Palma, sábado 18 de noviembre de 2023
Segunda jornada de Es Gremi Sounds 2023 con Siloé, Niños Luchando, Monteperdido, Ombra y Tres Piezas
El trío de Valladolid pone todo patas arriba e invita a bailar al público
El plato fuerte de la noche del sábado en el aniversario de Es Gremi venía de la mano de los vallisoletanos Fito Robles (voz), Xavi Road (guitarra) y Jaco Betanzos (batería), más conocidos como Siloé.
Me atrevo a decir que era su cuarta vez en la isla. La primera en 2016 con, literalmente, cuatro personas en el público que bien levantaron la mano cuando Fito pidió si había alguno de esos cuatro fans entre los asistentes de esa noche.
Las otras tres citas con la isla las han tenido este año 2023, en la sesión pre Mallorca Live Festival de Porto Pi; en las fiestas del Rei en Jaume de Santa Ponça y, la última, y muy merecida, en el 20 aniversario de Es Gremi, como ya adelantaba aquí hace unas semanas.
Ya desde el primer momento se intuía lo que iban a deparar las siguientes horas. Buena música, mucho ritmo y una entrega absoluta por ambas partes: grupo y público.
Salió la banda, se encendió un foco que apuntaba a un mini escenario improvisado en mitad del local, Fito bajó del escenario principal y se posó bajó la luz que le daba un toque de lo más bíblico: el Mesías que viene a cantarnos «La Verdad». Porque, como bien cuenta, «sería más fácil comenzar por la verdad» y así, en acústico, dio comienzo a las primeras notas.
Siguieron canciones, ya en el escenario grande, como «Sangre en las venas», «Sombra de ti» y «La niebla» y, de repente, llega uno de los platos fuertes de la noche: «La oposición», indiscutiblemente una de las mejores canciones del disco y del grupo.
Siloé aparece en el escenario con uno de los directos más emotivos y emocionantes del panorama musical, y lo hace para quedarse.
Llegamos así hacia la mitad del concierto, dejando patente que tenían al público en el bolsillo, dispuesto a hacer todo lo que ellos pidieran. Los vallisoletanos están hechos para disfrutarlos, y lo saben. Por eso se muestran cercanos, sinceros, caraduras y con un humor ácido no apto para todos los públicos que los convierten en una gran banda de pop-rock muy singular.
Porque sobre ese escenario «todo tiene sentido, aquí todo vale la pena», y ese sentido vino de la mano de dos verdaderos temazos: «Esa estrella» y «El poder». Dos bombas de relojería que, si te paras a escuchar la letra, te erizan la piel y ya te quedas a vivir en sus canciones para siempre. Porque ese es el «efecto Siloé»: si entras en su música, sobre todo cuando les ves en directo, ya no consigues salir.
Y embebidos con su música nos hallábamos todos cuando, en un arrebato, Fito vuelve a subirse al escenario pequeño en mitad del público e, igual que empezaba la noche, solamente con una guitarra acústica en mano, disparó tres cañonazos no aptos para corazones sensibles: «Solo estás tú», por la que le brindó palabras bonitas al público sobre David Otero, con el que forma dueto en esta canción y coautor de la misma; «Luna menguante» y «Súbeme al cielo». Esta última coreada por todos hasta el final.
Vaya si nos subieron al cielo. Su energía inagotable hizo que el público estuviera conectadísimo en todo momento a la noche del sábado de Es Gremi Sounds, y eso que aún quedaba mucha noche por delante.
Vinieron luego «Minas de sal», «Haz que merezca la pena» y «Nada que se parezca a ti», trío de canciones que terminó con una improvisación de la conocida «Song 2» de Blur a modo de mini descanso, durante el cual Fito salió del escenario para volver a entrar a los pocos minutos y rematar con las últimas cuatro canciones lo que fue un concierto perfecto.
Llegaban entonces «Levita y ve», «La vida que me das» y, perdón por la expresión: dos bombazos del último disco. «Si me necesitas llámame», el primero de ellos, fue usado por el público para cantárselo a quien tenía más cerca, a modo de himno al amor y la amistad. Aunque también se aprovechó el momento al máximo y, banda y público, todos compenetrados, cantaron a pleno pulmón lo que, estoy segura, acabará siendo un himno:
¿Qué tal si mandamos a todos a tomar por culo?
Y ya poniendo el broche de oro a una noche perfecta, llegó el esperado «Todos los besos», canción que corona a la banda como una de las promesas del panorama nacional.
Ya hablé hace un tiempo de la alegría que me producía verlos triunfar de esta manera. Después de seguirlos durante años, de creer que muchas de sus canciones tenían un nivel a la altura de pocas bandas, siempre pensé que merecían llegar a oídos de todas las personas que aman la música.
Porque Fito es un contador de canciones, y ese tipo de personas son las que valen la pena en el mundo musical.
Solo puedo añadir una cosa más al resumen de lo que fue la noche: ¡Siloé al escenario principal del Mallorca Live ya!
Pero Siloé no fueron los únicos que se subieron al escenario.
El pop canalla de Tres Piezas abría la noche en la Sala 1 con Pau Forner al micro, Gabi Bonet a la guitarra, Carlos Riera a la batería, Javi Rosselló a la guitarra acústica y David Fernández-Corroto al bajo.
Más tarde encontramos, en la Sala 2 a los nuestros queridos Ombra, grupo formado por Mireia Flores a la voz y la guitarra, Toni Matas a la guitarra, Joan Miquel Matas al bajo y Alberto Collazo a la batería. Grupo local de gran trayectoria que nos demuestra, una vez más, el talento que tenemos en Sa Roqueta.
Los siguientes en actuar fueron los granadinos Niños Luchando, el grupo de Javier Bolívar, en su primera visita a la isla tras la publicación de Territorio (Raso Estudio, 2023), su primer larga duración. Su mezcla de indie con electrónica y letras oníricas atrajo la atención del público y lo mantuvo enganchado a este novedoso proyecto.
Y por último, y antes de que Siloé saliera al escenario, actuó en la Sala 1 Monteperdido, banda formada por Bego Gómez (voz), Tomás Rey (guitarra y coros), Diego López (guitarra y coros), Willy García (bajo) y Daniel Lluch (batería) que se define como grupo pop feminista, sin filtros ni tapujos.
La noche terminaba con la sesión de Notodoesindie, y bien claro nos quedó que «no todo es indie» cuando tenemos bandas tan diversas, locales y visitantes, que nos muestran mundos completamente distintos, pero con algo importante en común: el amor por la música y las ganas de hacer disfrutar al público.
Porque, como cantan los de Valladolid en su último disco: este aniversario de Es Gremi ha sido «un viaje que merece la pena».
Felicidades Es Gremi, a por otros veinte años más de conciertos y de cumplir sueños de amantes de la música como esta servidora.
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