Palma, sábado 11 de septiembre de 2021
Concierto de BALA en Es Gremi
Llevamos unas semanas de actividad frenética en lo que se refiere a conciertos potentes. Desde que la sala Es Gremi volvió de unas vacaciones forzadas por el aumento de casos de covid, varias han sido las bandas «del momento» que nos han visitado de forma consecutiva. Así, el pasado sábado 11 de septiembre, la sala 1 del recinto musical se llenaba de nuevo para recibir a Anxela Baltar y Violeta Mosquera, más conocidas como Bala, que venían a presentar su más que exitoso tercer álbum Maleza.
La sala, rozando el sold out, presentaba el mejor ambiente de concierto que he visto en el último año y medio. Pese a las restricciones y todo lo que ya hemos hablado mil veces, el público estuvo entregado desde el primer instante y así se lo hicieron sentir al dúo gallego nada más saltar al escenario. De esta forma, sobre las 22:30, Anxela y Violeta hacían su entrada, con un escueto «gracias Mallorca», sin discursos ni tonterías, y arrancaron con la dosis de ruido y furia descontrolada de la misma forma que empieza Maleza, con ese grito que sirve de intro al tema Agitar.
El estilo de Bala parece sencillo, pero tienes que verlas sobre el escenario, amigo. Eso no lo hace cualquiera. La mezcla de estilos que define su música les da una gran personalidad en estudio, pero en el escenario es la actitud punk la que domina, van a saco y a repartir tralla pura. A partir de ahí los efectos de guitarra, los intercambios de voces (da gusto ver a Violeta reventar los parches y cantar a la vez, menuda bestia) y temas cortos y rápidos hacen el resto para tener enganchado al respetable durante sus conciertos, que son breves pero intensos.
A partir de aquí, el concierto se pasó en un suspiro. Lógicamente Maleza fue el álbum protagonista del setlist con temas como la furiosa Hoy No o Mi Orden, un corte que habla de salir de esa oscuridad que a veces nos envuelve más de la cuenta. Así como Bessie, inspirada en la figura de Bessie Stringfield, la primera mujer negra en recorrer los 48 estados de los USA que se pueden hacer por carretera allá por los años 30, ese canto al amor libre que es X o mi tema favorito como es Una Selva. También entraron temas anteriores como Omertá, muy celebrada por los presentes, o Upside Down, incluida a última hora sin saber muy bien por qué y que atronó en todo el polígono de Son Castelló y aledaños.
Todo ello entre pocas palabras, algunos agradecimientos y muchos «joder» como muletilla habitual. Lo que mola de bandas como Bala es que, tanto arriba como abajo del escenario muestran una naturalidad y una honestidad que, al final, se transmiten a la música y es lo que les da ese rollo tan propio que acaba enganchando a la gente. Además, el sonido fue potente, como pide el estilo que practican, con algún acople molesto en los primeros temas, pero bueno en general. Rara vez se podrá criticar la labor de Samuel Morales a los mandos, desde luego.
Y así, con el ruido y caos musical del tema Humo, llegamos al final del show. Poco más de una hora de concierto, algo corto para mi gusto, pero ese es su estilo y lo importante es que fue altamente disfrutable. Tengo claro que de haber podido estar de pie y haciendo el garrulo habríamos salido reventados de ahí dentro. Ellas prometieron volver cuando se recupere la normalidad, y creo que más de uno se lo agradecerá.
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