MLF 2018 – Primer día
Por fin llegó el día, por fin un Mallorca Live Festival más (y ya van tres), por fin dos días de música sin parar. La edición de este 2018 viene repleta de novedades con más de 40 artistas y dos días de música en directo que ha animado a los más de 24.000 asistentes que abarrotaron el recinto en busca su dosis anual de buena música y mejor ambiente. Una de las pocas oportunidades en la isla de disfrutar de un elenco de grupos nacionales e internacionales.
Calvià continúa siendo el enclave por el que apuestan los organizadores. En el ofrecen al mundo la otra cara de Magaluf, alejada del turismo de excesos, borrachera, balconing y mamading que tantos ríos de tinta genera en las últimas fechas. Para los residentes, sabemos que Calvia es algo más que una zona de turismo lowcost y es necesario que este tipo de iniciativas muestren esa otra realidad.
Tras dos pasadas ediciones en las que apostaron fuerte, este año no se quedaron atrás y plantearon unos cabezas de cartel como Placebo, Lori Meyers, Morcheeba, Izal o Amaral que dejan entrever su clara apuesta por la continuidad del festival con un aumento significativo del presupuesto que ha contado con el respaldo del público asistente.
Se notaban los nervios a primera hora entre el público que comenzaba a llenar el recinto. La expectación era máxima y todo estaba debidamente preparado para garantizar el buen desarrollo del evento. Con puntualidad británica los primeros grupos se fueron sucediendo y desde el escenario Estrella Dam, el escenario mediano delimitado por una carpa, Jump To The Moon, con un pop enérgico, fueron los encargados de inaugurar esta edición. En seguida, desde el escenario principal denominado Sol House Stage, la primera de las bandas locales Thony Bloom, el grupo de Toni Morales (ex-miembro de la banda Odette), con su electro pop – funk más bailable atraía a los asistentes aún despistados que deambulaban por el recinto buscando las necesarias ubicaciones de barras y aseos, algo básico para todo buen festivalero que pretenda aguantar sin desfallecer los dos días.
Media hora después comenzaron a sonar desde el segundo escenario los primeros acordes de El Petit de Cal Eril, la apuesta de Joan Pons a caballo entre el pop con toques psicodélicos y el folk, mientras que Muchachito, esta vez en solitario, puso la nota rumbera calentando los inicios del festival en el escenario principal.
Alejados de los escenarios principales, en el Tragus Tramuntana Stage el más pequeñito de todos, una sucesión de grupos locales. Inaugoraron Gate 4, que fueron los dignos vencedores el pasado año en el Mallorca Live Talentc, con su combinación de pop, rock y la electrónica metafísica , seguidos por The Wheels y su rock psicodélico.
Encargados de procurar mantener en lo más alto el ambiente del público mientras se hacían los cambios de músicos, escenografía y sonido en el escenario principal, Jane Yo con su característico sonido postpunk trufado de buen rock de los noventa, junto a los mexicanos Borchi y su Doble Redoble con su apuesta vestida de electrocumbia, supieron mantener el ambiente festivalero por todo lo alto.
Los imprescindibles de la escena mallorquina, el grupo L.A. con Luis Alberto Segura a la cabeza supieron imponerse en el escenario pequeño ante su público, que no suele tener la suerte de poder disfrutarlos tanto como desea. Mientras en el escenario principal comenzaron a desfilar los grupos internacionales. Desde Atlanta llegaban los Black Lips y su rock garajero. Bañados por una intensa luz roja permanente, nos sumergieron en su directo plagado de una cierta irreverencia y descontrol que antaño les caracterizaba.
Pero el primer llenazo de la noche vino de la mano de La Raíz. El escenario Estrella Damn, se les quedó pequeño para la fiesta republicana que montaron. Obsequiaron a su público con un derroche de energía sobre las tablas, marca de la casa de estos valencianos que se encuentran muy a gusto en este tipo de formatos festivaleros.
Tras un breve receso para cenar y reponer fuerzas, la marea de gente se empezó a agolpar en la pista central, lo cual presagiaba que algo gordo se estaba a punto de comenzar. Todo estaba preparado para que Izal presentara en Mallorca su espectáculo, dentro de la gira Autoterapia, uno de los platos fuertes de la noche que sin duda todo el mundo esperaba y para el cual había que tomar buena posición en el escenario principal.
Con una dosis de cierto morbo, por el revuelo que Mikel Izal había generado en las redes las últimas semanas, debido a unas acusaciones de acoso sexual fuera de tono que el propio cantante trató de aclarar con un comunicado, forzaron instintivamente a sus mas fieles seguidores a corear arengas de apoyo con las que arropar al frontman. El concierto, a pesar de los problemas técnicos que se sucedieron que enturbiaron ligeramente la actuación, no pareció importar en exceso al público que perdono pero no olvidó.
Para los que entienden el reggaeton como un género musical, que de todo hay, la organización planteó una alternativa que no defraudó al público mas joven. Bad Gyal, la joven catalana que basa su apuesta musical en letras alejadas del refinamiento Indie que imperaba hasta ese momento en el festival, con el autotune al máximo y un perreo perfectamente coreografiado, sorprendió al público asistente que ojiplatico escuchaba las groseras letras alejadas de toda corrección política.
A continuación fue el turno de los Scottish y veteranos Primal Scream. Si bien plantearon una actuación correcta, dejaron un poco frío al público, que en ocasiones desconectó con un cierto descontento por la actuación planteada. Para ser el cabeza de cartel de la noche, la verdad es que no estuvieron a la altura deseada.
Aprovechando la ocasión para tomar fuerzas y cambiar de agua al canario, solo quedaba esperar al último grupo del primer día del festival, La Casa Azul.
Fueron los encargados de poner el broche a un gran día. La Casa Azul inundó con su contraste de letras tristes y melodías eufóricas de Electro-Pop liderado por el barcelonés Guille Milkyway, que poco a poco se va convirtiendo en una apuesta segura de los festivales. Una legión de seguidores abarrotó el recinto para arropar a la banda que con una puesta en escena muy festivalera supo recompensar al publico que ya mostraba síntomas de cansancio acumulado.
Con todo el pescado vendido era hora de tomarse la penúltima e irse a la cama y guardar fuerzas para la segunda jornada. Recordando los momentos vividos, a grandes rasgos fue una interesante jornada inaugural plagada de buena musica, que esperamos mejore mañana con el cartel previsto. Os dejamos el reportaje gráfico en la fotogalería para que disfrutéis de ella tranquilamente, sentados en el sofá, como se merece. No os perdáis la crónica del segundo día que estamos preparando.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
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