Alcudia, sábado 8 de octubre de 2022
Concierto de Nick Lowe en el Auditori d’Alcúdia
Rigurosamente, como buen británico, a las 20:30 h. Nick Lowe hacía aparición sobre el escenario del Auditori d’Alcúdia armado únicamente con una fenomenal guitarra acústica, sabedor de que no necesita más que eso para defender su exquisito repertorio. Las primeras filas, ocupadas mayormente por músicos y aspirantes, ya daban buena muestra del carácter ceremonial y la importancia que tenía su esperada primera visita a nuestra isla.
Desde el primer minuto dio la sensación de que éramos unos absolutos privilegiados los que pudimos asistir a la master class de un genio de la composición como él. Los primeros acordes de «Man That I’ve Become» sirvieron para abrir la velada y, con la serenidad y sabiduría de alguien que lleva años cuidando su repertorio como oro en paño, paso a «People Change». Antes de abordar «Long Limbed Girl», aprovechó para agradecer al público su asistencia y también para reconocer que nunca antes había estado en Mallorca.
Consciente del valor de su propuesta musical para los asistentes, advirtió de que no venía a contar largas historias entre canción y canción. Que lo importante eran las canciones y lo que todos queríamos ver era precisamente eso, como se defienden sobre el escenario esas joyas de tres minutos que él compone como pocos. «Lay it On Me Baby», publicada hace apenas dos años sirvió para recordarnos que no vive del pasado, que sigue sacando frecuentemente del horno canciones atemporales y eternas, a pesar de que el mundo haya cambiado y mire hacia otro lado. Ya con la voz más templada, nos quiso regalar su particular y exquisito cover de «Heartbreaker», de sus admirados Bee Gees. Excepcional composición que en su voz suena con más sentido incluso que la original, que ya es decir.
Composiciones soberbias, llenas de magia, iban volando nuestras cabezas una tras otra… De la interpretación ya ni hablemos. Dominio absoluto del espacio y el tiempo, todos los matices vocales controlados al milímetro, con extrema sensibilidad y esa guitarra acústica sedosa que lo envolvía todo como si de una orquesta se tratase.
Composiciones soberbias, llenas de magia, iban volando nuestras cabezas una tras otra, mientras en esas primeras filas los músicos locales seguíamos sin pestañear, lápiz en mano, fantaseando con la posibilidad de hacer algún día una canción casi a la altura de las que Low compone (cualquiera que haya intentado componer sabe de qué hablo). De la interpretación ya ni hablemos. Dominio absoluto del espacio y el tiempo, todos los matices vocales controlados al milímetro, con extrema sensibilidad y esa guitarra acústica sedosa que lo envolvía todo como si de una orquesta se tratase.
Llegó su «Far Celestial Shore», el temazo que compuso para Mavis Staples y que introdujo con la pertinente explicación del asunto, justo antes de atacar su esperado «Cruel To Be Kind», imprescindible en su repertorio, que sonó brillante y delicada en este formato tan íntimo. «Trombone», otro de su temas más aclamados de su segunda época, y «Without Love», con su característica cadencia folk de raíces americanas, le sirvieron para darnos pistas de que nos acercábamos a la última parte del concierto. «Peace, Love and Understanding» lo confirmó. Cerró el set con «I Knew the Bride» a ritmo de genuino Rock’n’Roll Old School y, como si todo hubiese sido un sueño, se retiró del escenario ante los aplausos de un público totalmente rendido y entregado que insistió en hacerle volver. Con la generosidad de alguien que valora que muchos decidiésemos acompañarle esa noche, no lo dudó y se colgó de nuevo la guitarra para incluir dos temas más fuera de carta: «When I Write a Book», de los seminales Rockpile, y «Alison», de su amigo y compañero de batallas Elvis Costello, que puso el broche de oro al concierto.
Fue una noche para guardar en la memoria de los asistentes de aquí a la eternidad. Noventa minutos, que parecieron diez, llenos de magia, melodías y acordes fabricados por este genio atemporal, artesano de pop exquisito y sublime. ¿Me habré dejado algún adjetivo para definir lo que vivimos el sábado? Solo los que estuvimos allí podemos opinar. Haber venido.
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