El pasado 11 de marzo, el rockero canadiense Bryan Adams estrenó So Happy It Hurts, el decimoquinto álbum de su carrera
Este verano tendremos la suerte de disfrutar de su legendario directo en Mallorca
Bryan Adams actuará el próximo viernes 17 de julio en el concierto organizado por Legendsvip en el Golf de Andratx
A lo largo de las últimas décadas ha quedado sobradamente demostrado que Bryan Adams es capaz de mantener su independencia musical disco tras disco, evitando las corrientes y tsunamis que azotan el panorama musical. No podemos culpar a Adams por encontrar refugio en el pasado cuando cada vez es más difícil escuchar un disco de rock que suene como tal, esquivando la contaminación que la producción musical obliga para lograr cierto nivel de ventas. Por ello, es de agradecer propuestas coherentes como la suya, que lejos de buscar escalar puestos en el top de ventas se mantienen fieles al sonido que le ha llevado hasta donde está.
Como la mayoría de los mortales de este planeta, a Bryan se le atragantó el confinamiento. Empezó con mal pie cuando su militancia combativa en el movimiento vegano le hizo culpar del coronavirus a los «jodidos comedores de murciélagos» tras la cancelación de su concierto en Londres, para terminar pillando el bicho y tener que suspender la cita programada en el Salón de la Fama del Rock & Rock de 2021. Pero todo eso ya es agua pasada.
Después de un invierno en el que ha ido desvelando algunos de los temas más notables de su nuevo disco, ya podemos disfrutar de él al completo. En So Happy It Hurts encontramos doce temas coproducidos por el propio Adams y Robert John «Mutt» Lange, cuyo icónico sonido es fácilmente identificable, recordándonos por momentos producciones de Def Leppard, AC/DC o Muse.
A base de una buena colección de grandes riffs de guitarra y rock estándar que en ocasiones roza el pop, nos retrotrae a la gloriosa década de los 80. En ellos descarga su habitual y animada positividad, marca de la casa, que ha mantenido a lo largo de su carrera. A través de sus estrofas podemos encontrar retazos de desafío personal a la pandemia con cierto tono de automofa.
El tema que abre y da nombre al disco «So Happy It Hurts», encarna a la perfección la esencia de la propuesta musical de Adams. Suave sonido de radio pop con una divertida sección rítmica a cargo de la guitarra y su inconfundible voz juvenil, por la que parece que no pasa el tiempo. Sin darte cuenta estás golpeando el suelo con tu pie al compás de la canción, señal inequívoca de que su propuesta ha conseguido atraparte.
«Never Gonna Rain», el segundo corte del disco, es toda una invitación a afrontar los nuevos tiempos que llegan tras la tormenta. Uno de los himnos del álbum que, sin lugar a dudas, será coreado este verano en sus conciertos por los asistentes. Provisto de una marcada línea de bajo y un coro de góspel, nos invita a disfrutar del momento dejando a un lado el miedo constante que nos atenaza, en palabras del propio Adams. Una metáfora sonora que pretende plasmar el ruido de una noche bulliciosa en un día de lluvia, ya sea durante el verano del 69 o uno pandémico del siglo XXI.
En el sexto corte del disco, «On The Road», encontramos una interesante mezcla entre el rock clásico de Bryan con toques de punk rock. Un aporte de frescura en el nudo central del disco, con un sonido ligeramente diferente al resto, que destaca por el halo de oscuridad que lo envuelve.
Pero sin duda, el tema más destacado lo encontramos en «Kick Ass», todo un homenaje a sí mismo que comienza con una introducción dialogada por el británico John Cleese, el mítico actor y comediante inglés de los Monty Python.
Al principio, Dios creó los cielos y la tierra, luego creó las aguas y la tierra, y luego creó al hombre. Pero el hombre degeneró y descendió al agujero negro de crear mala música… No había música rock.
Adams, en el comunicado con el que presentó el tema, aseguró que este discurso resume perfectamente la canción. Una apuesta segura para empezar sus conciertos por todo lo alto.
En «Just Like Me, Just Like You» se deja llevar por tintes country en un guiño al público americano, cerrando el disco con «These Are The Moments That Make Up My Life», un tema de sonoridad elegante y épica donde se alternan momentos de calma con otros de elevada intensidad.
A sus 62 años, Bryan Adams continúa en plena forma, aunque alguno puede pensar que no ha madurado lo suficiente desde sus días de rebelde juventud en los 80. Claro que Adams no pretende demostrar ni cambiar nada con este disco, solo seguir componiendo y honrando la música que ama, la misma que define su estilo y esencia, aquella que tanto respeto y admiración le ha granjeado a lo largo de su carrera.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
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