
La música pop está llena de canciones de amor. Algunas te dicen lo que sientes, otras intentan convencerte de que lo sientas. Y luego están las que te transportan, las que hacen que el amor no sea solo un sentimiento, sino un paisaje, un universo propio. «Astronauts & Butterflies», el nuevo single de Emland, entra en esta última categoría con una confianza tranquila y una visión absolutamente personal.
Este compositor y productor mallorquín (con raíces alemanas y españolas) vuelve con una pieza que se estrenó el pasado 14 de febrero, día de los enamorados, una fecha que no es casualidad. «Astronauts & Butterflies» es una oda al amor verdadero, escrita en forma de cuento de hadas. Pero no en forma de un relato empalagoso ni fórmula reciclada. Aquí hay una mezcla poco común de delicadeza e intensidad, de intimidad y grandiosidad, que hace que la canción se sienta tan celestial como terrenal.
Emland, nombre artístico de Marcos, no es un novato en esto de usar la música como vía de escape y reencuentro. Criado en Alemania hasta la adolescencia, regresó a España tras la trágica pérdida de su madre a los 16 años. La música, y en particular el piano, se convirtieron en su refugio y, eventualmente, en su voz. Esa conexión visceral con la música es evidente en su trabajo: no es un productor más experimentando con sintetizadores, sino un compositor que usa la electrónica para amplificar la emoción, no para disfrazarla.
«Astronauts & Butterflies» es el tercer adelanto de su primer álbum, EVOLVE, previsto para la segunda mitad de 2025. Y aunque la estructura del lanzamiento —singles sucesivos construyendo el álbum pieza a pieza— es ya una estrategia común, la ejecuta con una claridad artística que hace que cada entrega se sienta como un capítulo esencial, no como un simple anticipo.
Musicalmente, la canción equilibra lo acústico y lo electrónico con precisión. Las texturas sintéticas no sofocan la esencia humana de la melodía: al contrario, la potencian. En un mercado saturado de producciones grandilocuentes que a menudo se sienten vacías, este es un tema que suena grande sin perder su intimidad.
Más allá del single, Emland se encuentra en una encrucijada interesante. Aunque su objetivo final es componer y producir para otros artistas, su trabajo bajo su propio alias demuestra que no tiene prisa en saltarse etapas. Cada lanzamiento refuerza su identidad y su capacidad para crear un pop rico en matices y emoción.
Si este es el tipo de viaje que Emland propone, su álbum debut promete ser una travesía que valdrá la pena seguir de cerca.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
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