We Have Wasted the Chance But We Are Fine es su primer larga duración
Han tenido que pasar cinco largos años y tres trabajos en forma de EP para que al fin podamos tener en nuestras manos un LP de los mallorquines de Go Cactus. We Have Wasted the Chance But We Are Fine es el brillante resultado, una propuesta musical diseñada para atraparnos de principio a fin, porque este disco y su sonido son la mejor carta de presentación de esta joven banda.
Hemos dado un paso adelante y hemos compuesto nuestro álbum de debut. Tomamos la decisión al llegar a un sonido con el que nos sentíamos muy a gusto e identificados, a la vez que notamos una evolución que teníamos que reflejar en forma de disco.
En los últimos meses han ido abonando el terreno, sembrando curiosidad con dos de los diez temas que componen este álbum: «On Time», publicado a mediados de enero, y «No Money», a finales de febrero. Ahora llega el momento de disfrutar de esta obra en la que mezclan garage, surf y rock para dar forma a su fresca propuesta con temas que hablan de amistad, de la ciudad, la precariedad juvenil o, como no, el amor.
El lugar elegido para la grabación y mezcla no es cosa menor. Los estudios La Mina en Sevilla, con Raúl Pérez al frente. Un lugar que se ha convertido en los últimos años en el epicentro musical del indie patrio, donde se han cocinado a fuego lento algunos de los mejores discos de los últimos años, de bandas tan conocidas como: Guadalupe Plata, Niño De Elche o Pony Bravo.
A base de una marcada línea de bajo con tintes melódicos y unas guitarras más limpias que en anteriores trabajos, la joven banda nos presenta una decena de canciones sin aparente conexión entre ellas.
Seguimos en nuestra línea de hacer las cosas sencillas, sin buscar ritmos enmarañados, pero que suenen directos y contundentes.
Un relato que dibuja el día a día de una juventud rebosante de vitalidad, aunque sumida en la precariedad económica. No obstante, conviene no atribuir referencias autobiográficas a sus letras, ya que, como bien han apuntado:
Solemos inventarnos historias y mezclarlas con lo que realmente sucede, perdiendo la noción de lo que es real y lo que no.
«On Time», primer single y corte que inaugura el disco, es un animado tema inspirado en lo mucho que ha cambiado nuestra existencia en estos dos últimos años. Go Cactus muestran las dos caras de la moneda: la furia por tener que pasar esta situación y la tranquilidad de saber que aún quedan muchas cosas de las que poder disfrutar.
«No Money» fue el segundo y último single con el que pusieron fecha a la salida del disco, y también es el segundo corte del álbum. Un tema rápido y directo que pone de manifiesto la precariedad económica de la juventud, aunque eso no es impedimento para pasarlo bien entre amigos y disfrutar de la vida.
«Dirty Hand», tercer corte del disco, es un tema que definen como una canción de despedida. Viene marcado por un pegajoso riff y una dulce melodía impregnada con cierto toque de nostalgia. Los coros del final son una delicia. A este corte le sigue la melancólica «Burning Things», un historia de reencuentros donde la música va impregnada con unas gotas de nostalgia y añoranza.
Y llegamos al ecuador del álbum con «Is it Today», una canción sobre esos días de resaca en los que, tras dar una fiesta en tu propia casa, la cosa se desmadra y sabes que, por muy mal que estés, hay que levantarse y hacer cosas. Un tema que arranca con cierta pesadez y que poco a poco se va desperezando, aunque nunca llega a hacerlo del todo.
En el sexto corte, «Achievements», nos invitan a reflexionar sobre las veces en que tomamos ciertas decisiones basándonos en las expectativas que los demás tienen sobre nosotros, en lugar de dejarnos guiar por nuestros propios deseos. En el estribillo corean con cierta ironía la frase que da título al álbum: «We have wasted the chance but we are fine», un magnífico lema para deshacernos del peso de las expectativas ajenas.
Luego continúan con «Stranger», un relato nacido de los sentimientos de soledad que nos trajo la pandemia, cuando de la noche a la mañana nos vimos solos, encerrados en nuestras casas, y mirábamos con incredulidad las calles vacías. Sus primeros acordes trasmiten muy bien ese sentimiento de desubicación. Sentimiento que, desde una perspectiva mucho más agradable y con una melodía más disfrutona, también aparece en el siguiente corte, «Secret Spy». En este caso se trata de un paseo sin rumbo fijo, con cervezas y en buena compañía, por la gran ciudad. Un momento en el que no sabes muy bien a donde vas, ni falta que hace.
El noveno corte, «What You’re Made Of», se refiere a esos momentos en que no sabemos encauzar la furia y al final acabamos pagándolo con otras personas, momentos donde mostramos de qué pasta estamos hechos. La música aquí es más directa y encendida, casi desafiante, aunque sin perder ese toque surf que tanto nos gusta.
Y finalmente llegamos a «Hippie Jump II», el corte más largo y el que cierra el disco. Una canción de amor, del real e imperfecto, que expresa el dilema de querer y a la vez no querer estar con alguien. Un equilibrio complicado, como el truco de skate del mismo nombre, donde saltamos sobre la tabla para esquivar un obstáculo, mientras esta sigue rodando por el suelo, y volvemos a aterrizar sobre la misma. La música aquí baja las revoluciones, de manera acertada, para acompañar el sentimiento de duda e incertidumbre que irradia el tema, aunque al final nos deja con un sabor de boca agridulce.
En definitiva, diez estupendos temas en los podemos apreciar la madurez que la banda ha alcanzado en su sonido y que este verano podremos disfrutar en los diversos conciertos que tiene programados. El 14 de mayo en la presentación oficial del disco en Mallorca (lugar aún por confirmar), el 24 de junio en el Mallorca Live Festival y el 29/30 de julio en Lloret de Vistalegre, en el Mobofest.
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
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