Se llaman Roulotte, pero son un cohete

Muchas veces me quedo sorprendido cuando con suma facilidad y cierta ligereza tendemos a calificar algo como sencillo y, en general, pienso que no lo hacemos desde la connotación adecuada. Algo sencillo, para empezar, puede ser valioso y muy de agradecer, y además puede ser algo sin adornos innecesarios, pero eso no quiere decir que sea fácil, sino más bien, como sucede en la mayoría de ocasiones, algo muy complejo.

Algo sencillo puede llegar a ser el resultado y la evolución de muchas situaciones complicadas resueltas de forma adecuada e inteligente.

Una obsesión tatuada en la mirada, miel en los labios que no puedo besar («El Camino»).

Ofrecer el sonido en directo con cinco músicos y que suene como si sólo fuese uno, aunque lo parezca, no es sencillo, es algo muy difícil de conseguir. Desplegar una paleta musical que va desde la balada empañada en genuino rock sureño americano que nos hace flotar y luego llegar hasta el rock más canalla y pícaro que nos hace vibrar de emoción, no es algo sencillo. Tampoco lo es gozar del favor y simpatía del público desde el primer momento, absorbiendo de esta manera toda su complicidad, cariño y energía.

Pero cada día a las ocho de la tarde una extraña sensación me invade. Y me siento tan agradecido («Codo con Codo»).

El planteamiento y puesta en escena de Roulotte, además de todo lo anterior, es valioso por su propuesta enérgica, clara y elocuente. Con ellos no hay sitio para ambigüedades, son directos, sólidos y muy solventes desde el punto de vista musical. La calidad de Roulotte, en activo desde 2012, está avalada y esculpida por todos los años de experiencia de sus componentes (entre todos ellos atesoran más de 150 años sobre los escenarios): Miquel García (La Garfio Band, Poz, La Banda Magnética, The Claps), Bernat Company (Oprimits, Hombres Pájaro, Suasi i els Electrodomestics), Marc Grasas ( Supersónics, Els Pets, Bars, Suasi i els Electrodomestics ), Pep Estrada (Daniel y la Quartet de Baño Band, Joan Bibiloni, Riki López, Alex Maldonado, Luis Cadenas, Nando González, Alejandra Burgos), Tito Dávila (Enanitos Verdes, Pabellón Psiquiátrico, Christina & los Subterráneos, Ariel Rot, Estopa, Los Ronaldos, Jorge Drexler, Andrés Calamaro, Fito & Fitipaldis). Y entre otras cosas, todos esos años y toda esa dedicación denotan mucha, pero que mucha pasión, y eso se contagia.

Lo he intentado de todas las maneras, me he dejado el sueldo en terapeutas y todos coinciden en afirmar que lo que necesito es más… oxígeno («Oxígeno»).

Por fin, después de todas estas aburridas limitaciones vividas en el 2020, llegó el día en que Roulotte se pudo vestir de largo para presentar su tercer álbum de estudio llamado Le Mans (Blau, 2020), con doce temas obra de Miquel García, y para hacerlo eligió el entrañable y elegante Teatre Xesc Forteza de Palma.

El inicio del concierto estaba programado para las 20 h y, a los diez minutos, ya estaban amaestrando y proyectando su sonido sobre el impaciente público. Con estos nuevos horarios, la realidad es que te encuentras de día camino a un local para asistir a un concierto de rock, pero luego, una vez dentro, cuando comenzó a tocar Roulotte y a lanzar su sonido sobre los asistentes, la sensación es que la hora podía haber sido cualquier otra de la madrugada.

Roulotte estuvo arropado en el escenario por familiares y amigos. Contaron con la participación e interpretación vocal de Ester Balaguer en el tema «Caliu», la guitarra de Albert Candela y el bajo de Michael Backhausen (miembros originales de la banda) en el tema «Casi Perfectos». El resultado de la presentación de Le Mans en el Xesc Forteza no sólo puede calificarse como un éxito, sino que además nos llenó a todos los asistentes de mucho oxígeno y eso, aunque lo parezca, no es nada sencillo.