Inca, lunes 7 de octubre de 2024
Un paseo por las luces
Por Patricia Gelabert
Xavi Vidal (ver galería)
El lunes 7 de octubre pudimos vivir en el Teatre Principal d’Inca una cita de valor incalculable: el músico Yann Tiersen (Brest, Francia, 1970) ofreció un recital excepcional.
Empezó la noche sentado frente al piano, presentando algunas melodías que se incluirán en su próximo trabajo y, como él mismo dijo: «son melodías que se crearon en un viaje, desde Belfast, y siguiendo hacia abajo».
Y, si hablamos de viajes, debemos mencionar el creado por Yann para darle forma al concierto: una primera parte a piano, una segunda parte más experimental, en la mesa de mezclas, y un final de concierto de nuevo al piano, como cúlmen de un recital sensorial que transmite al público todo lo que el músico quiere contar a medida que va sucediendo.
Si tuviera que explicar lo que fue la noche de ayer con un ejemplo, lo tengo claro. Imagina, tú que estás leyendo esto, un viaje dimensional: te encuentras relajado, sobre un pasto verde, en mitad del campo, en un día soleado y dejando pasar las horas en la calma más absoluta. De repente, ese día soleado desaparece, se nubla, y empieza una tormenta de verano. No hay donde guarecerse, entonces sales corriendo. Ha oscurecido y acechan unos seres que están vigilantes. Notas las miradas pero no sabes en qué momento van a aparecer. Así que corres hasta llegar a un lugar seguro.
Es ahí donde encuentras una cabaña, cerca de un río. Ha cesado la lluvia, vuelve el sol, el sonido de los animales. Y en el río el agua fluye sin prisa. Vuelve la calma más absoluta.
Es, en resumen, un paseo por los estados de un músico de las emociones. Porque, si hay algo que se pueda sacar de su música, son todas las emociones por las que consigue hacerte viajar. Si encima hablamos de un recital en directo, esas emociones se multiplican con el juego de luces que secunda y se sincroniza con las melodías, ya sean a piano o con los experimentos electrónicos que ha ido introduciendo en los últimos años y con los que sus seguidores no están tan familizarizados.
Y hablando de esa parte más electrónica, por poner algún ‘pero’ al concierto, creo que no era el estilo más adecuado para escuchar en un teatro, desde tu asiento, sin poder bailar. Así, dio la impresión de que la sesión que se marcó el francés se alargaba considerablemente, ya que los primeros cuarenta minutos al piano pasaron volando, y los siguientes cuarenta parecieron ochenta.
Igualmente, al terminar esa segunda parte se despidió del público y salió del escenario por varios minutos, hasta que cesaron los aplausos. Se reanudaron cuando volvió para terminar el recital con tres temas más a piano, y así finalizar el viaje sensorial con calma, serenidad y la tranquilidad que siente uno después de llegar al clímax.
⬆ Que Yann Tiersen venga a dar un concierto a una localidad como Inca, es un verdadero privilegio.
⬇ Salí queriendo ponerme la BSO de Amelie para escuchar en modo repetición «Comptine d’un autre eté». Ojalá la hubiera tocado, hubiera sido un sueño.
No hay comentarios