Nolo ofrecieron un intenso concierto el pasado domingo 23 de mayo en Es Gremi, donde compartieron escenario con Cabrón
Es muy difícil, e imprudente, juzgar a una banda en la primera toma de contacto y sin haber oído casi nada de su repertorio. Sin embargo, tampoco me parece de recibo acudir a un concierto doble, hablar del grupo invitado (Cabrón) y no del principal, y menos aún cuando los Nolo le pusieron tantísimas ganas sobre el escenario. Así pues, sabiendo que seguramente la cagaré más de una vez, aquí va esta humilde crónica.
Primero unas pinceladas para los que no conozcan en profundidad a esta veterana banda, una de las más emblemáticas del panorama rockero de la isla. Nolo, que comenzaron llamándose «No lo sabemos», son una banda mallorquina a caballo entre el hard rock y el rock urbano, con pinceladas de punk, ska, algo de funk y rock alternativo. Vienen dando guerra desde 2004, con 3 álbumes (LP) publicados, Hazlo tú! (2008), Cuerda para rato (2013) y Veneno (2018), un par de media duración (EP), Tú, a tu ritmo! (2016) y el excelente En el paraíso (2020), algunos singles y un puñado de interesantes videoclips. Entre sus grandes logros pueden contar el haber compartido escenario con pesos pesados del calibre de Obús, Rosendo, Boikot, Narco, Marea, La Fuga, Def con Dos o Malos Vicios, entre otros.
Y ahora sí, toca meterse en harina. Para mí el concierto tuvo 3 partes bien diferenciadas: un arranque arrollador, una parte intermedia algo más floja y un final muy potente donde remontaron el vuelo. La banda salió al escenario tranquila, relajada, fruto de jugar en casa (Es Gremi) ante su afición, el numeroso grupo de amigos y compañeros que les arropaban desde el graderío. Relajados no en cuanto a su desempeño sobre las tablas, que tuvo el nervio y la garra necesarios, sino por la actitud distendida que mostraron entre tema y tema, bromeando e interactuando numerosas veces con el público. César Belmonte, su peculiar líder, se llevó la palma en este aspecto.
En cuanto a los miembros, creo que todos demostraron un gran nivel, aunque me quedo especialmente con el notable desempeño de Juan Bonet a la batería y, sobre todo, de Nofre Morell a la guitarra. Es la primera vez que le veía tocar y me impresionó muchísimo la facilidad con la que domina el instrumento y la pasión que le pone a lo suyo. Estuvo enchufadísimo en todos los temas, regalándonos unos solos increíbles en la mayoría de ellos.
En cuanto a las canciones, destacaría especialmente las de En el Paraíso (2020), su último EP, excepto «En tus ojos me perdí», de la que únicamente rescataría el solo de Nofre. Al igual que me pasó con este tema, hubo unos pocos con los que no terminé de conectar, y para mí el problema no estuvo ni en la música ni en las letras, que para nada me parecieron malas, sino en una temática algo tópica y previsible que los lastraba irremediablemente. Por ahí vino la falta de interés que me desconectó un poco a mitad del concierto.
Afortunadamente volví a enchufarme en el tramo final cuando encadenaron un combo potentísimo que capturó mi atención como una nevera a un imán. Esto ocurrió cuando tocarón «Todo perfecto», «No me hables de Fé» y la rarísima (en el buen sentido) «Ama a tu enemigo», todas de En el Paraíso. Tras ella vino la clásica y enérgica «Animales», con con toda la banda en bloque a un altísimo nivel y, para cerrar el concierto, «Nada me cambia», toda una declaración de intenciones y uno de los temas que tal vez mejor defina la esencia del grupo. Y es que, desde la distancia y tras pegarme una maratón de toda su discografía para poder escribir esta crónica, me atrevería a decir que una las cosas que mejor definen a Nolo, en lo bueno y en lo malo, es la perseverancia y la fidelidad inquebrantable a su estilo.
NOLO
César Belmonte (voz)
Nofre Morell (Guitarra)
Luis Cabañas (bajo)
Juan Bonet (batería)
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