Tras varias semanas anunciándolo, ayer jueves llegó el día en que los trabajadores del mundo del espectáculo se movilizaron en la Plaza Mayor de Palma para protestar contra la falta de apoyo recibido por parte de las autoridades durante la actual crisis provocada por la COVID-19, que está afectando especialmente al mundo del ocio y la cultura.
Con estrictas medidas de seguridad y manteniendo la obligada distancia interpersonal, entre geles hidroalcohólicos y mascarillas, el sector pretendió hacerse oír y manifestar los motivos de su descontento. Esta iniciativa fue impulsada por M.U.T.E. (Movilización Unida de Trabajadores/as del Espectáculo), compuesto por profesionales del mundo de los eventos y los espectáculos, y que se define como un movimiento que surge de forma “espontánea” con el propósito de pedir a las instituciones la adopción de medidas urgente para “regularizar y dignificar a los trabajadores del sector cultural”.
La misión era activar el código rojo tiñendo las paredes de la Plaza Mayor, con los manifestantes formando parte de una performance, ataviados de riguroso negro junto a cajas de transporte simulando ataúdes, haciendo alusión a un velatorio en el que el difunto era la cultura.
El sector, muy afectado por la intermitencia de la actividad y la estacionalidad, se ha visto en esta ocasión especialmente perjudicado por las medidas de contención de la pandemia impuestas por el Gobierno. Con la necesidad de dar visibilidad a la preocupante situación que viven sus trabajadores, todos unidos bajo un mismo lema pretendían dar un severo toque de atención a los poderes públicos para que tomen medidas urgentes que garanticen la viabilidad de un sector al borde del colapso y la creación de una mesa de diálogo que ponga negro sobre blanco sus necesidades.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
No hay comentarios