Asistimos al renacimiento musical de los hermanos Reid y su audaz experimento sintetizado en su octavo álbum de estudio
En el mundo de la música, las sorpresas a menudo vienen de donde menos las esperamos. Esta vez, nos llega con el último álbum de The Jesus & Mary Chain, titulado Glasgow Eyes, que marca un giro refrescante en el camino musical de los escoceses. Grabado en Castle of Doom Recording Studios de Glasgow, como ya hicieran en su anterior trabajo, ponen de manifiesto su predilección por Suicide y Kraftwerk.
Después de cuatro décadas en la escena musical y siete álbumes previos, Jim y William Reid han decidido sacudirse las expectativas y adentrarse en un territorio musical nuevo y emocionante. Glasgow Eyes es un cambio radical en el sonido característico de la banda, con un enfoque renovado en melodías pop más claras y la introducción de sintetizadores antiguos en lugar de las guitarras saturadas que solían definir su propuesta.
Es comprensible que algunos seguidores puedan sentirse desconcertados por esta evolución, pero lo cierto es que este nuevo trabajo desprende una energía juvenil y fresca que revitaliza la trayectoria de la banda. A pesar de esta nueva dirección, The Jesus & Mary Chain no han abandonado por completo sus raíces; elementos como la atmósfera enigmática y las melodías nostálgicas aún se mantienen presentes en este álbum.
Lo más notable de este álbum es su capacidad para transmitir una sensación de serenidad y placer, incluso al abordar temas oscuros. Canciones como «Silver Strings» destacan con estribillos memorables que podrían haber dominado las listas de éxitos en décadas pasadas, demostrando la versatilidad y la creatividad que aun atesoran los hermanos Reid.
Además, este álbum no solo representa una nueva dirección musical, sino también un viaje emocional para la banda. Temas como «Jamcod» y «Chemical Animal» exploran momentos cruciales en la historia personal de los hermanos, brindando una mirada íntima a sus luchas y triunfos a lo largo de los años.
«Mediterranean X Film» también es una canción inesperada. Con un lado pegajoso, muy en la línea de los míticos Suicide, la parte vocal femenina, que abre y resuena en otros momentos del tema, logra atraparnos y seducidos. Al igual que «Discotheque», un hipnotizante himno gótico que nos invita a recluirnos, cual vampiros, en el ataúd en el que parecen vivir los escoceses.
Y es que Glasgow Eyes no es solo un álbum de música, sino una declaración de crecimiento y renovación para The Jesus & Mary Chain. Con este lanzamiento, la banda demuestra que la evolución es esencial para mantenerse relevante en la industria musical, y lo hacen con el estilo y la elegancia característicos que los han definido a lo largo de su legendaria carrera.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
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