Nuevos bocetos sonoros en el diario de Murcia Parker

Sebastià Mesquida nos ofrece una nueva entrega de su electrónica minimalista

Tras su debut en 2022 con aquel Diari Sónic (Espora Records, 2022), Murcia Parker, alter ego del músico mallorquín Sebastià Mesquida, presenta un nuevo capítulo de sus elegantes y minimalistas composiciones electrónicas. Diari sònic 2022-23 (Espora Records) puede entenderse como una continuación de su anterior trabajo, pues mantiene las principales características de su predecesor, aunque también aporta nuevos instrumentos e inquietudes a la mezcla que nos permiten apreciar cierta evolución sonora. Grabado entre el 15 de octubre de 2022 y el 4 de noviembre de 2023 en las localidades de Alaró y Santa María del Camí, todos los cortes son grabaciones multipista en vivo, sin capas ni procesamiento adicional más allá de alguna reverberación agregada en la posproducción.

Así nos lo describe el músico y escritor Tomeu Canyelles:

El escritor Eduardo Galeano lo repitió una y otra vez; que en un mundo de plástico y ruido él prefería ser de barro y silencio. Justo esto. Es difícil explicar porque alguien opta por hacer música instrumental, y más cuando la cultura del pop y del rock se ha fundamentado en este binomio inseparable: la música y la letra. Quizás no hay que preguntárselo; quizás es porque mentes inquietas, como la de Sebastià Mesquida, han entendido que la Música —en mayúsculas— no es el medio, sino el objetivo.

La segunda entrega de Mesquida en solitario, bajo el alter ego de Murcia Parker, es una demostración elocuente y convincente de que la música instrumental no necesita ningún otro mensaje; que la voz no es un imperativo para decir algo inteligente; que las letras no son un trámite obligado para expresar las ideas que hierven en nuestro interior. Esta nueva compilación mantiene la pulsión electrónica de su debut, pero el creciente protagonismo de instrumentos, como las guitarras o el bajo eléctrico, lo hacen algo más que ambicioso: lo hacen imprevisible y, por lo tanto, sorprendente, como si las guitarras fronterizas y mestizas de Ry Cooder se disolvieran dentro de los ecos contemplativos del kraut más cósmico.

Sin ser necesariamente continuista ni mucho menos conservador, las nuevas canciones de Murcia Parker mantienen aquello que hace único este proyecto en el actual ecosistema musical de las Baleares: apostar por canciones que parecen —repito: parecen— borradores; verdaderos haikus sonoros que, al igual que los relatos breves, se sostienen por una estructura interna robusta, coherente. Ante nuestros ojos y nuestros oídos, la evidencia: cada una de estas piezas contiene el alma de una canción mayor —e invisible— que nunca escucharemos; Mesquida nos las ofrece sabiamente concentradas en su mínima expresión.

No sabemos si, como Galeano, los diarios sónicos de Murcia Parker toman forma del barro y silencio; sí sabemos, sin embargo, que su audacia y temeridad desafían la indiferencia nociva a la cual el plástico y el ruido nos ha abocado.

El álbum ha sido mezclado por Joan Llabrés y masterizado por Taylor Deupree en 12k Mastering.