
Andratx, sábado 17 de abril de 2021
Concierto de Pep Suasi i Els Electrodomèstics en el Teatre Sa Teulera de Andratx
Elegante, honesto y maduro. Sa Teulera de Andratx se llenó para ver la última propuesta del cantante mallorquín. El espectáculo XXS más íntimo y artístico, donde presenta su último disco Que Triomfi l’Amor junto a sus inseparables Electrodomèstics y el ilustrador Diego Ingold en una fascinante apuesta sonora y visual.
Un año llevamos en el que cada actuación en directo se vive como un privilegio. Si el artista propone una obra honesta, cuidada, sincera y amada, es, además, un regalo.
Y es lo que se vivió el pasado 17 de abril en el Teatre Sa Teulera de Andratx. Un privilegio para cada uno de los músicos que se subieron al escenario por poder mostrar su alma en forma de oficio, y para técnicos y gestores culturales cuando tan difícil y arriesgado es trabajar y programar. Y es un impagable regalo para un público ávido de sensaciones y emociones que sólo las artes escénicas en vivo son capaces de provocar, conectándose o evadiéndose de las realidades diarias de cada uno.
Pep Suasi demostró el pasado sábado que ha alcanzado una madurez y serenidad personal que se refleja en su canto y en la musicalidad de la banda que lidera.
No nos bastan los streamings. El pueblo necesita directo. Necesita lo vivo, lo real, lo inmediato y exclusivo. Pep Suasi demostró el pasado sábado que ha alcanzado una madurez y serenidad personal que se refleja en su canto y en la musicalidad de la banda que lidera. Naturalmente fiel a su estilo, el pop rock de siempre, y demostrando una vez más en sus letras sus cualidades como comunicador nato, el cantautor mallorquín presentó los temas de su último álbum Que Triomfi l’Amor (RGB, 2020) en un concierto intimista de formato reducido, sin teclas, vientos ni segundas guitarras. Valiente propuesta por la exigencia de afilar bien las armas, cultivar los silencios y ejecutar detalladamente cada nota, arpegio, acorde y frase. En un espíritu unplugged, aunque sin serlo, las ejecuciones siempre quedan más expuestas en caso de error. Cuatro músicos y un pintor ofrecieron algo más de una hora de buena música en un coordinado trabajo en equipo donde la generosidad hacia el compañero se exige como único camino al éxito.
Desde el silencio abrió el concierto “Somnis de Calaix”. Primeros compases de solo Bernat Company a la batería. Bombo, caja y timbales resuenan en toda la sala y una ecualización y sonoridad perfecta de la percusión llega al auditorio. Puro power pop y toda una declaración de intenciones. Sigue el bajo de Guillem Cerdà. Continuo, sencillo y claro que sirve al técnico de sonido para cerrar los parámetros definitivos. Turno para la guitarra de Marc Grasas. Acordes, riffs y sonido americano, aún más que su camisa. Su Strato suena limpia, primeros usos de palanca y escogidos efectos de trémolo. Ligera distorsión que hace por momentos punk e incluso psicodélica la sinuosa melodía del tema central. Y aparece la voz de Pep Suasi. Segura, decidida y afinada desde el inicio. Valiente decisión la de estrenar la voz con un tema tan exigente.
Diego Ingold ya ha comenzado a combinar acrílicos, acuarelas y tinta china en una obra que se proyecta al fondo del escenario. Ingold termina su primera obra collage cuando lo hace la canción, y firma con su título. Así será el resto del recital.
Diego Ingold, en su discreta pero visible atalaya, tenuemente iluminada, ya ha comenzado a combinar acrílicos, acuarelas y tinta china en una obra que se proyecta al fondo del escenario. Coordinación temporal perfecta. Ingold termina su primera obra collage cuando lo hace la canción, y firma con su título. Así será el resto del recital. Pequeños cuadros en forma de carátulas de single que se irán sucediendo a lo largo de cada tema del repertorio. Una propuesta visual que sorprende y celebra el público.
La banda está cuadrada, compenetrada, todo en orden. Y Pep Suasi respira hondo, se dirige a la platea y agradece la presencia de todos y cada uno de los asistentes. Nos avisa del carácter íntimo, diferente y casi experimental del formato de la noche. Y así será aunque despistó el energético, potente y rockero tema inicial, perteneciente al último disco nacido hace escasos meses. Eso sí, a un tempo algo más pausado que el de estudio. Le sigue “Equilibrista Emocional”, de su anterior disco, y las pulsaciones iniciales se rebajan. Unas primeras estrofas donde sólo están presentes la guitarra acústica y la voz del cantautor palmesano, que suena clara, nítidamente natural y sin adornos ni florituras innecesarias. Pep domina a la perfección la técnica de micro y conoce tanto su registro que su canto jamás parece forzado ni exigido. Y eso lo dan más de treinta años sobre escenarios estrenados con Fora d’es Sembrat a finales de los ochenta. De aquella banda aún le acompaña Cerdà, amigo e inseparable compañero de batallas musicales. Siempre sobrio y discreto con las cuatro cuerdas. Pero efectivo y casi infalible. Lo que se le pide a quien sabe que lleva la banda. Marc Grasas acierta plenamente en la sonoridad escogida por sus guitarras. A pesar de su sonido tan noventero y esa forma de tocar que recuerda el toque y técnica de Enrique Urquijo, Sabino Méndez o Antonio Vega, no transmite demodé ni nostalgia por aquellos tiempos. Qué gusto y control tiene el de Barcelona. Cuánta elegancia, discreción y delicadeza en sus dedos.
Con “M’Inventaria” aparece lo que será una constante en el resto del repertorio y uno de los grandes aciertos en los arreglos de los temas de Suasi. Su cuidado, trabajado y total atención e importancia de los coros en los estribillos. La voz de Marc Grasas empasta perfectamente con la principal, a veces doblándola y otras armonizándola con exquisitez. La cuarta propuesta de la noche, “Ets una Constant”, nos transporta a ese rock chicano que en catalán suena sorprendentemente delicioso en un tiempo medio. La palanca de la Fender hace el resto. “Petits Detalls” es una maravilla de su disco Equilibrista Emocional, y se nota que Suasi disfruta cantándola. Seguramente por ello le preceden sus agradecimientos a los que le quieren y le han ayudado. Alegre, bailable y fresca, siempre llega cercana y familiar. Muy nostra.
Pep ya no canta lo que vende, ahora vende lo que canta. Un gran letrista con alma de poeta que usa la música, desde el rock o el pop hasta un clásico vals, como mero instrumento de lo quiere contar y no como finalidad para exhibirse.
Y qué decir de la siguiente, “Cavaller”, nacida de los cuentos que en Pep inventaba para su hijo antes de dormir. Esta faceta compositora y creadora que Suasi confirma plenamente en su último disco deja claro que estamos ya ante un cantautor en esencia. A la quinta quizás tenía que ser esa esencia tan buscada en sus inicios escolares. Ya no canta lo que vende. Pep vende, ahora, lo que canta. Un gran letrista con alma de poeta que usa la música, desde el rock o el pop hasta un clásico vals, como mero instrumento de lo quiere contar y no como finalidad para exhibirse. Y es por eso que no sorprende ni chirría el paso parcial o total por estilos como el folk o el punk. Puede sonar a juego infantil, incluso a una nana, pero no resulta cursi. En “Cavaller” la voz le suena grave, limpia y redonda, posiblemente su tesitura más cómoda. Es el momento más íntimo del recital. En el ecuador de un repertorio que ya hasta el final se volverá cada vez más roquero y guitarrero.
Recuerdan el “Satisfacció” de hace diez años, y los nuevos músicos mejoran aún más el temazo incluido en 07;03 AM. Marc recurre puntualmente a la tecnología midi y transforma sus seis cuerdas en un logrado y efectivo piano eléctrico que acompaña a la séptima ilustración de Ingold, proyectada al fondo del escenario donde el público asombrado puede contemplar paso a paso el proceso creativo del ilustrador que cierra y firma justo en el último golpe de bombo de Company.
Llega la deliciosa balada “Carrer Amor” tras presentar al artista. Discreto, a lo suyo, como uno más de la banda aunque use pincel, tubos de pintura o tinta en lugar de púas, baquetas o slides. Suasi continua mostrando al público su último trabajo ofreciendo “Exèrcit de Somiadors”, un medio tiempo pop con ese aire mediterráneo que ni siquiera la técnica slide tan presente evita. Destacar el solo a lo My Sharona brillantemente ejecutado. El gran Tomeu Penya haría suyo este tema. Una fusión resultona de country y folclore mediterráneo que sigue funcionando en “El Món L’espera” donde la guitarra steel acapara casi todo el protagonismo. Fascinante y delicada la ejecución de Grasas. Otro tema más de su álbum anterior Equilibrista Emocional, el elegante “Vals de Na Maria”, y se anuncia que la velada debe ir finalizando. Es lo que tiene un toque de queda.
Pocos han sido los que han podido disfrutar en directo «Que Triomfi Sempre l’Amor». Un auténtico temazo. Redondo y potente que sólo le hace justicia el directo.
Y cómo no, los dos grandes éxitos de Que Triomfi l’Amor son los escogidos para cerrar la ya noche andritxola. El single que da nombre al disco inicia un bis que cierra, como no podía ser de otra manera en Sa Teulera, “A la llum de la Lluna”. Pocos han sido los que han podido disfrutar en directo “Que Triomfi Sempre l’Amor”. Un auténtico temazo. Redondo y potente que sólo le hace justicia el directo. Escuchar el bombo continuo de Bernat Company a través de miles de watios es un golpe tras otro en el pecho, directo al corazón, donde apunta una canción que ya suena a clásico de la banda.
Me obligo a escuchar con auriculares las últimas novedades musicales que ya sólo nos llegan a través de una pequeña pantalla de móvil en momentos donde no hay más. Intento no perderme esos sonidos más graves imperceptibles desde los pequeños altavoces de nuestros dispositivos electrónicos. Me interesan mucho los bajos, sean a través de un pie golpeando un pedal o de una yemas pinzando la quinta de un contra. Pero nada suena ni transmite como el directo, ni siquiera cuando es acompañado por un maravilloso videoclip que el cineasta Toni Bestard se encargó de dirigir transformando en imágenes una composición bien producida en estudio, pero que se convierte en brutal en vivo. Presentada la banda de Suasi, es ahora Pep quien se despide con “A la Llum de la Lluna”. Suena a himno generacional desde sus primeros compases y palabras. Recuerdos de pubertad y juventud en sus veranos de Sant Elm. Sueños sobre la arena en atardeceres frente al mar y primeras emociones adultas bajo su luna que cae sobre Dragonera. No hay mejor lugar que Andratx para escoger ese tema como colofón a una velada exquisita, bella, sincera y emotiva sin pretenderlo. Un gusto de sesenta y cinco minutos que el público asistente agradeció sinceramente, y con total justicia, a cuatro músicos y un pintor.
Joan
23 abril, 2021 - 16:07 h.Magnífico el trabajo de Tomeu Marroig, en la composición musical.