No se puede subestimar la influencia de B.B. King en la música norteamericana. A través de su curtida voz y su fecunda producción a la guitarra, siempre con su famosa Gibson ‘Lucille’ entre sus manos, King fue una de las figuras más prominentes que consiguieron acercar el blues al gran público. Hablamos de uno de los mejores músicos estadounidenses de todos los tiempos, comparable a leyendas del calibre de Elvis Presley, Ray Charles o Billie Holiday.
El blues, junto al góspel, forman parte del gran árbol de la música estadounidense desde su raíz, nutriendo y sustentando las frondosas ramas de otros géneros tan populares como el jazz o el rock. Blues y góspel constituyen dos tradiciones en apariencia contrapuestas, aunque no antagónicas. Se asemejan más al concepto taoísta del yin y el yang: dos fuerzas opuestas y a la vez complementarias e interconectadas, pues hay algo de blues en el góspel y algo de góspel en el blues. Es cierto que pocas canciones de blues incluyen motivos religiosos: más bien son lamentos amargos sobre los sinsabores de la vida, lamentos primitivos y hermosos. Pero eso es lo que también hacían muchos salmos en su época: eran gritos angustiados, desde el fondo del alma, que musicaban el desamor, la incertidumbre y la desesperación. Los salmos podían ser dolorosamente honestos, como los lamentos del blues. Aunque si escarbamos debajo de esa amargura siempre podemos encontrar algo de esperanza.
Jueves 14 de diciembre a las 21 h.
Chicago Mass Choir + Palma Gospel Singers en Trui Teatre (Jazz Voyeur Festival 2023)
EntradasCuando era niño, King descubrió su amor por la música cantando en un coro góspel y fue su propio pastor quien le inspiró para tomar la guitarra. «Creo que todo talento musical proviene de Dios como una forma de expresar la belleza y las emociones humanas», dijo una vez. También tenía su propia opinión sobre la creación divina: «Creo que Dios creó todo. Estoy asombrado por su obra, los bosques, los océanos y el cielo que nos rodea. Creo que Dios nos hizo. Pero nuestra naturaleza no siempre es divina». Una frase que también pone de manifiesto el conflicto religioso que le acompañó durante toda su vida. Él se crió en un ambiente devoto, pero finalmente abrazó la música «pecaminosa» que venía del blues. En este otro lado del río, a pesar de los vicios y la mala vida, había más verdad y menos hipocresía, como explicó en más de una ocasión.
Aún así, el corazón del músico siempre albergó aquellos cantos que aprendió en las iglesias de su Indianola natal, en el profundo Misisipi. Prueba de ello es su álbum B.B. King Sings Spirituals grabado en 1959 y publicado en 1960 por la discográfica Crown Records. Un álbum que hunde sus raíces en el góspel y que cuenta con una sobria sección instrumental de órgano, piano, bajo y batería, muy apropiada para el canto espiritual, además de las animosas palmas y del poderoso respaldo coral.
El canto de King en este trabajo es extraordinario, una revelación para aquellos que solo conocieron al gran guitarrista de blues. Desde himnos conmovedores, como «Precious Lord» o «Save a Seat for Me», a temas de ritmo contagioso como «Ole Time Religion», «Army Of The Lord» o «I’m working on the Building», todo el disco evidencia el gran artista que fue King y el profundo respeto a la tradición góspel que latía en el fondo de su corazón. Como reconoció una vez: «Hay un blues por cualquier cosa que te duela. Escucho música gospel y, lo creas o no, escucho lo mismo. La única diferencia es que estas personas están rezando a Dios».
Este jueves 14 de diciembre en Trui Teatre, Chicago Mass Choir rendirá un emotivo homenaje a B.B. King dentro de la programación del Jazz Voyeur Festival 2023. Será una buena oportunidad para conocer a fondo el legado góspel que nos dejó el Rey del Blues. Más información aquí.
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Aprendiz de todo, maestro de nada. Programador, diseñador web, editor, redactor y codirector de esta nave.
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