Harakiri for the Sky en Es Gremi

No todos los días tiene uno la posibilidad de encontrarse con un concierto de Harakiri For The Sky, junto con Heretoir, en una isla como la nuestra. Tampoco todas las bandas austríacas ni alemanas de Post-Black Metal tienen la ocasión de echarse unos días de relax en Mallorca con la excusa de venir a dar un conciertillo. Al final, de la mano de Deathlight Music (cómo no) ambas excusas se dieron la mano y, con Cartesian Ghost abriendo la velada, el público mallorquín (y algún que otro alemán que pasaba por allí) tuvo la ocasión de disfrutar de un concierto memorable en la sala 1 de Es Gremi.

Por partes. A las 19:30 h., con la puntualidad adecuada para un domingo, Cartesian Ghost eran los encargados de abrir la velada. En un ambiente frío, con escaso público, la banda mallorquina terminaba en casa su primera gran experiencia como banda, que no es otra que haber girado por la península con dos bandas con cierto renombre dentro del underground, con algún sold out incluido. Era la propuesta menos extrema de la noche, pero sí compartía con Heretoir y Harakiri esa emoción que prima en sus composiciones por encima de lo demás. Tras una cuenta atrás, repasaron parte de su disco debut, Lux Arcana, con temas como «Cold Furnace», «The Fear Of Blood» y «Drama», con un gran trabajo instrumental, teclados dando ambiente y Kristofer desgañitándose a la voz como viene siendo costumbre en él. La puesta en escena arrancó fría, como el ambiente en general, pero se fue calentando a medida que iba llegando algo más de público para acabar en alto con «Nights In Stone» y «Feeding On My Bones», dos poderosos temas que seguro que han dado que hablar en estas cuatro fechas finiquitadas por unos Cartesian que están en un buen momento de forma.

Todo en orden, puntualidad absoluta que mañana madrugamos, y a seguir. Heretoir, amigos. La sorpresa de la noche. Para algunos, incluso, los vencedores si esto fuera una competición. Pero, afortunadamente, no lo es. De todas formas, Heretoir desplegaron un concierto de pura emoción, sentimiento y densas atmósferas. Su propuesta de Post-Black, con dejes de Shoegaze a lo Alcest, llenó Es Gremi a través de temas extensos pero equilibrados entre extremos y ambientales, repartidos entre sus tres álbumes de estudio. Se lo toman con calma, sacan uno cada seis años.

«Twilight Of The Machines», «Graue Bauten» o la más reconocida «Wastelands» retronaron bajo la imponente presencia de Dave Eklatanz, un tipo entrañable que se deja la piel en sus composiciones y se desgarra sobre el escenario. Algunos lo llamarán «intensito», pero, qué narices, es pura elegancia el tío. Mención aparte a la respuesta del guitarrista Kevin Storm, ofreciendo su guitarra al recurrente «más rápido hippies», tan típico entre nuestro público. Unos tipos majos, que cerraron en alto su más que notable actuación con «The Circle», un single de nueve minutitos de nada, que sonó cojonudo. Y todo ello sobreponiéndose a la baja de última hora de su bajista Nathanael.

Y nada, tras reforzar el escenario de Es Gremi, los bicharracos de Harakiri For The Sky, que son jodidamente enormes todos, saltaron a cerrar la velada. Qué decir de estos austríacos, amigo. Un auténtico referente dentro de estos subgéneros oscuros, emocionales y extremos. Surgieron en el momento adecuado, en plena explosión del estilo, y han mantenido un nivel de notable alto a lo largo de su carrera. Con un sonido atronador y un juego de luces que mejor no le preguntéis al compañero José Luis Luna, salieron a dar cátedra. Arrancar con «I, Pallbearer», «Fire, Walk With Me» (que llevo escuchando desde el domingo en bucle) y «Homecoming Denied» es jugar a ganar. Te comes media hora de bolo en tres temas, pero qué tres temas. Hubo tiempo para más, a pesar de su duración, como «Sing For The Damage We’ve Done», la más atmosférica que tienen, la infalible «Heroin Waltz» y, por supuesto, su cover de «Song To Say Goodbye», de Placebo, bastante celebrada por el público de mi alrededor.

Puesta en escena sobria, oscura, moviendo melena y dejando que J.J. (vocalista) dirija la ceremonia. Comparte algo, como medio comentaba al principio, con Heretoir y Cartesian Ghost: transmite emociones en cada nota de voz y en cada gesto, por supuesto cada uno a su manera. En el caso de JJ, hace que Harakiri For The Sky sea un momento de catarsis, tanto para los que lo escuchamos como para los que conforman la banda. Y eso fue su concierto de Es Gremi.

Es una pena que muchas veces tenga que terminar las crónicas diciendo que ojalá viniera más gente a estas movidas. Que si es domingo y mañana madrugo, que si muy caro, que si es que a mi estos no… Pero compi, esto es lo que tenemos, es muy complejo traer bandas de este nivel a Mallorca y, si se apoya esto, tal vez la banda que venga mañana sea de tu agrado o lo que haga falta. Pero sin apoyo, no hay mucho más donde rascar. Dicho esto, Harakiri For The Sky, Heretoir y Cartesian Ghost se marcaron una velada para el recuerdo. Nos quedamos con eso.