El «Rock and Ríos» en directo 41 años después

Como dijo Lorenzo Santamaría después de haber sido invitado a cantar un tema con el artista granadino: ‘Miguel Ríos supo aguantar el tipo con el rock mientras otros caímos en lo comercial y cantábamos canciones de amor. Eso es digno de admirar y hay que reconocérselo’.

Santamaría fue uno de los artistas locales invitados a participar en el concierto de estreno de la gira del cuarenta aniversario del influyente disco en directo Rock and Ríos (Universal Music Spain, 1982), que arrancó el pasado sábado en Son Fusteret, Palma. Esto de invitar a artistas locales es un gesto que se repetirá en las otras catorce ciudades españolas por donde pasará esta gira, que terminará a mediados de noviembre en A Coruña. En estos conciertos, Ríos se propone repetir el repertorio exacto de aquel disco, con nuevos arreglos y algunos cambios en las letras, pero el espíritu intacto.

Miguel Ríos estuvo muy comunicativo con el público desde el primer momento. ‘Es muy emocionante cantar con amigos’, ‘somos yonquis de vuestros aplausos’ o ‘parece que sólo tengo 78’ fueron algunas de sus proclamas y bromas. Entre los guiños al público balear, una estrofa completa del «Bienvenidos» en catalán o el cambio en la letra de «Año 2000» por ‘no habrá vida en el Mediterráneo’.

Siguiendo con el repertorio, fueron apareciendo los músicos locales invitados, una lista compuesta por el ya mencionado Lorenzo Santamaría, el guitarrista Toni Pastor, Jaume Anglada, Carolina Cerezuela y José Cerro, de Foraster.

Por orden de intervención, el cantautor palmesano Jaume Anglada fue el primero en aparecer para interpretar «El Blues del Autobús», en la que ya fue la cuarta vez en diez años que sube a cantar invitado por el granadino, quien a su vez también canta un tema en uno de los discos del mallorquín. Ríos le presentó como ‘gran compositor y mejor persona’ y le despidió con un ‘te queremos, eres la leche, tío’.

Anglada: ‘Ríos es puro corazón y puro rock and roll. Está en un momento increíble, a punto de cumplir 80 años, da trabajo a mucha gente y sigue manteniendo la esencia del rock en la que cree firmemente’.

Para el tema siguiente, «El Río», subió la actriz y cantante Carolina Cerezuela, que habitualmente forma dúo con el anterior, Anglada. Nos pareció que estaba bellísima, a quien firma y, sin duda, a Miguel Ríos, que la agarró bien por la cintura cada vez que se abrazaron durante la actuación. Una intervención que les quedó muy bien, salvo en algunos momentos donde la voz de ella desaparecía por problemas técnicos.

Varios temas después, Ríos llamó a su ‘ya amigo’ Toni Pastor, para quien el Rock and Ríos supuso un antes y después en su concepción del rock. Cuando se publicó, se lo aprendió de memoria de arriba a abajo, todos los instrumentos y sus arreglos. Eligió «Reina de la Noche», en el que ha sido uno de los momentos más emocionantes de su carrera como guitarrista, asumiendo el peso instrumental.

Dos canciones después, el granadino se mostró sorprendido por la elección de «Al Andalus» por parte de José Cerro, cantante de Foraster, quien la prefirió ‘por asemejarse a su estilo de rock con tesituras flamencas’. Y ahí el felanitxer se entregó por completo, disfrutando de la oportunidad. Llama la atención la implicación personal de Ríos en la invitación a Cerro, a quien descubrió después de visionar personalmente los directos de la pasada edición del Concurso de Pop Rock del Ayuntamiento de Palma, según nos confirmó el interesado, y le propuso participar porque le había gustado la energía que transmitía en el directo.

Al filo de «Los Viejos Rockeros Nunca Mueren», Ríos se cambió la cazadora verde inicial para vestir una estampada con calaveras mexicanas, que utilizó para referirse a sus ídolos y referentes, ya fallecidos, pero vivos eternamente a través de sus obras: Big Mama Thornton, Elvis, Little Richard, Fats Domino, Janis Joplin o Lennon y McCartney.

De rockero a rockero

‘Cincuenta años, cada uno por su camino, y no habíamos coincidido nunca a pesar de ser muy afines espiritualmente’, nos explica Lorenzo Santamaría, a quien una semana antes le había salido una fiebre en el labio soñando con el momento.

Apareció con gafas negras de sol para cantar el «Rocanrol Bumerang», ‘una canción con mucha fuerza’. Santamaría nos relata: ‘esperaba encontrarle nervioso, por el estreno de la gira, como me habría pasado a mí, pero al contrario, le encontré muy sencillo, muy centrado, nada tiquismiquis, como somos muchos artistas’. Al acabar la canción, Santamaría le recomendó probar las ensaimadas con sobrasada ‘porque son droga pura’.

El desgaste físico

A pesar de haber anunciado su retirada en 2011, Ríos siempre ha encontrado ocasión para volver, hecho que sus seguidores aprecian y agradecen. Aunque durante el concierto tuvo algún despiste, lo solventó con naturalidad, veteranía y buen humor. Y es que a las dos horas de actuación hay que sumarle otras cuatro horas, por la tarde, de ensayo y prueba de sonido con los músicos locales invitados. Un esfuerzo importante que le honra, no en vano acaba de cumplir 79 años en junio (Santamaría 77 en febrero).

La última, antes de los bises, «El Himno a la Alegría», momento en que los hipsters sexagenarios del público iluminaron la escena con las linternas de sus móviles y se creó un instante de bonita hermandad, todos cantando. Muchos, más de la mitad, habían levantado la mano cuando Ríos preguntó si habían asistido al concierto original, cuarenta años atrás.

Entre los bises, versiones como «Sábado en la Noche», «Mueve tus Caderas» o «Maneras de Vivir».

El Rock and Ríos marcó un antes y un después en el rock español. Se grabó en directo en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid, hoy Wizink Center, en marzo de 1982. El concierto original fue emitido un mes después por la primera cadena de TVE y sus temas sonaron en la radio a todas horas. Fue un disco tremendamente influyente, tanto que muchos músicos lo tuvieron como referente y algunas fuentes lo destacan como el más vendido en España dentro de su género, el rock.

Los músicos

El directo de esta gira cuenta ya con su versión disponible en las plataformas y responde al concierto conmemorativo Rock & Ríos and Cía, 40 Años Después. Celebrado y grabado en el Wizink Center de Madrid en marzo de 2022, el artista reunió a todos los músicos originales para la ocasión, excepto a los dos que ya habían fallecido.

De todos ellos, el único que sigue actualmente en la gira es el guitarrista ‘decano’ John Parsons. El equipo se completa con la atenta producción y dirección artística de Carlos Narea; José Nortes, quien ha producido los últimos discos del granadino, a la guitarra; Luis Prado, con quien lleva tocando quince años, al órgano y el piano; Basilio Martí al teclado; Daniel Griffin a la batería; Jorge Ruiz, a quien despidió como profesor de guitarra para que pudiera acompañarle en esta gira, al bajo, y Pablo Narea, el más joven de la banda, a la segunda batería.

Entre el público, menorquines de Maó y Ciutadella que habían viajado expresamente para no perderse el acontecimiento. También músicos locales, como Juanito Percha (and the Stingrays), Miquel Marqués, (Negrei3Colors, Voicello, Pullman, La Fiesta Calavera…), Ginés Valverde (ex-Interminables, Do Natural, S’Estol de Gerricó) y activistas como Xavier Pastor, cofundador de Greenpeace España; el militante sociocultural Tomeu Martí o Juan Antonio Forés Pinxo, creador del blog musical MallorcaNochentas.

⬆ A destacar y aplaudir: que Miguel Ríos invite a artistas locales a compartir escenario en cada ciudad, con el esfuerzo adicional que le supone ensayar con cada uno en las horas previas al concierto y el desgaste que eso conlleva, cuando lo fácil sería ir a lo cómodo y no complicarse la vida. En ese sentido, demuestra ser muy generoso.
⬇ A mejorar: los ajustes del sonido en las intervenciones locales. En algunas ocasiones, hasta alcanzar medio tema no se oía todo correctamente. Y otro aspecto criticable es la norma, desafortunadamente habitual en muchos conciertos, que solo permite a los medios tomar fotos durante las tres primeras canciones. De ese modo nos quedamos sin poder retratar y mostrar la participación de los músicos locales.