
Se cumplen 30 años del fatídico concierto de Nirvana en Buenos Aires, donde los de Seattle boicotearon su propia actuación por el comportamiento inaceptable del público con la banda Calamity Jane
Corría el 30 de octubre del año 1992 cuando Nirvana ofrecieron en Buenos Aires uno de los conciertos más irregulares y extraños de su trayectoria, probablemente el peor concierto de toda su carrera. Una noche inolvidable, sí, pero no por las razones correctas.
Aquella tarde nada hacía presagiar lo que se avecinaba. El ambiente en el estadio José Amalfitani, cancha de Vélez Sarsfield, era expectante y festivo. 50.000 almas esperaban a la sensación del momento, los estadounidenses Nirvana, cabezas visibles de una revolución musical, el grunge, que había puesto patas arriba el mundo del rock y se expandía de manera imparable por todo el planeta.
La jornada, por tanto, se presentaba brillante, con un cartel compuesto por Los Brujos, una de las bandas argentinas de rock alternativo más prometedoras del momento, Calamity Jane, grupo amadrinado por Courtney Love pero desconocido para el público local, y las estrellas de la noche, Nirvana.

Los encargados de calentar el ambiente fueron Los Brujos, formación proveniente de la vecina localidad de Turdera. Su actuación en aquel concierto fue muy celebrada por la parroquia local y cuentan que impresionó a los mismísimos Nirvana. En especial “Kanishka”, su tema estrella. Sin embargo, el ambiente cambiaría para mal al salir a escena el siguiente grupo.
Calamity Jane era una banda femenina de riot grrrl oriunda de Portland, Oregón. Estaba formada por Gilly Ann Hanner (voces, guitarra), Megan Hanner (bajo), Lisa Koenig (batería) y Joanna Bolme (bajo, guitarra). Creada en 1989, en tan solo 3 años se había convertido en una de las bandas más importantes de la escena de su ciudad, y justo ocurría cuando la atención mundial sobre Seattle colocaba también bajo el foco a localidades cercanas como Portland, que bebían del mismo movimiento. Amadrinadas por Courtney Love, sus componentes estaban muy ilusionadas por telonear a la banda del momento, Nirvana, en el que iba a ser el concierto más grande de su carrera. Sin embargo, cuando subieron al escenario del estadio Amalfitani se encontraron con una actitud tremendamente hostil por parte de un gran sector del público. Un rechazo tan caprichoso y feroz que incluso una banda como la suya, habituada a moverse por el circuito punk, ni esperaba ni podía imaginar.
Se puede entender que buena parte de la parroquia allí congregada estuviese impaciente por ver a sus ídolos, pero no existe ningún pretexto que pueda justificar su infame comportamiento. El caso es que muchos de los asistentes, en su gran mayoría hombres, la emprendieron con las chicas, procediendo a insultarlas y lanzarles de todo, desde pilas a monedas, latas, botellas e incluso preservativos rellenos de orina. Algunos fueron más lejos en su impúdica exhibición machista y salvaje y comenzaron a mostrarles sus genitales en actitud amenazadora, insultándolas, gritándoles “putas” y todo tipo de lindezas por el estilo. Se pasaron tanto, que las chicas no solo abandonaron el escenario llorando de rabia e impotencia, sino que sus integrantes quedaron bastante traumatizadas y al regresar a casa darían por cancelada su gira y disolverían la banda. El que iba a ser el mayor concierto de su carrera supuso una experiencia terrible para ellas y Gilly Ann Hanner declararía tiempo después:
Fue nuestro último show debido a varias circunstancias. Lo vivido esa noche supuso un mazazo a nuestra autoestima, junto al hecho de volver a casa con nuestras guitarras rotas y tener que esperar tres meses a que nos pagaran por un problema del management. Estábamos tan desanimadas que decidimos volver a Oregón sin ni siquiera finalizar el tour. Nuestra moral estaba por los suelos y nos llevó años recuperarnos.

Kurt Kobain y los suyos estaban furiosos tras estos acontecimientos y no querían salir a tocar. Sin embargo, un incumplimiento podría haberles metido en serios problemas, ya que el concierto estaba organizado por una multinacional tan poderosa como Coca Cola. Así que tras pensarlo bien optaron por una solución mucho más inteligente: boicotear su propio concierto. En las grabaciones de la época podemos ver a un Kurt errático secundado por Krist y Dave en actitudes poco habituales. Fue su venganza por el trato dispensado a sus amigas.
Los de Seattle tocaron de una manera caótica, fría y desganada, con extraños volantazos en la ejecución de los temas y varios arranques “interruptus” de “Smells Like Teen Spirit”, su tema más famoso. Hasta en tres ocasiones atacaron el riff inicial de la pieza para desinflarlo a los pocos segundos, dejando al público con la miel en los labios.
El setlist estuvo compuesto principalmente por canciones desconocidas para la audiencia en lugar de los grandes hits que todos esperaban. Algunas provenían del Incesticide, que saldría 2 meses después. También incluyeron temas menores y algún que otro descarte que nunca volverían a tocar en directo. Uno de los temas más conocidos que sí interpretaron aquella noche, “Come As You Are”, fue cantado reemplazando la letra original por sonidos guturales. En otro momento apareció Dave Grohl con una batería de juguete y se tiró un buen rato aporreándola y divirtiéndose de manera bastante infantil. Tras poco más de una hora, Krist Novoselic se despidió de la audiencia con un escueto e insulso “Buenas noches”, tras lo cual la banda se retiró y ahí acabo todo.
Paradójicamente, el público aguantó con entereza el penoso espectáculo y no se enfureció. En algunos momentos se escucharon silbidos, pero no fueron muy lejos. La audiencia parecía entender el cabreo de la banda y en lugar de enojarse con ellos observó curiosa y expectante la rebeldía y el boicot del grupo a su propio concierto, algo que sólo puede entenderse en el contexto grunge de la época. Los argentinos, a pesar de todo, se dieron cuenta de que estaban viendo algo bastante inusual y de alguna manera hasta lo disfrutaron. Tanto que a día de hoy este concierto se recuerda como algo histórico, aunque no por las razones que debiera.
Al día siguiente, Kurt concedió una única entrevista en la que explicaría los motivos de su errática actuación. Cuando le preguntaron por qué amagó tres veces con tocar su tema más famoso para finalmente no hacerlo, simplemente respondió: “No se lo merecían”.
Sin embargo, no todo fue tan malo en aquella experiencia argentina de Nirvana. ¿Recuerdan al grupo encargado de abrir aquel día? Se comenta que a Dave Grohl le gustó tanto la canción “Kanishka” de Los Brujos que anduvo por los pasillos del estadio de Vélez canturreándola sin parar. Al finalizar el concierto, los norteamericanos invitaron a la banda a su camerino y cuenta la leyenda que en algún momento les pidieron permiso para poder utilizar el riff de la canción en un futuro tema, algo que Los Brujos nunca han confirmado. Lo que sí sabemos es que hubo buen rollo entre las bandas y que los argentinos aprovecharon la ocasión para hacerles entrega de una demo.
Y así es como los miembros de Nirvana salieron de Argentina con un cabreo de narices, pero con la base del que sería uno de los temas más notables de In Utero, su siguiente disco, en el bolsillo, pues todo parece indicar que aquel temazo llamado “Kanishka” sirvió de inspiración para el “Very Ape” de los de Seattle. ¿Plagio o inspiración? Es difícil de saber, todo depende de la definición de plagio que maneje cada uno. En cualquier caso, hay varios hechos que parecen confirmar la teoría que relaciona ambos temas, puesto que además de la similitud del famoso riff está el asunto de la letra de la canción. A pesar de que “Very Ape” es un tema algo críptico, casi todas las interpretaciones coinciden en señalar que se trata de una crítica al machismo estereotípico que Kurt detestaba. Claro que todo esto podría no ser más que una mera coincidencia, pero si suponemos que Kurt quiso reflejar en este tema las vivencias de aquella jornada aciaga en Buenos Aires, todas las piezas encajan mágicamente.
Y ahora sí, escuchemos aquel ácido y divertido “Kanishka” de Los Brujos, que nada tiene que envidiar al rabioso “Very Ape” de Nirvana. Y a ti, ¿cuál de los dos temas te gusta más? Deja tu opinión en los comentarios.
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Aprendiz de todo, maestro de nada. Inconsciente coperpetrador de Mallorca Music Magazine. Programador, diseñador web, editor, redactor, conserje y lo que se tercie. Cuando llegue el meteorito seguro que me pilla currando.
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