Lloseta, jueves 4 de julio de 2024
El especial en directo ‘Entrada Anticipada’ consolida su dinamismo
Tercera edición y debut en el Teatre de Lloseta del especial en riguroso directo creado y conducido por el periodista y músico Bernat Company
Por Víctor M. Conejo
José Luis Luna (ver galería)
De nuevo fue trepidante: Entrada Anticipada, programa-gala-espectáculo de periodicidad anual con entrevistas y actuaciones en fresquísimo directo, ha consolidado ya firmemente un ritmo y un dinamismo muy propios. Pero hay más: también ha madurado como propuesta prácticamente única en el panorama musical y también audiovisual balear. Y es que andamos de nuevo embarrados en la ausencia de programas dedicados a la música en directo (programas, propuestas o conceptos al mismo nivel de presencia, dimensión y por tanto duración que cualquier otro contenido «importante», no miniprogramas o minisecciones). A quien le corresponda: eso ubica la oferta audiovisual balear en el puro provincianismo. A ver si va a ser verdad lo que afirma uno de gremio: los medios, entes y etcétera locales no tienen consumidores menores de 150 años porque no incluyen contenidos para menores de 150 años. Ante todo ello cabe por tanto sentenciar de manera inapelable: menos mal que está Bernat Company.
La iniciativa vendría a ser la hermana mayor ampliada del programa de radio del mismo nombre (espacio musical también con entrevistas y música en directo; veinte minutitos todos los viernes a las 13:40h en RNE Balears; es de suponer que ha quedado claro que merece durar una hora o dos). El cabeza pensante y conductor de todo ello es lo que en argot de vieja escuela se denomina «un animal de escena» (o de plató, que para el caso viene a ser lo mismo). Junto con su equipo humano y técnico han configurado un artefacto impecable: original, entretenidísimo, con contenido, con actualidad y también con memoria. En este último capítulo es donde en cada edición entran las figuras principales. En este caso, dos trayectorias mayestáticas: el donostiarra Javier Gurruchaga, líder de la Orquesta Mondragón y también actor, junto al argentino Alejo Stivel, productor musical y cantante de la banda hispano-argentina Tequila.
El primero estuvo como siempre: vestido de humor, casi de performance, y con muchísimo blues&flow. Estuvo genial como siempre. Con uno de los muchísimos temazos de la Orquesta arrancó la velada: «Corazón de neón». Por este y por aquellos hay que ubicarle en la misma liga de trascendencia para la historia de la música popular en la que habitan Siniestro Total, Hombres G, Mecano o Loquillo. Como tipo inteligente, lúcido y exigente que es, dejó colar en la conversación con Company que no es que antes las cosas fuesen más fáciles o las gentes mejores, es que hoy día hay una pandemia de tiquismiquismo que es lo que realmente está jodiendo nuestra cotidianidad y nuestra sociedad.
El sudamericano estuvo como se le esperaba, y no por su país de origen: torrencial en historias y anécdotas simplemente por lo mucho que ha vivido y producido. No en vano, acaba de publicar sus memorias, tituladas sintomáticamente Yo debería estar muerto (editorial Espasa, junio de este año). También reconoció ser muy consciente de lo mucho que no recuerda. Se autodefinió «sobreviviente serial». Así estuvo: humano y cercano.
Otro de los lujazos de esta tercera Entrada Anticipada estaba en la banda fija que acompañó a la mayoría de intérpretes. Ojo a la Selección Absoluta de la Música: Roger Pistola a la voz y guitarra, Jorra Santiago al bajo, Poli Bauzà al teclado, Dani Gómez a la batería y Miquel Àngel Rigo al saxo. En el capítulo de imprevistos solventados, hubo que lamentar la ausencia de Lorenzo Santamaría por incomodidades médicas (aunque entró unos instantes vía teléfono en la megafonía), lo cual produjo puntazo y sorpresón. En palabras del presentador, «había que llamar a otro Lorenzo igual de importante y solo hay uno: Lorenzo Llamas». Es decir, Agustín el Casta. Más de lo mismo en el mejor de los sentidos: otro animal de escena, conquistó escenario y público con las genialidades de su humor.
En lo musical, Xisk volvió a evidenciar que con su sola presencia colma cualquier escenario y cualquier dimensión. Antes de cantar reveló que de pequeña se sabía todos los monólogos del personaje Llamas de El Casta, que escenificaba en el bus del cole. Bruno Sotos repasó brevemente su anecdotario personal y artístico más reciente, haciéndolo con la cercanía con la que lo hace todo. Siempre ha generado la misma impresión en su quehacer, y ahí radica su talento: parece el hermano, el colega o el hijo de todo el mundo. Miquel Àngel Sancho de Produccions Blau se sumó unos minutos al sofá de las charlas, momentos que dieron también para saludar a los integrantes de Ossifar, Arboledas y Méndez, presentes en la platea.
Del trío The Strickets reveló Company que telonearán a la vociferante Anastacia, y no sorprendió dado el nivelazo técnico y compositivo de su jovencísimo funk rock. Tras ellos y el turno de Stivel, la banda residente capitaneada por Pistola hizo regalazo al interpretar su «Poderosa Afrodita», temazo de rock&roll incluido en Quart Creixent, cuarto trabajo del manacorí, y que debió envidiar el mismo rockero argentino.
Pablo Alegría confirmó que ha encontrado tiempo al margen de su membresía en Cabot, Toc de Crida o Suasi, además de perderle el miedo al abismo de la primera persona, para ponerse a componer para su proyecto en solitario. Por eso ha titulado así su primer EP: El primer capítulo de los muchos (espero) que vendrán. Y llegó otra anécdota inesperada: el músico Juanjo Monserrat también estaba entre el público, cosa que Alegría, con quien ha trabajado, no sabía. Después, Guille Wheel & The Waves. Toni Sbert, guitarra en la banda y también voz y líder de Los Ripples, verbalizó lo evidente (también hay integrantes de Colorado en ambas bandas): «Somos una comuna musical». De hecho, Guille Wheel desveló que ya hay disco nuevo de los Wheels grabado y en fase de mezcla, e incluso un videoclip.
Tras volver Gurruchaga al escenario, generar descuajaringue al comentar «me da mucho miedo volar y estoy muy contento de estar aquí», e interpretar otro clásico de la Orquesta Mondragón como «Tic, tac (Mi viejo despertador)», el carrusel de pequeñas entrevistas y canciones en directo de esta tercera Entrada Anticipada se clausuró con una comuna del pop y el rock también clásica en la que todos los participantes (incluido Company a la segunda batería) interpretaron conjuntamente y a coro un clasicazo. Fue «Hey Jude» de los Beatles, que como la comandaron Pistola, Santiago y compañía sonó como era previsible: maestramente.
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