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Publicado el 9 marzo, 2023

Rocío Márquez & Bronquio: un viaje desde la raíz más flamenca a los sonidos más electrónicos

Fotografías de José Luis Luna
Crónica de Fátima Yráyzoz
Rocío Márquez y Bronquio - Teatre Xesc Forteza Palma - Festival Paco Lucía - Mallorca Music Magazine
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Palma, sábado 4 de marzo de 2023

2ª edición del Festival Paco de Lucía

Concierto de Rocío Márquez y Bronquio en el Teatre Xesc Forteza de Palma

El atractivo programa de la segunda edición del Festival Paco de Lucía de Palma nos había reservado una cita, el pasado 4 de marzo en un abarrotado Teatro Xesc Forteza, con otra de sus funciones enmarcadas en las corrientes más contemporáneas del flamenco del siglo XXI. Sus protagonistas, el dúo formado por la cantaora onubense Rocío Márquez junto al productor y deejay jerezano Bronquio, ofrecieron un transgresor espectáculo en el que supieron transformar o deconstruir los formalismos ortodoxos del flamenco, jugar con ellos, para acabar llevándolos a las fronteras de los ritmos y efectos de la música electrónica. Más que de un recital al uso, los asistentes acabaron siendo partícipes de una original propuesta escénica y musical concebida a modo de sesión dance.

Rocío y Bronquio se conocieron en el ya consolidado Festival Monkey Weekend del Puerto Santa María. Con la llegada de la pandemia, ambos artistas aprovecharon el impás para juntar y experimentar con sus talentos y trayectorias. Como resultado surgió Tercer Cielo, trabajo que presentaron en el teatro palmesano con el aval de haber obtenido el prestigioso Premio Ruido 2022.

Cabe señalar que Márquez, a sus 38 años, lleva más de una década labrándose una sólida carrera artística, granjeándose los elogios de la prensa que la proclaman como «la voz de la nueva generación del cante jondo». Sin ir más lejos, en 2022 obtuvo el premio Les Victoires du Jazz al mejor álbum de músicas del mundo, siendo la primera artista española en conseguirlo. Hablamos de una artista de vanguardia a la par que genuina, pues también cuenta con la Medalla de Oro de la Petenera, siendo además la primera mujer en recibir este galardón, entre otros muchos.

La escenografía estaba protagonizada por una mesa de mezclas rodeada de telas blancas, tras la que Bronquio supo manejarse y moverse con total libertad, demostrando su soltura como deejay. Rocío, tumbada en el suelo, descalza, lucía figura con una ajustada malla, pintada con un estilo étnico, semejando una serpiente. Y es precisamente con el particular movimiento de zig zag, tal y como explicó ella misma momentos antes de su actuación, desde donde surge el espectáculo, desde la raíz del cante. Con ese solemne respeto emprende la cantaora lo que será un viaje ascendente hasta lugares insospechados.

Rocío, tumbada en el suelo, descalza, lucía figura con una ajustada malla, pintada con un estilo étnico, semejando una serpiente. Y es precisamente con el particular movimiento de zig zag, tal y como explicó ella misma momentos antes de su actuación, desde donde surge el espectáculo, desde la raíz del cante. Con ese solemne respeto emprende la cantaora lo que será un viaje ascendente hasta lugares insospechados.

Para crear quizás una atmósfera alegre, arrancó Márquez con palos creados para el baile. Una milonga, unas bulerías, tangos y unos muy sentidos verdiales. Pero todos y cada uno de ellos se iban transformando, deconstruyendo, gracias a los efectos de programación y sintetizadores que ejecutaba Bronquio, con la cantaora jugando con su voz sampleada. Especialmente brillante con el compás del Garrotín, en el que ambos artistas demostraron que la música es un juego de disfrute y que los soniquetes del flamenco los llevan ya consigo, para poder gozar con ellos.

De vuelta a la raíz, Rocío cambió de atuendo. En esta ocasión vestía una sobria túnica y en la mano portaba un pandero procedente del folclore murciano. En su caminar, esta vez alcanzó a subirse sobre la mesa de mezclas, el proceso de elevación seguía su curso. Para crear una atmósfera y hacer al público partícipe de los sonidos techno, e incluso trance, que Bronquio eleboraba, el escenario se llenó de efectos de humo. Mientras, Márquez dibujaba su silueta en una sensual danza tras las cortinas iluminadas, momento en el que Bronquio aprovechó para tomar protagonismo y, micrófono en mano, interpretar con tono ingenuo o casi infantil.

Sin pausas, de nuevo regresamos a la raíz. En ese momento, quizás en el nudo de la historia, la cantaora recurrió a los palos más ortodoxos del cante: la seguiriya, la toná… con los que Rocío y Bronquio ya han establecido una simbiosis perfecta. Si el Niño de Elche ha sabido, con grandes dotes, llevar el flamenco del siglo XXI a fronteras poco conocidas, el dúo Márquez & Bronquio ensanchan aún más si cabe las fronteras y abren nuevas vías: meta flamenco, dadaísmo… Podrían utilizarse muchas etiquetas, a semejanza de los movimientos pictóricos, para poder calificar este espectáculo abstracto y transgresor. Quizás los más ortodoxos, como pasa con el de Elche, lo consideren irreverente, pero lo que no cabe duda es que todas estas vanguardias demuestran que el flamenco es, y seguirá siendo, una música viva, en constante evolución. Un rasgo que lo distingue y dignifica frente a otras músicas folklóricas y de tantos otros géneros musicales. Gracias Rocío, gracias Bronquio, por hacernos viajar por vuestro particular compás.

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Publicado por:

Fotógrafo de la escena musical española y local desde 2010.
Colaborador de festivales y revistas de ámbito nacional, ha expuesto en diversas ciudades españolas y en el extranjero.
Fotógrafo en Mallorca Music Magazine.

Periodista y productora musical. Me formé en Madrid, en el grupo Prisa: Canal Plus, Cadena SER. Siempre atraída por la música, he colaborado en revistas como Neo2 o suplementos como Tentaciones de El País o el del Diario La Provincia en Canarias. De mi pasión por el flamenco, la cual me viene por mi raíz andaluza y del cual me considero una gran aficionada, conservo muy buenos recuerdos, ya que tuve la fortuna de conocer a los más grandes de este arte como cronista para Diario de Cádiz, Diario de Sevilla y la revista especializada La Caña.

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