
Palma, viernes 4 de junio de 2021
Festival ContrastMallorca
Concierto de Yohimbe Brothers en el Teatre Mar i Terra de Palma
Vernon Reid (guitarra) + Kassa Overall (batería y MC) + DJ Logic
La jornada lustrosa del Festival Contrast tuvo su azúcar en el proyecto más individualista de Vernon Reid, líder de los tan históricos como no especialmente reivindicados Living Colour, y su complemento en la sacarina de Nina Persson, vocalista de función lustrosa de The Cardigans. Secundada en esta ocasión por Martin Hederos, teclista de The Soundtrack Of Our Lives, sus respectivas bandas comparten ser suecas y no ser ni históricas ni reivindicadas.
De alguien como Reid, que jalona su carrera con trabajos junto a rotundas personalidades como Ronald Shannon Jackson, Defunkt, Public Enemy, Bill Frisell, John Zorn o Arto Lindsay, desde luego se esperaba aventura hasta el riesgo en lo sonoro, y es incontestable que lo hubo. La aventura estuvo en la propuesta desprejuiciada de cualquier tradición musical con ADN negroide, y el riesgo llegó hasta el puro free jazz. Las otras dos extremidades del proyecto aportaban solidez al discurso en una curiosa manera ambivalente: el batería y MC desde una vertiente contemporánea, mientras el DJ desde la vieja escuela purista.
… el caudal de la propuesta incluía fundamentalmente hallazgo, perspicacia, sensibilidad e indudablemente originalidad, dando un saldo final sobradamente positivo y en numerosas ocasiones extraordinario.
Los proyectos del guitarrista británico, crecido en el Brooklyn neoyorquino de los años 70, se han calificado casi unánimemente de paradigmas del virtuosismo sin ego, y ello no puede sino ayudar a coagular el carácter de su música. La heterodoxia que se pudo escuchar sonó verosímil, lejísimos del capricho, boutade o espejismo, al mismo tiempo que inevitablemente dispersa en algunos pasajes. Se ha escrito que si los Yohimbe Brothers fueran absolutamente geniales serían los Hendrix del siglo XXI, y no lo son. Más que espeso, el mejunje musical caía en ocasiones en lo previsible (ochenteramente previsible) o en el crossover disperso. Pero el caudal de la propuesta incluía fundamentalmente hallazgo, perspicacia, sensibilidad e indudablemente originalidad, dando un saldo final sobradamente positivo y en numerosas ocasiones extraordinario. Mención especial para el DJ, tan impasible y calmoso como rotundo en sus lanzamientos de hip hop de gloriosa vieja escuela, y en especial para los ritmos re-ultra-sincopados del batería más, por encima de todo, su flow al micro, lo más poderoso y sorprendente de este muy buen concierto.
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