Después de João Gilberto la música brasileña nunca volvería a ser la misma
El Brujo de Juazeiro, como lo llama Caetano Veloso, creó un nuevo sistema sonoro que lo cambió todo. Sólo con su forma de tocar la guitarra y una voz que ralentiza la música, la desnuda y muestra sólo lo esencial, consiguió una hondura exacta e inesperada.
Como suele ocurrir ,su primera grabación no fue comprendida por todos.
—¿Por qué graban a cantantes resfriados? —dijo creyéndose víctima de una broma Álvaro Ramos, gerente de una importante cadena comercial y clave para la difusión de su lanzamiento.
—¿Ésta es la mierda de música que nos manda Río? —y de un golpe seco rompió el disco que el director de la discográfica Odeon, Oswaldo Gurzomi, le ofreció para comercializarlo.
Era del mes de julio del año 1958 y ese vinilo de 78 rpm interpretado por un cantante desconocido llamado João Gilberto, solo tenía dos temas grabados: «Chega de Saudade» y «Bim-Bom», que resultaron ser el lanzamiento mundial de la Bossa Nova. Y como describió profético Antônio Carlos Jobim: «supuso una influencia determinante en toda una generación de arreglistas, guitarristas, músicos y cantantes».
Posteriormente, la discográfica Odeon lanzó otro 78 rpm, con otros dos temas: «Desafinado» y «Ho-Bá-Lá-Lá», que también formarían parte de su primer LP, Chega De Saudade, y que sería el primer paso de una amplia y sobre todo influyente discografía.
- 00:00 Chega de Saudade
- 01:58 Lobo Bobo
- 03:18 Brigas, Nunca Mais
- 05:22 Hô-bá-lá-lá
- 07:38 Saudade Fez um Samba
- 09:24 Maria Ninguém
- 11:46 Desafinado
- 13:45 Rosa Morena
- 15:52 Morena Boca de Ouro
- 17:51 Bim Bom
- 19:06 Aos Pés da Cruz
- 20:40 É Luxo Só
João Gilberto por entonces acababa de cumplir 27 años y había pasado prácticamente toda su vida sufriendo mil y una vicisitudes, acompañadas por incomprensiones familiares y musicales, pero continuaba buscando su mundo sonoro de forma obsesiva, llevándolo casi hasta la locura (o así lo entendieron algunos cuando lo internaron en un hospital psiquiátrico).
Intentaba descubrir un nuevo ritmo, una nueva batida de guitarra, y este disco fue la prueba irrefutable de que lo había conseguido. En esa nueva batida de guitarra llamaba la atención la percusión rítmica del dedo pulgar sobre la primera cuerda acompañada por su voz con poco volumen y tono exacto, con una exquisita pronunciación y un silabeo que recorría la base rítmica hacia delante y hacia atrás.
Sólo con su primer disco, João Gilberto iluminó para siempre la música brasileña. Fue tanta su influencia que, sin él, ni Dorival Caymmi, ni Carlos Lyra, ni el mismísimo Antônio Carlos Jobim hubieran sido quienes luego fueron.
Publicado por:
Director Artístico de los Festivales y Conciertos: Innside Soul weekend Mallorca, Daltonyc Fest y Moscari Black Music.
Creador y conductor desde hace 30 años de diversos programas musicales: Merienda de Negros, Semilla negra y La Isla de las Voces, emitidos en: Radio QK, Radio Marratxí, BN Mallorca Radio, Radio Pra y Radio Calvià.
Agitador cultural, DJ y miembro fundador de la asociación Mallorca Black Music, así como colaborador ocasional del blog Acidjazzhispano y de la revista Enlace Funk.
No hay comentarios