BALA: «No queremos ser adalid de nada, pero tenemos muy claro lo que pensamos y lo que escupimos»

Siempre me ha gustado muchísimo el realismo poético, o la metaforización certera, de vuestras letras. Y ahora vais y os ponéis explícitas, casi narrativas. ¡Pardiez! Pero como me siguen calando muchísimo, en última instancia la duda es la misma: ¿qué tiene que tener un tema para que os llame la atención y acabe en una letra de Bala?

Somos fruto de lo que comemos. Ahora que nos hemos puesto más explícitas inevitablemente también nos hemos puesto más autobiográficas. Escribimos de lo que nos inspira o nos preocupa.

Solo hay dos tipos de letras, o de canciones: las escritas para una misma, y si el mundo conecta bienvenido es, y las que se escriben para una tercera persona o para el público. ¿Las vuestras?

Para nosotras. Si conectas, bienvenida. Si no, lo sentimos mucho o no. [ríe].

Inevitable plantear cuán trabajoso, por novedoso, ha sido el proceso de escritura de textos.

Trabajar de forma diferente ha sido bastante agónico. Pero al final, como nos gusta escupir lo que sale y ya está, todo ha funcionado de manera muy orgánica y casi inmediata. Aún así probablemente ha sido el disco en el que hemos dedicado más tiempo a las letras. También ha habido ese miedo, o ese pudor a qué va a decir la gente de esta apertura en canal. Toda la gente me va a escuchar pensar en voz alta.

Ana Curra: «Nunca me ha llamado la atención ser una estrella. Nunca he querido estar en primerísima línea». Vinculado a esa declaración suya, a vuestros textos, a vuestra actitud, a ser dos mujeres en el mundo machista de la música: nunca ha parecido que queráis estar ahí para discursear a nadie. No vais repartiendo eslóganes.

Efectivamente. No vamos de adalid de nada. Tenemos claro lo que pensamos y lo que escupimos. Lo hacemos de forma terapéutica, sobre todo por el hecho de gritarlo. Es un ejercicio terapéutico y poético. Lo que nunca vamos a hacer es pedir permiso.

Aún así, ¿alguna vez habéis visto una frase vuestra en una pancarta en algún concierto vuestro? ¡Eso tiene que molar!

[ríe] ¡La verdad es que no pero molaría! Lo que sí hemos visto es gente que se ha tatuado alguna frase de alguna letra. O el otro día en Barcelona, que una chica nos enseñó el tatu de uno de los ponis de la portada de Besta.

Una de vuestras bandas referente, las L7, hicieron muchísimo por la igualdad de sexos en la música, pero curiosamente de manera involuntaria. Donita Sparks siempre dijo que lo único que les preocupaba era que no las catalogaran dentro del grunge. Lo cual me llevó a pensar qué contestas cuando te preguntan qué música hacéis en Bala.

Siempre decimos que es una pregunta muy difícil de responder. Depende de cómo nos levantemos. A veces un poco más punk, o más stoner, o más hardcore, o doom, o metal… Somos el resultado de toda esa amalgama de influencias diferentes.

En el último álbum hay más heterodoxia musical que nunca. Y todo suena a Bala. Pero por elucubrar: ¿tenéis la impresión de que cada vez vais a abrir más vuestro margen de maniobra musical? Por poner alguna acotación: ¿más electrónica, más acústico?

Cada día nos hacemos la misma pregunta. Seguiremos fluyendo, sin mayores pretensiones. También ayuda que no nos rayamos mucho con la producción ni con tal o cual sonido. En el fondo solo somos dos, una batería, unos amplis de guitarra y nada más. Nos dejamos sorprender por la fuerza del momento, que a veces es más punk y otras más hardcore. Aunque es verdad que con las colabos han surgido sinergias que no sospechábamos. Como grabar pianos.

Como para decirle que no a Ana Curra, que además de ser un mito artístico es profesora de piano en el Conservatorio de El Escorial.

¡Exacto! Que además trabajar con ella fue un regalo inesperado.

Sonidacos como el vuestro siempre hacen pensar en lo difícil que históricamente ha sido grabar guitarras en este país. Mucha gente, buscando esa personalidad en el sonido, se ha ido fuera. Qué suerte que exista Santi García.

La gente que se ha ido fuera es porque no conoce a Santi. [ríe]. Y como persona es genial. En el estudio es súper orgánico, muy de primeras tomas. Grabar con él es como un paseo. Tiene todo muy claro en la cabeza, y no solo es que nos tenga la medida cada vez mejor tomada, es que cada vez nos mejora.

Haz spoiler en la medida que consideres: ¿novedades en el nuevo directo para el último disco que veremos en la Fònica?

La verdad es que Anxela es muy buena pensando en el orden de las canciones del disco y en el directo. Por mi parte solo puedo decir que llevaremos un set muy completo de los cuatro discos. Venimos con muchas ganas de reventarlo, habrá ruido y nueces. Además será justo después de tocar con Queens of the Stone Age.

¿¡Venís de tocar con Queens!? ¡¡No lo sabía!!

Sí, ayer [el martes de este semana]. Todavía lo estamos procesando. Además en casa, en el Coliseum de A Coruña. También coincidiremos en el Azkena [el viernes anterior al bolo del sábado en Muro], y volvemos a tocar con ellos en Fuengirola [el domingo día 23].

Qué suerte para ellos.

Desde luego. [ríe].

Se os pregunta mucho qué pasa en Galicia que genera no solo tanta música, sino además guitarrera. Pero te lo planteo de otro modo: ¿Galicia os entiende?

Creo que sí. Es verdad que nos preguntan mucho «qué os dan de comer allí». No paran de salir artistas muy interesantes. Tal vez tenga mucho que ver con el tiempo, con que haga mal tiempo y haya que pasar tanto tiempo encerrado. No te queda otra que hacer música.