Palma, sábado 6 de agosto de 2022
Heavy Balears Fest en Es Gremi
Corría el año 2019, era 31 de octubre y, por aquel entonces, Wuhan solo podía sonarnos al nombre de un hijo de Son Goku como mucho y las mascarillas las llevaban los asiáticos porque eran cosas suyas. Esa noche, tras una cena de final de temporada presenciando los últimos rezagados de la fauna de Magaluf, celebrando Halloween como la excusa para beber (más), un grupo de amigos decidió, tras una buena cena, varias cervezas y un “no hay huevos”, intentar celebrar una fiesta en honor del Rock y el Metal local. Así, partiendo del grupo de redes sociales Heavy Balears, nació este fest, cuya fecha original era el 28 de marzo. Ahora, más de dos años y medio después, por fin pudimos celebrar esta movida. Por lo que sí, esto es una crónica desde dentro, así que si no queda muy objetiva, no me lo tengáis en cuenta. Soy el redactor de Rock/Metal de Mallorca Music Magazine y es lo que hay.
De esta forma, nos plantamos el 6 de agosto, tras tanto tiempo de trabajo, en la sala Es Gremi con el mismo cartel que se iba a mostrar en aquel ruidoso 2020, aunque con algunas diferencias en el seno de las bandas. Helevorn y Dizzel con nueva formación, Oeste y Queen Marsa estrenando temas nuevos, Vanity Rose presentando su primer LP y la novedad de Taste My Sweet Revenge, que se unieron al cartel tras su fulgurante paso por el concurso Pop Rock de aquel año.
Vanity Rose
De esta forma, y sin enrollarnos más, la fiesta arrancaba con el Grunge de Vanity Rose, que venían con la presentación de Rotten Little Thought, su primer LP de estudio. Este disco fue el gran protagonista del setlist que contó con un sonido muy contundente y unos vídeos de fondo con una onda claramente noventera, aprovechando los recursos que dejó la sala a disposición de las bandas. Temas del disco como «Obsession», el single de adelanto «Push You», muy mejorado en el directo, o la cañera «Street Fighter» se alternaron con otros del EP debut como «Poisoned», un canto al poder envejecer de forma natural sin tener que enfrentarte a prejuicios, el claro manifiesto feminista de «Pretty And Quiet» o la siempre certera «Red Lights» antes de cerrar con una fenomenal «Bad Choices» y ese «These Boots Are Made For Walking» que ya prácticamente han hecho suya. Vanity Rose siguen creciendo concierto a concierto y los temas de su reciente álbum ganan en contundencia sobre las tablas, cargando el escenario con una peculiar mezcla de actitud y elegancia, sin perder la suciedad que pide su sonido entre Grunge y Punk. No hay que perder de vista a esta gente.
Oeste
Sin tiempo para mucho y con un servidor plantado en la puerta repartiendo hostias, digo pulseras durante un rato, era turno de Oeste, cueste lo que cueste, que seguían desgranando su Ausencia del Miedo y nos presentaban una serie de temas nuevos que esperamos escuchar pronto en estudio, pero que además aportaron dinamismo a su puesta en escena. Arrancaron con «Tiempo de Fingir», un nuevo tema con muy buena pinta, para seguir con «No Volveré» y «Like a Bird», dos de mis favoritos de su último disco. Ahí me perdí en labores de organizador y me quedé sin ver «Tal Vez Morir» o «4 Años», que son de lo mejorcito de lo que nos tienen preparado para próximos discos, pero volví para el arrollador final con «Destino Final» y «Corazón de Metal», con los que cerraron, tras presentar a la banda, la que fue otra buena actuación. Oeste son lo que ves, lo tengo dicho en algunas otras crónicas, que ya son unas cuantas de ellos, pero es que es así, Oeste son la honestidad, el ir de frente. Lo que ves es lo que hay. Y lo que hay es un Heavy duro, aguerrido, sincero y cantado en castellano, algo que ciertamente es un rara avis en nuestra escena.
Dizzel
Tras los cambios pertinentes era turno del regreso de Dizzel. La banda liderada por Pablo Della Santa se presentaba en Es Gremi mostrando su nueva formación, con Xavi Cárceles a la guitarra, Pablo Dukke a la batería y Armando Gayá al bajo, apostando por una mezcla de juventud y veteranía, de frescura y elegancia, como transmite la música presente en su álbum homónimo. A partir de ahí, la banda sigue sin perder su esencia ochentera, con ese Hard Rock melódico, elegante y sobrio, con el que estrenaron algunos temas inéditos como «The Devil», donde la influencia de KISS quedó bien presente, o «Take Me To The Preacher», además de hacer funcionar realmente bien los temas antiguos de la formación como «Go, Go, Go», «In and Out», «Nasty Reputation» y, sobre todo, «Sweet Little Killer» con la que terminaron por todo lo alto. Tengo muchas ganas de ver qué le depara el futuro a esta formación, ojalá consigan la estabilidad que necesitan con estos nuevos miembros.
Helevorn
Y hablando de nuevos miembros, a mitad de la jornada era el momento de ponerse elegantes, pues era la ocasión de ver a los nuevos Helevorn. Tras veinte años con la misma formación, la banda actualmente liderada por Josep Brunet y Sandro Vizcaino ha dado un vuelco total del que había dudas de si se iba a recuperar. Nunca sabré al 100% lo que ha podido ocurrir en el seno de la banda, puesto que considero que estas historias no son asunto mío (vaya periodista, ¿eh?) pero la cuestión es que ahora les acompañan Alex Correa (guitarra), Jose Manuel Rubio, a.k.a. ‘Garrulo’ (bajo), José Ordoñez (batería) y Pedro Sánchez Bonnin (teclados) en una formación que está en proceso de amoldarse pero que de primeras mostró buena presencia y actitud. En el HBF realizaban su segundo bolo, tras su paso por el Gothoom de Eslovaquia, y lo hacían ante una buena entrada y la expectación de «a ver qué pasa».
Y bueno, ante una serie de gente muy entregada, la banda mostró una puesta en escena bastante enérgica dentro de los límites del Doom y presentaron un setlist de manual, con temas de sus tres últimos discos, desde el inicio con «A Sail To Sanity», siguiendo por «Inner Crumble», «From Out Glorious Days» o «Two Voices Surrounding», todo clásicos del repertorio de Helevorn con una puesta en escena aupada por el tremendo juego de luces de la sala, donde Andrew Espinosa hizo un trabajazo toda la noche y le dio un gran plus a las actuaciones. De ahí, queda destacar como de costumbre al sr. Brunet, cuya voz envolvió la sala de oscuridad Doom antes de hacer berrear a la gente con el último tema, la imprescindible «Burden Me». Ahora falta ver cómo serán las nuevas creaciones de estos Helevorn.
Queen Marsa
Y se acabó la elegancia, ahora era el momento de ir cerrando la noche con juerga y bandas que derrochan carisma y explosividad. Primero Queen Marsa, con el señor Xavi Cárceles marcándose un buen doblete, que volvieron a demostrar su explosividad en directo. Energía pura de principio a fin desgranando los temas de su EP debut como «Ashes of Pompey», «Bite My Soul» o la excepcional «Pretty Witch», con algunos de los mejores riffs que han compuesto hasta la fecha y temas nuevos como «Gold Scissors» o «The Trick». El caso de esta gente es el de una banda con hambre, sin duda, han crecido mucho en estos últimos años y cada vez se les ve más consolidados sobre el escenario, sacando carisma, disfrutando y haciendo disfrutar. Sigo creyendo que tienen algo muy bonito entre manos.
Taste My Sweet Revenge
Y cerramos la fiesta con Taste My Sweet Revenge, incorporación de última hora al equipo y que con su mezcla de Groove/Death Metal y electrónica era el final de fiesta adecuado. Ya quedaba menos gente, como es lógico, pero los que quedaban se partieron el lomo en un esfuerzo final. Bajo el liderato de Mikel Gómez, soltaron una serie de riffs aplastantes en temas de sus dos discos, como «Titan», «Awaken The Serpent» o «Klyntar», repartiendo dosis de energía como traca final. Tienen una presencia explosiva en directo que contagia al que tienen delante y además presentan un estilo que no se ve por la isla, cosa que les suma un pequeño plus. Solo falta, al igual que con Dizzel, que logren la estabilidad adecuada para poder dar un paso adelante en su trayectoria. Dicho esto, acabaron con sus dos temas más conocidos, «Us Against The World» y, por supuesto, «Demon Inside Me», en el que el propio Maikel se dedicó a grabar desde el escenario para enviárselo a nuestra compañera Mònica, que tuvo un par de problemas para venir al Fest, para que no se lo perdiera.
Y eso es todo. Sí, para mi estuvo de puta madre, claro. Al final fue el intento de un grupo de colegas de celebrar el Rock y el Metal local, sin grandes pretensiones pero con bastante trabajo. Hubo una buena entrada a lo largo de la noche, la gente se lo pasó bien, las bandas estuvieron enormes y el trabajo de Samuel Morales, Miguel Ángel Riutort ‘Mega’ y Andrew a los mandos y luces, así como el de la gente de la sala Es Gremi fue inconmensurable. Así que nada, ya que no he hecho post moñas en redes sociales, aprovecho para decirlo aquí. Gracias a todos por hacer del seis de agosto de 2022 una fecha memorable para un servidor. Ya veremos si se hace otro… quién sabe.
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