Andrea Motis & Marco Mezquida: dos talentos bien afinados

El sobrio y elegante claustro del Convent de Sant Bonaventura de Llucmajor se vistió de gala para recibir a dos de los artistas más talentosos de la escena jazzística y de las músicas improvisadas en España. Andrea Motis y Marco Mezquida, reunidos gracias al buen criterio del ciclo Sons de Nit, presentaron un repertorio rico y diverso, que incluyó jazz standards, música popular brasileña y versiones de autores conocidos bajo su propio estilo.

La química entre Motis y Mezquida fue evidente desde el primer acorde, creando una conexión emocional que se tradujo en un diálogo musical apasionado y sincero. La colaboración entre estos dos artistas alcanza cotas extraordinarias. Desde su primera toma de contacto juntos en el Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona, en noviembre de 2022, la naturalidad, fluidez, sensibilidad y complicidad entre ellos ha sido difícil de igualar.

El fluido y cuidadoso sonido del piano de Mezquida proporcionó un acompañamiento perfecto a la delicada y angelical voz de Motis, quien también estuvo soberbia a la trompeta. La afinidad entre ellos fue notable, permitiéndoles crear una conversación musical apasionada que se tradujo en un jazz de mucha intensidad. Destacaron las versiones de «These Foolish Things” (Strachey-Maschwitz); «Ponte de Areia» (Milton Nascimento), donde cautivaron con un ritmo más pausado; «My Favorite Things» (Rogers-Hammerstein), para lucimiento de Andrea; «De Mica en Mica» (Joan Manuel Serrat), ‘descubierta’ recientemente por Motis, que la ha hecho suya, y «Just de Two of Us» (Bill Withers), un precioso tema al que Marco supo dar lustre.

Terminaron con «Alegría», de nuestros Antònia Font. Luego, en el bis, Marco interpretó «La Balanguera» a modo de introducción de «Em dius que el nostre amor» (Toti Soler), justos antes de los merecidos aplausos. El público, que llenó el claustro, se dejó cautivar por el buen hacer de ambos artistas y disfrutó enormemente de la actuación. Motis y Mezquida nos recordaron una vez más que el jazz no es solo música, sino un lenguaje que permite a los músicos comunicarse y expresarse más allá de las palabras. Y así, de esa «conversación» que mantuvieron sobre el escenario, surgió una noche inolvidable llena de música, pasión y creatividad.