No, ni tienen veintimuchos o treintaypocos, ni es su tercer disco. Carme Vives (voz, teclados y guitarra), Pere Amer (coros y guitarra), Adrià Mayordomo (batería) y Biel Riera (bajo y sintetitzador) son como quien dice unos recién llegados, pero la chicha artística que Reïna transmite es tan sorprendente y convincente que se les adjudicaría una madurez musical que teóricamente les toca para dentro de diez años. ¿Una prueba? Escuchad Carinyo, su último single. Escuchad la música y escuchad la letra.
Debutaron en el verano de 2020 con el single de título Coneixement del medi, que incluía Huracans y Tròpic de Capricorn. Fue grabado durante aquel agosto en Estudis Favela con el fundamental Pep Toni Ferrer a los mandos y masterizada por el tótem Rafa Rigo en Urban. Con esas dos canciones se presentaron a la edición número 20 del concurso Sona9 organizado por la revista Enderrock. Ésta es la primera línea periodística en los Països Catalans, y aquél la referencia principal del amplísimo y muy sólido circuito musical catalán. Se presentaron y lo ganaron. El premio consistía en la grabación de un EP y un videoclip, además de una minigira por cinco de los muchos y muy potentes festivales musicales del país, como Acústica (Figueres), Mercat de Música Viva (Vic), BAM – La Mercè (Barcelona) o las fiestas de Santa Tecla (Tarragona).
Y ahora es cuando ha llegado el debut. Finalmente ha sido en formato larga duración, titulado Arts marcials y producido por Lluís Cabot, líder de Da Souza y con dos EPs y un single en solitario. Con ilustración del mismo Mayordomo, batería de la banda, y diseño del talentoso para todo Tomeu Mulet (líder de Polseguera), incluye la fotografía de la reputada Noemí Elias Bascuñana. Ha sido grabado por Tomàs Robisco en Bucbonera Studios (Caldes de Montbui, Barcelona), complementado con los arreglos registrados en Estudis Favela por Ferrer y la producción del tema Tendrum obra de la extraordinaria Joana Serrat. Mezcla y masterización han ido a cargo de dos capitales generales incontestables como Panxii Badii y Víctor García, de los ya históricos estudios Ultramarinos Costa Brava.
No puede haber tantos nombres con tanto peso específico vinculados a Reïna y que todos se hayan equivocado. Contesta a este cuestionario el bajista Biel Riera.
Las cosas van cuadrando con Reïna: ganar el Sona9, grabar un larga duración en vez del EP que proporcionaba el premio. Sois los huracanes de los que habla vuestra canción del mismo título.
[ríe] No habíamos hecho esa asociación de ideas.
Es una canción autorreferencial.
Habrá que asumirla así, pero no fue consciente cuando la hicimos.
Desde luego parece que desde el inicio solo hay una ley aplicable a Reïna: la ley que Reïna dicte. Habéis grabado un LP cuando las bases del concurso señalaban que debía ser un EP. ¿Cómo fue la batalla por conseguirlo?
Fue mucho más fácil de lo que podría parecer. Grabamos las dos canciones que presentamos, Huracans i Tròpic de Capricorn [posteriormente autoeditadas juntas como single en 2020 bajo el título Coneixement del Medi], y después de ganar pensamos que cuatro canciones eran pocas porque nos hacía mucha ilusión trabajar a fondo en un disco completo. De hecho, hasta ese año el grupo ganador grababa un álbum completo, por tanto la idea no era tan extraña. Lo propusimos y cuando nos explicaron que el premio consistía en mitad y mitad X días de grabación y X de mezcla, decidimos dedicar todos los días a grabar, para luego encargarnos nosotros de la mezcla aparte y pagarla.
Habéis declarado «volíem fer feina al voltant d’un concepte i unes idees». ¿Cuáles?
Básicamente un disco de pop, súper sencillo, fácil, algo clásico, el típico disco de pop que habla de amor.
El típico disco de pop como por ejemplo de los Beach Boys, con 150 pistas en cada canción.
[ríe] Canciones directas pero no de un minuto i mos anam, sino algo que a nosotros mismos nos haría ilusión escuchar. En cuanto a letras y concepto, hablar del amor de diferentes maneras, casi de manera peliculera. Contar historietas bien nostálgicas, bien muy exageradas, e ir jugando con lo que la misma historia de cada canción nos podía sugerir.
¡Ah! Es decir, es el “disco árabe” de Reïna. Dependiendo del tipo de oración, del contexto, etc., en árabe existen más de cincuenta palabras diferentes para referirse al término «amor».
¡Jajajaja! Se ve que sí.
Con todo esto llegamos a una de las esencias de Reïna: no hacéis pop simple. Cada historia peliculera, como comentas, cada vuelta de tuerca que suelen incluir vuestras canciones, estáis narrando una situación tan real como compleja. Hacéis pop simple-complejo. Como Carinyo: qué elemental parece y qué espacio sentimental tan holgado describe.
Ese es el objetivo y en ese sentido trabajamos mucho las músicas y las letras. Por ejemplo Carinyo. Primero, es una palabra que me gusta muchísimo. Empecé a escribirla hace años, con 14 o 15, y me hacía mucha ilusión hacer una canción con ese título. Me gusta mucho cómo la pronunciamos en Manacor, ese «quie-rinyo». Sobre esa intención primera, contar algo normal, cotidiano, fui trabajando en el tiempo hasta dar con ese giro final, ese par de vueltas expresado en la frase final de «eres lo peor que me ha pasado porque no sé darme la culpa a mí mismo», que une con esa misma idea potente con la que empieza, con «eres lo peor que me ha pasado».
«Carinyo» y su subtítulo «Qué más dan los barbarismos, lo importante es la música». No os patrocinará la Obra Cultural Balear.
[ríe] Queríamos jugar a eso. Y conste que soy estudiante de Traducción y me tengo que preocupar por estas cosas.
No sabía eso.
¡Algo me tengo que preocupar de estas cosas! Pero me parecía que como título tenía mucha más potencia, era una pedrada mucho más grande.
Es que es una palabra muy, muy mallorquina. Es lenguaje coloquial muy mallorquín.
Hay mucho de eso en el disco. Muchos dialectismos típicos de Mallorca. Me gustan mucho las letras abstractas, o las que sugieren imágenes complejas, pero queríamos una conexión mucho más cotidiana y normal. Frases que cualquiera puede decir. Claro que yo mismo decía «es un castellanismo», pero al mismo tiempo le daba mucha más personalidad.
Va a ser cierto que hay dos influencias básicas, dos vertientes o dos escuelas en Manacor: la de Roger Pistola, la digamos simbólica y sugerente, y la de Jorra Santiago, que es quien podría haber escrito una canción titulada «Carinyo».
¡Jajajaja! Poca broma amb això! Como sabrás, soy el bajista de Jorra i Gomorra, y muy fan desde antes de entrar en la banda. Letras de Reïna, tal vez no tanto en el resultado final pero sí en la manera de trabajarlas, son un reflejo de lo mucho que he aprendido de él.
Es otra constante ya detectable en Reïna: la sorprendente y extraordinaria potencia conjunta de elementos a priori contrapuestos, como lo que se cuenta y la ternura de la voz de Carme, como el pop hedonista y hasta bailable de Carinyo enmarcando frases como «Carinyo / sense tú estic millor / si he estat massa temps a adonarme’n / és perque no sé com demanar-me perdó». Ya está: hacéis pop sarcástico.
Nos gusta jugar con esos contrastes. Tal vez lo más evidente habría sido contar las historias de manera más directa, todo como muy junto, pero buscábamos y nos hacía ilusión meter en el disco todo el contraste posible. También por eso hay canciones más movidas, otras más tranquilas, u oscuras. Así es mucho más divertido.
En vuestro directo siempre subís un peldaño la intensidad. ¿Directriz pactada en el local de ensayo o el mismo directo os lleva hacia allá?
Realmente, son las dos cosas al mismo tiempo. Lo hemos comentado en el local, pero sobre todo, como vamos mucho a conciertos y además de todo tipo, al final nos hemos encontrado con que a los cuatro nos gustan mucho los grupos que tienen esa intensidad en directo aunque en el disco no tenga tanta presencia. Más allá de que en el disco todo puede sonar más detallado, en directo nos interesa más que si te olvidas o dejas de tocar ciertos matices sea en pro de añadir esa parte de intensidad, de más caña. Es más o menos consciente. Por ejemplo, Tendrum tiene en el disco una parte final que es simplemente el instrumental que sigue hasta que acaba. Pero en directo intensificamos esa parte final, que lo hace todo mucho más divertido.
Doy fe. En el MoboFest vuestro batería se vino arriba y tiró al suelo un plato con su pie y algo más.
¡Es cierto! No me enteré muy bien porque me di cuenta al ver a un técnico subido al escenario y levantando creo que un raid y no sé qué más. Es lo que nos gusta: aunque haya poco tiempo hay que buscar sorprender al público.
¿Todas las canciones se escriben en función de la personalidad mayúscula de la voz de Carme?
Es más que ella trabaja mucho las canciones. Tenemos un documento compartido con mis letras y las de cualquiera de la banda cuando escribe alguna. Suelo meter muchas por practicar, por la gimnasia de escribir. Luego les añadimos la música, sea Pere, ella o yo mismo. Claro, si sale de ella ya la adapta a su manera de cantar. Y como se conoce muy bien siempre nos propone muchas melodías. Si la música es de otro suele ser mucho más simple, y todos los detalles o la decoración que Carme le añade lo enriquece mucho.
¿Habrá canciones cantadas por otros integrantes de Reïna?
Hay una en la que Carme y Pere cantan juntos, y hay alguna guardada en la que solo canta él. No lo descartamos.
El estudiante de Traducción sabrá que «reïna» [en castellano «resina»] no es un cultismo, pero tampoco una palabra de uso muy común. Es de suponer que el juego de confusión con el término «reina» es intencional.
Sí, la gente cae a veces en esa confusión. A veces es un poco un lío, pero supongo que la mayoría de gente ya lo tiene claro. Teníamos un montón de opciones y al final nos quedamos con esta por lo puramente estético. Es una palabra molt guapa y la diéresis justo en medio queda muy bien.
Al final todo eso redunda en positivo, enriquece en el carisma y la personalidad del grupo. Será como con los fans de Satellites, que se dividen entre los que aún piensan que canta una chica dada la tesitura de la voz de Jordi Herrera, o los que creen que la canción de Salvatge Cor se titula «Sóc un hipster» cuando realmente es «Polsina de cascall».
¡Exacto! Es genial cuando ves algún post en el que la gente juega con cosas tipo «Els reïs de Manacor».
Es sorprendente la ambición y la madurez artística de los integrantes de Reïna. Fa por, en el mejor de los sentidos, imaginar la altura artística que podéis alcanzar cuando seáis ambiciosos y maduros de pleno derecho, con la legitimidad incontestable de una carrera larga y fructífera. ¿Os habéis imaginado dentro de veinte años y ocho discos?
Gracias por el comentario, pero qué va, imposible imaginarse a uno mismo. Aun teniendo un cierto pasado musical es la primera vez que los cuatro nos juntamos y decimos «queremos hacer un disco». Y lo que sí notamos mucho es que a pesar de haber trabajado mucho en las canciones, en la producción, etc., en algunas nos parece que se nota haberle dedicado dos horas más o dos horas menos en el local de ensayo. También sucede que la parte que más nos gusta es la de componer, y procuramos tener muchas más canciones de las que finalmente serán publicadas. Eso nos da una base de trabajo con la que a veces sí pensamos, por ejemplo, a un año vista.
Otra manera de preguntarlo: tienes la edad física que tienes pero, ¿Cuál es tu edad interior?
Tengo 20 años, pero es cierto que con internet tan globalizado, con este mundo en el que todo va tan, tan rápido, a la hora de hacer canciones puedes acceder absolutamente a todo lo que quieras. Te puede pegar la neura de componer influenciado por un movimiento de pop japonés de los años X, juntarte con el resto de la banda en el local y trabajar una canción en ese estilo. Tener tantos inputs y tantas influencias, tantas fuentes, tal vez lo que provoca es que tengas las ideas muy claras cuando te lanzas a por el objetivo de hacer tus canciones. Hace dos o tres años, cuando me metía en un estudio a grabar, la canción no se aguantaba, no te convencía, passaves pena porque no sabías por dónde tirar… Hoy día vas mucho más decidido y provoca que todo sea mucho más sólido.
¿Qué cuota de culpa tiene la producción de Lluís Cabot en la personalidad de vuestro sonido y vuestro disco?
Fue fantástico porque todo fue muy natural. En estudio solo he tenido experiencias positivas, pero quieras o no te preocupas cuando van canciones muy «tuyas», o porque es un primer disco. Pero fue ponerse a ello, por ejemplo enviarle un par de canciones sin acabar de pulir, y enseguida se ponía a trabajar en ellas en su casa y nos devolvía una propuesta de estructura, o una introducción, o remataba una melodía que nosotros no acabábamos de tener del todo clara. Hay canciones en las que el empujón final es suyo, así como hay otras que al enviárselas proponiendo meter otra batería o algo más, nos decía «así está perfecta y se aguanta sin problema», y así se quedaron. Por ejemplo, la última canción del disco es solo acústica y voz, u otra en la que la base rítmica la llevan diferentes sintetizadores… Ha sabido ver perfectamente en qué canciones había que trabajar mucho y en cuales había que quitar cosas.
Dicho está: tan joven como talentoso y en el trayecto que va de prometedor a creador indiscutible. Y como dicen que en dos ámbitos concretos, la noche y el mundo de la música, todo es mentira, me pregunto si te está gustando lo que estás viendo.
Es un mundo mucho más complicado y denso de lo que parece. Uno escucha mucha música de siempre, y desde fuera lo ves todo de manera mucho más inocente, intuitiva o espontánea. Algo que sí me ha sorprendido es la enorme cantidad de trabajo que hacen todos, sea en un grupo grande o pequeño, sean músicos, productores, músicos de sesión o de directo, técnicos, etc. Es mucho más profesional de lo que uno podía imaginar. Y particularmente en Mallorca me gusta mucho ver cómo todo el mundo se apoya entre sí. Montas un grupo, empiezas a moverte y a tocar, contactas con gente, como yo contacté con Jorra, y enseguida todo es muy cercano. Te encuentras con gente y se acuerdan de ti. Y al mismo tiempo te vas encontrando con algunos, empresas, gente con poder, que ves que solo se preocupan de la rentabilidad económica y para nada del valor artístico de lo que hacen. Aunque es algo que pasa en todos los campos. Siempre se ha dicho y siempre se ha visto. Tal vez en los festivales, cuanto más grandes son, sí puedes llegar a ver cómo les da igual que toques o no. Tienes tu media hora y cuando acabas ya no existes. Ahí sí puede haber parte de esa mentira del mundo de la música.
¿Cuándo hablas de esa germanor hablas del mundo, Mallorca, Manacor?
Es verdad que en Manacor siempre ha sido así: es increíble la cantidad de grupos y de gente que se mueve en el mundo de la música, cómo acabas coincidiendo con todo el mundo y cómo se ayudan siempre entre ellos. Toques en un grupo con repertorio propio o no, hayas tocado en directo o solo en el local, al final ves que todo el mundo se echa un cable. Siempre ha habido mucha piña, y si necesitas un ampli para ir a tocar o una guitarra para grabar siempre encuentras alguien que te lo presta. También porque aparte del apoyo de ayuntamiento o instituciones hay muchas asociaciones que trabajan y organizan, a menudo sin beneficio personal. La gente de En viu, Txítxeros amb empenta, Renou Col·lectiu, etc., monta cosas y acaba dando ganas a más gente de montar cosas. Es muy importante porque cuando organizas un concierto en la plaza de Manacor con X grupos es cuando con quince años ves a alguien tocar y dices “yo también quiero escribir canciones o aprender a cantar”, como nos pasó a Reïna cuando íbamos a ver a Roig! o a Jorra.
Siempre ha habido muchísima música en Manacor y alrededores. Ya desde Tots Sants.
Y Joan Bibiloni, Guillem d’Efak…
Se habla, se organiza, se ayuda, se toca, y se acaba con el ya habitual «Mos veim a Can Lliro».
Exacte.
Publicado por:
Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.
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