Suacirc (Suasi & Circ Bover) en Manacor

No hace falta vivir todas las vidas. Con algunas basta saber que existen, porque todo recorrido vital puede ser igualmente rico limitándose a picotear en las que hay entre el confort y el riesgo. Pep Suasi ha vivido muchas vidas, descubriendo que las hay voluntarias y otras que no tanto. Caminar es voluntario, tropezar no. En su vida y en su carrera, ha transitado tanto por avenidas rectilíneas y luminosas como por callejones de esquinas y oscuridades. Llegado el momento, quiso y supo instalarse más cerca del confort, en concreto del productivo y creativo. Porque lo igualmente importante es que ha querido y ha sabido convertir sus vidas en buenas canciones.

El quinto disco publicado por Suasi en solitario tras su vida con los emblemáticos Fora des Sembrat se ha ido a vivir por una temporada a un circo. Peces d’antiquari (RGB Suports, 2023) se escenifica ahora entre artilugios para malabares y escaleras de cuerda, en una función que cuando traspasas las cortinas de la entrada ya ha comenzado. Te recibe el dueño mudo de un anticuario porque ahí estamos: no en un circo ni en una sala de conciertos, sino en una cachivachería. Los músicos hablan entre ellos y con el público, y al ocupar ya cada cual su localidad, el anticuario va encendiendo la lamparita que cada músico tiene delante. Ha empezado la dramaturgia y ha empezado la música.

La intriga en la colaboración entre la banda y la compañía de circo estaba en saber quién invadía más a quién. El proyecto es de Suasi, y el compañero de piso (en este caso de circo) es Circ Bover, por lo que Suacirc es por encima de todo un concierto. Aparte de lo puramente estético que aporta una carpa circense como hábitat de un directo, la convivencia funciona porque las adendas vienen de compañeros sabios: Jordà y Gallego invaden la narrativa musical puntualmente, con episodios escenográficos o de texto bien encajados en su concepto y que duran lo justo. Todo ello en la dirección artística ideada por Bennàssar, insertada de manera muy equilibrada, funcional como debía ser pero también enriquecedora, evitando llegar a exuberante.

En Suacirc el jefe de pista es la voz de Pep Suasi, una voz que tras todo lo vivido y cantado ha llegado a recia, grave y sobre todo muy hermosa. Antes de cada canción, invoca una reflexión o aforismo que resume la filosofía de cada tema. Porque cada canción es una filosofía, y más en una carpa de circo. Junto a la voz cantante, una banda que entra al trapo y se incorpora a la función con mucha gracia, como en la miniescena con el diálogo de los precios por integrante.

Probablemente lo mejor de Suacirc es que acaba de llegar. Ya en su primera puesta en escena, la mezcla de lenguajes artísticos ha hecho nacer un híbrido hábilmente enriquecido. Hay un nutriente musical principal vitaminado con píldoras concretas en momentos determinados. Quién sabe si en próximas funciones sean otras y llegadas desde otros lugares. Quién sabe. Es la magia del circo, que además en esta ocasión se ha ido de viaje con unas canciones ya de por sí con magia incorporada. Quién sabe cuántas vidas vivirá Suacirc.