Felanitx, domingo 6 de octubre de 2024
Dictadura de heridas
La felanitxera Mar Grimalt cierra los casi dos años de gira de su álbum debut «Espurnes i coralls» con un despliegue de talento armado
Por Víctor M. Conejo
Carlos Fernández (ver galería)
Lo explicitó casi al final del concierto: «Vamos a ir acabando, y será con tres cancioncitas, de esas dirigidas a la herida, que es lo que me gusta». Si la pregunta es dónde están las heridas de Mar Grimalt tal vez el planteamiento sea erróneo. Tal vez se refería a las nuestras. Porque las heridas, las dudas, quejas, incoherencias y lo que le duele a la felanitxera está suficiente, muy clarividentemente expuesto en sus canciones. Tal vez la artista se refería a las heridas que causa oírla y verla cantar, porque de tan verídica, duele.
¿Cómo debe ser, de qué manera se funciona bajo una dictadura de talento? No lo sé muy bien, pero el talento lírico de la intérprete, junto con el escenográfico desplegado por ella y su equipo, fueron tan categóricos que solo da lugar a llamarlo bien apisonadora, bien dictadura.
Al kilòmetre 1’5 se troba la fàbrica de vibrats i pretensats… fundada per… continuada pels seus tres fills…
La localización fabril elegida para cerrar la gira de su primer disco realzó sorprendentemente la catarsis intimista que el chorro de voz de Grimalt alcanza en sus canciones. El inicio ya fue de impacto: fuera luces, dentro hechizo; desde el fondo, muy al fondo, llega la cantante levitando, arnés mediante y grúa horizontal mediante; mientras y durante, el saxo liberado de Carles Medina en el escenario; se suma un coro de once personas con Clara Fiol como directora, más Joan Vallbona al pad y después guitarra, más lienzo vertical para vídeos; los antes saxo y samplers, ahora panderos quadrats; al final del tema se disparan ojos rectangulares de luces rojas.
31 gener 2023… sortida disc… venta empresa… tot remogut… mort… una pena de deu mil kilòmetres… ancestres… imagin sa fàbrica plena de gent i jo cantant… tal vegada demà te desendollin… quina sort mun paret poder despedir-mos així… qui sap quan faràs es darrer alè… sempre present, orgullosa de tu… m’atrevessa tot allò que he viscut amb tu… Gràcies.
Los rojos evolucionan a azules. En el formato trío de base me gusta lo que apunta el saxo porque no colapsa ni azucara, y que la guitarra propone y también llena. Después, nuevo culmen con Grimalt y Fiol voz a voz: «De records d’amics meus ajusticiats, suicidats, desaparescuts». Después, atención, ATENCIÓN que sube Joana Gomila. Aquí es cuando se me redondeó la idea: esto es «una dictadura, una dictadura, una dictadura…» de talento. A Gomila se le emparanoia la voz, que es cuando con lo que cantas y cómo lo cantas podrías separar mares.
Tot s’univers està format per cinquanta mil columnes col.locades en radial.
«Era un concierto pensado para abrir la gira». «Si tenéis algún problema, haced un disco». «El problema no es transformar la materia prima, sino el sistema, lo que hace con ella y no poner límites». Fueron algunas de las revelaciones y sentencias de Grimalt en un espectáculo redondo e impactante en su práctica totalidad, enhebrado alrededor de una voz que ha evolucionado y compactado a un nivel excelente, casi universal. Por tanto, ante sus sentencias, la mía: Mar Grimalt es una bestia y Mar Grimalt no ha existido nunca.
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