El talento para la hiperemoción que tanto enganchó en el primer álbum de la banda sigue vigente en su segundo trabajo, ‘Imposible’, reforzado por la potencia comunicativa de unos textos ahora en castellano
‘Vivir es cambiar’ afirman en «Tras el cristal». Y para quien juzgase imposible que Maico cantaran en castellano, loop y salto en Imposible (Maico Records, 2022), su segundo y muy esperado trabajo tras Emotional Tourist (Musiteca, 2017). «Fue propuesta mía», concede Nito (Palma, 1976), guitarrista de la banda e interlocutor para esta ocasión del trío que completan Miguel Barceló (voz) y Jaume Femenias (batería). Añade clarificador cómo «el primer disco funcionó muy, muy bien, pero también se nos tildó de demasiado eclécticos».
Y aquí empieza un curioso tránsito intermedio:
Quisimos coger lo que más nos gustaba de todo ese eclecticismo, apostando finalmente por un pop muy electrónico. Compusimos un disco entero, tras lo que llegó la pregunta para Miguel: ‘¿Te ves defendiendo estas canciones en directo?’. Además hubo que sumar que el nuevo material no convencía a la discográfica.
Tras tres años de vaivenes incluido el socavón de la pandemia, Nito se postuló a compositor principal:
Miguel se vació llevando la batuta compositiva con el primero y con el ‘disco electrónico’. En ese punto yo no tuve dudas, ya que he escrito música toda la vida. Y es que me preocupaba mucho no sonar como la mayoría de grupos que pasan del inglés al castellano.
Con todos los nuevos parámetros, la dirección final tras el impasse parecía inevitable:
Recuerdo perfectamente el día que llegué al local de ensayo con la determinación de cambiar de idioma. Miguel era, lógicamente, el más reacio.
En este punto la lucidez de Nito es incontestable:
Transmitir no es conectar. Miguel sabe que transmite muchísimo cantando en inglés, pero teníamos la duda de si conectaría en castellano. Cuando un artista español o catalán canta para público de su mismo idioma en otro, está creando una barrera artificial en esa comunicación.
Decisión desde luego no nimia, pero sí probablemente lógica: la poderosísima voz de Barceló, hipercapaz tanto en el hilo como en el chorro, funcionaría. Tenía que funcionar. Ha sido una de las esencias de la banda desde que se dieron a conocer, junto con el talento melódico que albergan sus canciones. Una vez todos decididos y convencidos, llegaba el trabajo concreto: qué contar en las canciones.
Siempre tengo muy claro de qué quiero hablar. Pero la seguridad que tengo componiendo música, lo primero que escribo, no la tengo después con los textos. Por eso siempre he trabajado con Rafa [Vives], un amigo de la infancia y quien vendría a ser nuestro road manager. Escribo la idea de cada letra, en mayor o menor medida, y él las redondea, las pule y las acaba.
El remate final es realmente un trabajo al alimón, pues confiesa ser muy cabrón con los textos. Tienen que estar perfectamente encajados. Por ejemplo, nada de mover el acento de una palabra para que te encaje con la melodía.
Hiperemocionantes. Un detonador de emociones. Son definiciones habitualmente adjudicadas a la banda, y para el segundo trabajo oficial no querían ser menos:
Hay que ser muy exigentes con eso, porque un tema puede parecerte que funciona cuando lo tocas tú solo en casa, pero luego al probarlo con la banda puede que no. Y si es así y lo pasas por alto, en el escenario se va a notar.
Toda norma escogida, todo canon definido, puede tener su excepción, y así es incluso en Maico:
Conceptualmente, hay una canción en el nuevo disco que está fuera, Tu final. Es más oscura que emocionante, pero decidimos meterla.
Desde luego en la escucha global del álbum lo que se capta no es una diferencia musical abismal y sí una vertiente más, otra nueva modalidad en esa habilidad sobresaliente ya prototípica de este grupo para escarpiar pieles.
Imposible tiene ya dos singles y dos videoclips de adelanto, el que da título al álbum y un segundo, «El nudo», con extra esplendoroso: la colaboración de Mireia Flores, cantante de Ombra. Y es que si había que buscar una voz que emocionase, transmitiese y conectase, pocas lo consiguen como la suya. La grabación y producción del disco es un trabajo conjunto de la banda y Toni Salvà en el estudio palmesano Diorama Sound, con masterizado final de lujo en el madrileño Sonobox a cargo de Manuel Colmenero, veterana y muy reputada figura que como productor firma, entre muchos otros trabajos, los tres primeros álbumes de Vetusta Morla.
El momento actual de la banda es consecuente: promo, promo y promo, tras lidiar y ganar cada batalla que se han ido encontrando hasta hacer nacer la brillantez de Imposible. Porque como señala Nito, ‘imposible’ puede no ser más que sinónimo de ‘improbable’. A partir de ahora, el cofre de las sorpresas y los tesoros se abrirá hacia abril, cuando está previsto que se ubiquen en otro ámbito donde son ases de bajaras: los escenarios. La forma de sus canciones y el fondo de sus directos debe llevarles, sin futurología y sí con previsión casi científica, a la dimensión nacional que pretenden y llevan ya dos discos mereciendo.
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Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.
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