Nostalgia, turismo y distopía pueblan el nuevo disco de Maria Jaume

La mallorquina publicó el pasado 15 de marzo «Nostàlgia Airlines», el tercer LP en su discografía

Tras sorprender a propios y extraños con Fins a maig no revisc (Bankrobber, 2020), su aclamado álbum de debut, donde se presentó al mundo con su folk acústico de melodías descarnadas y letras intimistas, lo más sencillo habría sido continuar en la misma senda. Pero Maria demostró su carácter inquieto al cambiar de registro en su segundo álbum, Voltes i voltes (Bankrobber, 2022), donde viró hacia un estilo más pop e incorporó a Lluís Cabot (Da Souza) como productor, además de implicarse más en esta faceta.

Ahora, en Nostàlgia Airlines (Bankrobber), vuelve a cambiar de estilo, zambulléndose en un pop electrónico más bailable y hedonista, con letras más ligeras y despreocupadas, pero plagadas de referencias irónicas y una sutil crítica implícita en su mirada. La melancolía que ha presidido su universo sigue estando presente, pero de manera menos manifiesta que en sus anteriores trabajos.

Como su propio nombre y la portada nos sugiere, nostalgia y turismo son los temas centrales del álbum. Muchos de los cortes de Nostàlgia Airlines remiten de un modo u otro a la problemática del turismo que se vive en lugares como Mallorca. Desde la imagen positiva e idealizada que se tenía en el pasado, como en el tema «Cala Rajada 1964», una vieja postal de una época y un lugar que ya no existe, a la distopía que podemos encontrar en la actualidad, bien reflejada en canciones como «Hoteles, sol y playa», donde colabora con Pau Debon (Antònia Font).

Hoteles, sol y playa.
Turista no se vaya, no.
Noranta mil piscines
i un golf a Ses Salines oh.

Això abans era un manantial,
però s’aigua s’ha enverinat.
Hoteles, sol y playa.
Hoteles, sol y playa.

Playas masificadas, hoteles sin personalidad, postales y souvenirs que no pertenecen al lugar visitado y que se repiten en otros lugares… Como mallorquina, Maria Jaume conoce muy bien esta realidad, por lo que estas referencias están presentes en los diferentes escenarios que dibuja en el álbum. Sus temas hablan de sentimientos y sensaciones, pero la crítica a este modelo turístico se cuela de manera sutil e irónica a través del paisaje que envuelve las canciones.

Ademas de Pau Debon, el disco cuenta con otras colaboraciones muy destacadas. Así, encontramos a Julieta en la agridulce “Trista a Miami”, a Renaldo & Clara en «Super mala pinta» y a Mar Grimalt, con su arrolladora personalidad, en «Balada des Trast», tal vez la canción más enigmática del álbum. Un trabajo grabado y producido de nuevo por Lluís Cabot (Da Souza), con la colaboración de Pau Riutort, la mezcla de Joan Borràs (Oques Grasses) y la masterización de Victor Garcia.

El álbum se puede conseguir en formato físico (vinilo y CD) y también está disponible en las principales plataformas digitales.