Rulo y La Contrabanda: un disparo directo al corazón

El cántabro ofreció un magnífico y emotivo concierto que hizo vibrar a los asistentes

La Cadena 100 Mallorca junto al Ayuntamiento de Palma presentaron el pasado viernes a Rulo y la Contrabanda en el Trui Teatre. Un concierto que debió celebrarse durante las Fiestas de Sant Sebastiá y se vieron obligados a retrasar por la pandemia. Gracias a la obstinación de los organizadores por celebrar el evento, tuvimos la oportunidad de contar con Raúl Gutiérrez, Rulo, por segunda vez en Mallorca.

Con todas las invitaciones agotadas desde hacía meses, el teatro lucía un aspecto entre irreal y esperanzador. Al 50% del aforo y manteniendo la distancia social entre grupos, se dieron cita en torno al medio millar de personas. Por fin pudimos paladear lo más parecido a un concierto de los de antes, tras meses de sequía.

El de Reinosa hizo acto de aparición sobre el escenario en solitario, frente al piano, conteniendo los aplausos de un público ansioso de música en directo. Comenzó el recital con «Mi Cenicienta», un tema recogido en el disco Señales de humo que, interpretado al piano, nos sumergía en un ambiente acogedor y relajado. Según declaró Rulo, esa era la idea del recital, recrear la intimidad que vive en su casa cuando compone a solas con la guitarra y compartirla con el público.

Continuó con «Todavía», de Basado en hechos reales, último disco publicado por el momento. Fue cuando la Contrabandita, como así la definió por su reducido tamaño, hizo acto de presencia sobre el escenario. Con tan solo tres integrantes dieron forma a un acústico propio de escenarios más pequeños y acogedores, donde Rulo estuvo acompañado de su amigo de la infancia Fito (a la guitarra), con el que lleva recorriendo los escenarios de medio mundo desde hace infinidad de años.

Aunque venían a presentarnos su último trabajo, donde pudimos degustar canciones como «Mal de altura» o «Verano del 95» en este nuevo formato, también pudimos disfrutar de conocidas composiciones de trabajos anteriores como «Noviembre», «Cabecita loca» o «32 escaleras».

Rulo quiso dedicar este concierto a una pareja ibicenca que tuvo y que falleció tristemente hace 4 meses. Con ella conoció la isla y juntos se enamoraron de los parajes únicos de la Serra de Tramuntana y de la magia que envuelve a Deià.

Despidieron el recital con «Última bala», un tema recogido en su último disco y que ha reeditado recientemente junto a Coque Malla.

Casi hora y media de concierto, en principio programado para 45 minutos, en el que el artista, saltándose el protocolo, hizo vibrar a un auditorio entregado en cuerpo y alma que no paró de corear todas sus canciones. El público mallorquín demostró auténtica devoción por el cántabro, que esperemos no tarde otra eternidad en volver a tocar en la isla.