Vuelven los mallorquines ORA alzando la voz y con nuevo álbum bajo el brazo
Es una obviedad decir que la música busca emocionar, pero una cosa es buscar, otra encontrar, y otra muy diferente que constituya tu médula espinal de manera fundamental, casi fiera. En ORA hay cuatro médulas espinales parece que obsesionadas fieramente con detonar emociones.
ORA lo empezaron dos, Enric Hernaiz (batería) y Faust Morell (guitarra). Ahora son cuatro con la llegada de Francesc Bonnín (bajo) y Carlos Gómez (guitarra y ahora voz principal). Germinaron con los pies metidos en post-rock, loops y pads para un repertorio íntegramente instrumental. Ya no hacen solo instrumentales, aunque lo recuerdan en la revisión de «MAN», composición que abría su primer EP y cuya nueva versión viene incluida en Que mori la fera, su nuevo trabajo y a la vez su primer larga duración.
Esa es la novedad, que ahora tienen temas cantandos, porque que su música sigue siendo igual de emocionante. Una composición de ORA siempre ha tenido espoleta: arranca y sabes que va a hacer explotar la emotividad de quien la escucha. Su discografía la componen el EP When Komodo eats a Buffalo (2014), el single 21st Century Schizoid Man (King Krimson) (2015), el single de 3 temas BIG THREE (2015), el EP Faula (2018), trabajo compartido con Siberian Escape, y ahora el LP Que mori la fera (2024). Todo autoeditado desde esa casa de fiero amor por la música emocionante que es Can Puc Produccions, el estudio de Enric.
Persiguen la experiencia del directo a través de sus influencias musicales desde los 70 hasta los 90. A la base rock le meten tintes de post-rock, jazz, música negra, rap y algo de electrónica. Como Hernaiz especifica, meter voces «fue un paso natural. Ni Faust ni yo tenemos las mismas influencias que hace diez años, y queríamos cambiar los directos y la forma de componer con loops hacia algo más setentero. Para ello, bajo y voz son dos pilares que queríamos y necesitábamos». Para tranquilidad de quien ya les conociese, el ascendente de Gori Bujosa, músico mallorquín de jazz de los 80 a quien llamaban «el Zappa de Binissalem», sigue presente de una manera u otra.
La esencia del directo sigue igualmente omnipresente. Como han declarado, «lo que le suele gustar a la gente de nosotros es lo que proponemos en los conciertos. Una grabación nunca llega a ser lo mismo que un concierto, pero grabando todo a la vez [BIG THREE lo grabaron en directo], sin más postproducción que la mezcla y la masterización, hemos ido intentado estar lo más cerca que hemos podido de la experiencia del directo». En ello siguen empeñados estas cuatro espinas dorsales y así conciben Que mori la fera, aunque para esta ocasión hayan recurrido a la grabación por pistas: «Un homenaje a la creación musical entendida como una práctica que siempre nace de la experiencia del directo».
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Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.
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