
Palma, viernes 9 de septiembre de 2022
I Semifinal del Concurso Pop Rock de Palma 2022 en Ses Voltes
Una buena primera semifinal, pero con escaso público
La primera semifinal del Pop Rock nos dejó un buen sabor de boca, aunque no del todo completo. El ambiente distendido y la camaradería reinaron en una jornada donde solo echamos en falta mayor afluencia de público, y aquí tenemos un problema que conviene no pasar por alto. El Pop Rock ofrece una gran jornada de música, con lo mejorcito de la cantera local, totalmente gratuita y en un escenario inmejorable. ¿Cómo es posible que con estas condiciones el recinto no se llene? ¿Realmente la música no interesa a los palmesanos? Esta última es una pregunta absurda a tenor de los datos de afluencia a conciertos y festivales este mismo verano, donde se han alcanzando cifras récord.
Entonces, ¿qué está fallando? Sinceramente, creo que el Ajuntament de Palma tiene una asignatura pendiente en cuanto a la organización de este certamen, y dicha asignatura es la promoción del mismo. El éxito no se puede medir solo por el nivel de participación, reto más que superado desde la vuelta del Concurso. Hay que añadir a la ecuación la presencia de público, o dicho éxito no será completo. Sobre todo ahora que no se puede utilizar la pandemia como excusa. Si hay algo que el consistorio puede hacer por los artistas, más allá de otorgar jugosos premios y facilitar el contacto con disqueras, salas y festivales, es tratar de llenar el aforo donde van a actuar los músicos, para que gran parte de la ciudadanía, y no solo la gente del mundillo, pueda conocer a estos artistas «emergentes». Con una buena y efectiva promoción, que atraiga a numeroso público, podría quedar un certamen redondo. Aún queda la final del día 24 de septiembre para intentar remediarlo.
En otro orden de cosas, la organización anunció que la miembro del jurado Esther Recio, que forma parte de la dirección artística del Mallorca Live Festival, quedó excluida del mismo por no poder personarse en las semifinales. El proceso se desarrollará con total normalidad con los 3 miembros restantes: Sebastià Alomar (director del MoboFest y cofundador de la revista S’Altra Música), Sebastià Rosselló (músico desde 1998 y creador de la discográfica Primeros Pasitos) y Julieta Sol (cantante, rapera y semifinalista del concurso Madcool Talent). El día de la final se incorporará el periodista musical Ángel Carmona (periodista y director del programa «Hoy empieza todo» de Radio 3), tal y como estaba previsto.
MODEL SLAVES
A Model Slaves les tocó la difícil papeleta de abrir el certamen. A las 19 h., con el sol aún pegando fuerte en el escenario y todavía escasísimo público en Ses Voltes, esta banda de post punk y shoegaze tuvo que lidiar con estas condiciones de la mejor forma que pudo. Víctor Palacios, compositor de las letras, se mostró voluntarioso a la voz y el bajo, secundado por Tolo Fornés a la guitarra y sintetizador, Xisco Rosselló a la guitarra y Pep Lluis Palmer a la batería.
El grupo nos ofreció una selecta muestra de su repertorio, con temas interesantes, enrevesados (en el buen sentido) y algo oscuros, que nos remitieron a sonidos populares de finales de los 80. A destacar el gran protagonismo del bajo, que sonó francamente bien, con buenos momentos de distorsión de las guitarras.
SMOOCH
Empezaba a animarse tímidamente el ambiente en Ses Voltes cuando le llegó el turno a Smooch, un grupo de soul y funk formado por el norteamericano Matt Crosset (voz y guitarra), Facundo Fernández (bajo), Iñaki Guardiola (teclados y voz) y Lucio Medor (batería).
Arrancaron con un tema con inequívoco sabor a soul, seguido de otro más bailable y pegadizo. Sonido muy agradable al oído, muy bien orquestado, destacando el bajo, muy dinámico, el buen desempeño vocal de Matt y los juegos vocales entre Matt e Iñaki. El tercer tema les llevó a un terreno más funky, aunque sin perder la esencia soul, con coqueteos con el reggae en algún pasaje. El último tema viró hacia un sonido más oldie, llevándonos de viaje a los lejanos años 70. Para entonces ya había algo más de público en Ses Voltes, y la banda contribuyó a animar a los tímidos espectadores que se acercaban al escenario. En definitiva, buena sesión de Smooch, aunque no podríamos calificar su música como especialmente innovadora.
BLACK SEA DELUGE
Y hablando de innovación y originalidad, puede que los Black Sea Deluge sean uno de los grupos más destacados del concurso en este aspecto. Se trata de un dúo que practica una suerte de garage rock bailable, aderezado con psicodelia y ritmos electrónicos. Está formado por el madrileño Gurri Campuzano a la batería y los sintetizadores y por el sudafricano Gareth Hall, oriundo de Ciudad del Cabo, al «diddley bow», un instrumento eléctrico de dos cuerdas fabricado por él mismo que utiliza una cuerda de guitarra y otra de bajo. Según han manifestado, tuvieron que darle muchas vueltas a su propuesta para conseguir ensamblar el sonido agresivo del diddley bow con la batería y los ritmos electrónicos.
Su sesión constó únicamente de 3 temas, debido a la larga extensión de los mismos. Lo que vimos fue una propuesta muy original y atractiva, transmitida con energía y explosividad a pesar de ser solo dos músicos sobre el escenario. Temas largos, agresivos e hipnóticos que nos atraparon sin remisión. La buena pegada a la batería de Gurri junto a la distorsión atronadora del diddley bow de Gareth se complementan muy bien con los ritmos electrónicos, los cuales aportan un aire más denso y completo a su sonido. En este aspecto, se notó que la propuesta estaba muy bien trabajada. La voz de Gareth no es portentosa, pero cumplió de sobra con las expectativas.
PLAN-ET
Plan-ET es la propuesta del joven manacorí Jaume Forteza, quien estuvo acompañado sobre el escenario por DJ Cari. Practica una música urbana a caballo entre el trap y la música electrónica, mayormente en catalán, con algún tema en castellano. Como suele ser habitual en el género urbano de nuestros días, la voz llega completamente distorsionada, cargada de efectos tipo «autotune», envuelta en una música que puede resultar estridente para oídos adultos o poco habituados a la misma.
Plan-ET nos ofreció un repertorio compuesto por temas animados, algunos bastante pegadizos, aunque con un flow más bien tranquilo. Buen nivel de rapeo, con descaro, destacando los momentos a dos voces junto Dj Cari. El último tema fue el más agresivo de su actuación, con unas bases techno muy potentes y el autotune fuera de control. Sin duda fue la sesión más «animada» de la noche, la que más hizo bailar y la que más gente joven atrajo junto al escenario, mientras en el fondo los adultos nos mirábamos con cara de no entender nada de lo que estaba pasando.
CADMUS
Como la propia banda tuvo a bien explicar, el nombre del grupo proviene de la mitología griega, fuente de inspiración para algunos de sus temas, como «Orpheus». La banda está formada por Aleix Pasqual (guitarra y voz), Viso Rotger (guitarra), Lluís Rotger (bajo), Aina Forteza (teclados) y Josep Méndez (batería y voz).
Cadmus posee algunas canciones realmente buenas, envueltas en un pop tranquilo, pausado, cercano al Dream Pop, con tintes melancólicos y letras en inglés. Su actuación no estuvo mal, aunque deben mejorar su directo. Los teclados aportaron intensidad y la batería sonó potente, pero le faltó un poco de cohesión al conjunto, pareciendo en algunos momentos que cada instrumento sonase algo desapegado del resto.
FORASTER
Y llegó el turno de una de las sorpresas de la noche, Foraster, la banda procendente de Felanitx y Santanyí con José Cerro en la parte vocal, Miguel Torres a la guitarra, Toni Fiol al bajo, Jaume Amengual a los teclados y el conocido Joan Roig, guitarra y cantante del grupo Saïm, a la batería. Foraster practican una especie de noise con tintes psicodélicos, con una puesta en escena bastante teatral gracias al vozarrón y a la encomiable actitud de José Cerro, que le pone ganas, corazón y lo que haga falta.
Noise del bueno, con Joan Roig aporreando la batería sin piedad y José cantando de manera muy histriónica, como una suerte de Raphael hardrockero sin el amaneramiento del de Linares. La banda sonó muy potente y cohesionada, creando un verdadero muro de sonido a su alrededor. No solo iban sobrados de energía y actitud, sino que en su repertorio se incluían temas francamente buenos que hicieron las delicias de los aficionados a los sonidos más duros. Una grandísima actuación dotada de intensidad y garra.
BAD SHADES
Finalistas en el Pop Rock 2020, los Bad Shades salieron con la clara intención de meterse de nuevo en otra final. Casi dos años después de aquella actuación en Es Gremi, la formación de Kike Suasi (voz y guitarra), Juan Andreu (guitarra), Berto Meana (bajo), Tomi Solbas (batería) y Toni Sbert (teclados) se percibe más hecha y curtida que entonces. Siguen practicando el mismo estilo a caballo entre Dylan y los Stones más sureños, pero ahora tienen a un teclista que aporta mayor riqueza al conjunto.
No estamos ante un grupo de temas facilones sin personalidad. A los fans de la Americana les encantará su estilo, a los no iniciados les costará un poco más entrar en su rollo, pero lo harán, porque lo que hacen lo hacen muy bien. Comenzaron su actuación con un medio tiempo de aires country. El sonido se notaba bien trabajado, compacto, muy bien ensamblado. En el tercer y cuarto tema cantó Juan Andreu, guitarrista de la banda, lo cual sirvió para desengancharnos del deje dylaniano de Kike Suasi y refrescar la propuesta. El piano sonaba sucio y muy interesante, como de tugurio de Nueva Orleans o cantina del viejo oeste. Cerraron con «What a Hell of a Night», un temazo intenso y pegadizo que sonó de lujo, finalizando su actuación a gran altura.
MARC MAS Y AMIGOS
Marc Mas fue el último de los semifinalistas en actuar. Batería y voz alternativa en Bilo, esa banda donde sortean las posiciones antes de salir a escena, se presentó al concurso con sus propias composiciones, aunque acompañado por dos miembros de su banda que también han colaborado en la grabación de los temas. De este modo, la formación que subió al escenario estaba compuesta por Marc Mas a la voz y la guitarra, Driss Stadig (guitarra y voz en Bilo) al bajo y Tomi Solbas (teclados en Bilo y batería en Bad Shades) a la batería.
Las canciones de Marc son muy melódicas y tienen un estilo de otra época, incluso atemporal. En su repertorio encontramos temas en catalán, castellano e inglés. La banda se mostró muy desenfadada sobre las tablas, al más puro estilo Bilo. Marc comenzó al teclado para pasar a la guitarra en el siguiente tema. Nada mal en la parte vocal, se complementó bien con Tomi Solbas cuando este intervino como segunda voz. A destacar «Nena», un tema de aires brasileños con sabor a bossa nova, y el tema que cerró su actuación, con el bajo sonando potente y profundo mientras los músicos creaban verdaderas filigranas sonoras.
AMULET (artista invitado)
Para finalizar la noche tuvimos la actuación de Amulet, ganador de la edición del pasado año del Pop Rock. Aunque el año anterior ganó en solitario, para esta actuación se presentó con su banda, formada por Sílvia Rechac a los teclados, Miquel Bennàssar al bajo y Pere Joan Company al banjo, aparte del propio Toni Mulet a la voz, la guitarra y el bombo.
De este modo pudimos disfrutar de las intensas y entrañables canciones folk que ya nos enamoraron hace un año, pero en un formato más lujoso. Si bien sabemos que es capaz de defender sus temas con la mera ayuda de una guitarra y un bombo, estos suenan mucho más potentes en formato banda, sobre todo cuando la misma se presenta tan firme y bien engrasada como el viernes pasado en Ses Voltes.
En cuanto a su repertorio, Amulet nos ofrecieron algunos temas conocidos de su último álbum, Un desert de colors, y también nos adelantaron alguno de los nuevos temas del disco que están preparando. Aguardamos sus novedades con sumo interés.
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