La cantante y compositora retro-pop, que viviera su debut profesional en Mallorca en 2015, publica su primer disco desde París
Natural de Vilafranca del Penedès (1992), Cecilya tuvo claro desde bien niña que la música era el camino que quería tomar en la vida. Con tan solo 3 años comenzó a estudiar piano y solfeo para pasar posteriormente al canto. Su debut en los escenarios llegaría a los 14 años y tras su paso por diversos grupos durante la adolescencia decide combinar su amplio abanico de estilos musicales con los estudios de arte dramático. Pero no es hasta el 2015 que Cecilya desembarca en Mallorca, haciéndose un hueco en la escena balear con bandas como «Cécile & the Major Tones», de 50’s rhythm’n’blues, o «Cécile & The Fernetiks», de country blues.
En 2017, Cecilya participa en el famoso programa televisivo La Voz. La visibilidad dada por el concurso, le permite darse a conocer fuera de las islas y girar por Argentina y Europa junto al guitarrista y cantante Nacho Ladisa. Estas experiencias suponen un paso adelante en su vida, llevándola a tomar la decisión de mudarse a París.
Una vez en la capital gala no tardó en crear su banda de 50’s rhythm’n’blues & rock’n’roll, Los Hot Tamales, y comenzar a tocar por toda la ciudad. Sin embargo, tras un periodo de soledad y forzada introspección debido al confinamiento, decidió lanzarse en solitario con Cherry Blossom, su disco de debut, con el que pretende devolvernos la primavera robada. Un soplo de aire fresco cargado de intimidad que constituye una oda de esperanza en medio de la eterna y fría noche sin estrellas en que se convirtió París para una recién llegada.
Supongo que la pandemia ha contribuido a darle a mi proyecto una cantidad de tiempo y amor que antes me parecía inimaginable.
Con este primer LP, Cecilya se estrena al frente de la composición reinventando su propuesta con sonoridades más cercanas al pop e influenciada por los ritmos retro que la han acompañado durante los últimos años. Además incorpora nuevas texturas musicales basadas en el folk irlandés o el country americano para emprender un viaje en busca de su propio universo musical al que ha bautizado como retro-pop. Un total de 11 melancólicas canciones en las que a base de metáforas explora sentimientos como la felicidad, la soledad o la nostalgia por los años vividos en Mallorca, reflejada en el tema «My own July».
El álbum está auto-producido y ha sido grabado en Studio Black Box por Peter Deimel, mezclado por Jean Marc «Maz» Pinaud en París, masterizado por Pete Lyman en Infrasonic Mastering (Nasvhille, USA) y distribuido en Francia por InOïe Distribution.
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