porque te lleva a todo: a pensar, reflexionar, bailar, conversar… Su poder es fantástico.
Te pueden llevar a un limbo. A vuestro limbo [Zahara y Mucho han referido a menudo en entrevistas al «limbo» que buscan sugerir en sus directos].
Z: ¡Sí! ¡A un limbo!
En este último disco habláis de xenofobia y eurocentrismo, de que el mundo de cada cual y en general están hechos una mierda. Pues mensaje de una amiga cuyo criterio en la vida y en la música venero: si Zahara Gordillo y Martí Perarnau hacen la música que quieren, no es tan mal mundo.
M: ¡Qué bonito!
Z: Joder, se me ha puesto el pelo de punta. Qué preciosidad.
Mensaje entregado. También os lo he contado para ver si os ablandáis y confesáis de una vez cuál es la canción de Rufus T. Firefly que habéis sampleado en «_Por algo será».
[ríen] M: ¡No podemos!
Z: ¡No nos dan permiso! Tendréis que preguntárselo a ellos. Pero hay pistas: contamos que hemos sampleado una canción de un álbum que está editada en single. Y tienen muy pocas canciones incluidas en un disco y también editadas en siete pulgadas de 45 rpm. ¡Es bastante fácil!
Publicado por:
Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.
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