Marah: energía, sudor y emoción en Lloseta

Después de varios años de parón, los estadounidenses Marah están de vuelta para alegría de todos los amantes del rock de raíces. El pasado 22 de abril ofrecieron un magnífico concierto en el Teatre de Lloseta que forma parte de su extensa gira de reunión que les llevará por las principales salas del país.

Marah fue fundada en Philadelphia en 1993 por los hermanos Dave y Serge Bielanko. Años más tarde, publicaron su album de debut Let ‘s Cut The Crap & Hook Up Later On Tonight (Black Dog, 1998), un trabajo repleto de grandes canciones bañadas en fuego, sudor y alcohol. A partir de ese momento, su fama de gran grupo de directos se extendió rápidamente de boca en boca.

Su siguiente álbum, Kids In Philly (E-Squared/Artemis, 2000), fue una obra maestra cuya grabación llegó después de que Steve Earle se obsesionara con ellos. La banda es inclasificable, ya que mezcla el rock con música de raíces, pero manteniendo la energía característica de una banda de punk. Si se tuviera que buscar alguna referencia externa para situar sus mejores canciones, sería una imaginaria línea que uniría a los Stones, Faces, Bob Dylan y Paul Westerberg.

La banda ha sido reconocida por grandes artistas como Bruce Springsteen, quien los invitó a compartir escenario en 2003 en el Giant Stadium de New Jersey frente a 55.000 personas.

Marah, en la actualidad, continúan sonando a sí mismos, aunque para esta reunión no cuentan con Serge Bielanko, quien ha preferido dar un giro a su vida laboral y dedicarse por completo a la escritura, abandonando las giras y la música. Incluso podría defenderse que los Marah que vimos en Lloseta son una versión mejorada de sí mismos, ya que Dave Bielanko ha logrado reunir a los mejores componentes que han pasado por la formación. Los veteranos Dave Petersen (batería) y Adam Garbinski (bajo/guitarra), miembros durante su mejor época, entre 2004 y 2008, compartiendo escenario con el mítico Slo-Mo Brenner (slide guitar/bajo), quien grabó discos como Kids in Philly. Además incorporan a Gus Tritsch (violín/guitarra), un chaval de tan solo 18 años que demostró sobre el escenario que tiene mucho que decir.

A pesar de que no han publicado canciones nuevas desde hace mucho tiempo, el grupo sigue siendo todo un espectáculo en directo. En Lloseta Marah se dejó la piel con una enérgica y sudorosa actuación repleta de vigor, como en sus mejores tiempos. La banda dio lo mejor de sí misma en el escenario, deleitando a los asistentes con algunos de los temas más emblemáticos de su discografía. El mundo ha cambiado mucho, pero afortunadamente ellos siguen a lo suyo, defendiendo con pasión su original y honesta manera de entender el rock. Sin duda, una experiencia que los seguidores de esta legendaria banda difícilmente olvidarán.