Conste antes de nada que estoy escribiendo este texto mientras me repaso por ochomillonésima vez el Ride The Lightning, mi disco favorito de la innegablemente prolífica carrera de Metallica.
Dicho esto: Metallica lo han conseguido. Todo el mundo, fans o no del metal, está hablando de la reedición de ese magnífico, y ya polémico en 1991, álbum homónimo, rebautizado como Black Album. Y todo es gracias a la ¿versión? del «Wherever I May Roam» perpetrada por J Balvin, a quien, siendo yo un absoluto ignorante en todo lo que envuelve al reguetón, no había oído mencionar en mi santa vida. Pero la cuestión es esa, incluso aquellos que ni han escuchado el último y más que digno álbum de Metallica, Hardwired To Self-Destruct (2016), están opinando del asunto.
Yo lo voy a enfocar desde dos puntos de vista (tres, contando el mío como simple aficionado). Uno: Metallica como cuatro músicos que ya han hecho todo lo que tenían que hacer y ahora hacen lo que les viene en gana; y dos: Metallica como empresa multinacional con gente viviendo de ellos y sin poder girar en dos años.
Sobre Metallica grupo
Partimos de la base de que Metallica ya rompieron moldes a principios de los ochenta. Cuando lo que se llevaba en el metal era ser un guaperas virtuoso, estos tíos, partiendo de un hijo de tenista danés y un joven músico californiano que no sabía muy bien qué hacer con su vida, decidieron salir a tocar más rápido que nadie, vestidos con unos vaqueros y una camiseta negra como cualquier fan. Desde ahí empezaron una trayectoria potente hasta petarlo definitivamente con el Black Album, saliéndose de la tangente antes de que el grunge sirviera de excusa para mandar a tomar viento al thrash, hard rock, heavy, etc. Eso allanó el camino a Metallica y, en consecuencia, hicieron lo que les dio la gana hasta hoy. Con discos más o menos polémicos pero salvables (excepto St. Anger o aquella infame aventura con Lou Reed llamada Lulu) y cosas interesantes como Death Magnetic o el antes mencionado Hardwired…
A partir de ahí nos encontramos con que el Black Album ya cumplió 20 años en 2011, e hicieron una gira tocándolo íntegro tema a tema. Ahora, entre no repetir jugada y no poder girar, ¿qué hacemos? Pues una reedición con algo especial: dejemos que peña de diferentes estilos le dé otro aire a nuestros temas. Lo veo. Pues p’alante. Y a disfrutar de la movida, fijo que se lo han pasado en grande viendo como medio planeta versiona sus canciones.
Sobre Metallica empresa multinacional
Hilando con el anterior párrafo, ¿cómo enfocamos el asunto? Ya lo petó la tal Lucie Silvas en su único éxito, un cover de «Nothing Else Matters» que se conoce casi más que la original, así que vamos a tirar con eso. Contactamos con artistas que triunfan en pop, rock, metal, reguetón y lo que caiga. Juanes lo peta en latinoamérica y tuvo una banda de thrash metal en su momento (Ekhymosis para los curiosos), Miley Cyrus hace otras cosas, pero la muchacha lo rompe y siempre tuvo dejes rockeros, etc. Así llegamos a J Balvin en lo que podría parecer la traición definitiva al metal. Puede serlo pero, amigos, el reguetón está a la orden del día, nos guste o no es lo que triunfa en medio mundo (ya os digo que a mí me repugna, pero también me repugnan miles de cosas más y no puedo estar en todas las batallas a la vez) y Metallica empresa tenían un objetivo. ¿Creéis que si esas versiones las hace otra banda de thrash metal, salvo Megadeth (por el morbo), habría tenido tanta repercusión? Imaginad a Sodom haciendo «My Friend Of Misery», Crisix tocando «Sad But True» o Testament, por nombrar alguna más reconocida, con «Holier Than Thou». No se enteraría ni Dios. En cambio, aquí nos tienes a todos los jevis del mundo hablando de la versión, o lo que sea eso, de «Wherever I May Roam» de J Balvin. Es el mercado, amigo.
Y a partir de ahí, ¿tildar a Metallica de vendidos?
Hay un meme que lo resume muy bien. Empieza por el «Lulu» y acaba diciendo que Metallica se vendieron antes de nacer porque las bandas trues se quedan flotando en el limbo o algo así. Está claro que nadie llena estadios sin venderse mínimamente y sin tener un equipazo de marketing detrás. Y Metallica lo tienen. El rollo está en dónde pone cada uno el límite acerca de «venderse». ¿Son Sabaton o Powerwolf unos vendidos por sacar siempre el mismo disco?¿Son Gojira unos vendidos por meter voces limpias en su metal extremo? ¿Lo fueron Kreator cuando se adaptaron a los 90 con el Endorama? Yo creo que cada caso es un mundo y a veces, como con Metallica en el 91, no ahora, suena la flauta y te toca la lotería. Así de simple.
¿Y yo qué digo como simple aficionado? Pues bien por ellos, se han ganado hacer lo que les dé la real gana. A mí no me interesa esta movida más que por la simple curiosidad, no voy a comprar esa reedición y no pensaba darle bola hasta que comentamos en esta bendita web la opción de hacer un artículo de opinión, puesto que el asunto lo merece. Tened en cuenta que Metallica, hagan lo que hagan, seguirán llenando estadios. Si sacan discos así es porque les apetece, tú decides si comprárselo o no.
Eso sí, que al tal Balvin le hayan dado una pieza de oro y él solito la haya convertido en papel higiénico es otra historia, claro.
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Aquí Jose, un apasionado del Rock y el Metal en prácticamente todas sus vertientes. Escribo en varias webs (La Poza del Meh, Dioses del Metal, Necromance Magazine) y colaboro en El Fantasma de la Opera Radio y la plataforma Heavy Balears.
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