Fira B! en Es Gremi (II)

Este pasado viernes día 8 la FiraB! celebró una nueva jornada dedicada a la música, transformando la sala Es Gremi con altas dosis de experimentación y riqueza sonora. Con una variedad de géneros que iban del jazz progresivo y el neo soul hasta las fusiones electrónicas y el folk experimental, cada uno de los artistas que se dieron cita sobre el escenario ofreció una experiencia única que mantuvo al público enganchado durante las más de siete horas que duró la cita.

La tarde comenzó fuerte, con L.A. (Luis Alberto Segura) presentando sus nuevos temas en esta renovada etapa tras su fichaje por Virgin. Solo con la voz, sin la guitarra y acompañado por Sergi Llopis a los teclados y efectos y Dimas Frias a la batería, nos regaló una revisión de su clásico «Stop The Clocks». Tras un breve parón subió al escenario Eme Eme Project, liderado por la flautista y compositora Marta Mansilla Blanco, quien exponiendo su combinación de jazz, hip hop y neo soul presentó además temas inéditos antes de cerrar con canciones de su aclamado álbum Mutatis Mutandis. Una actuación que no solo exhibió la versatilidad de Mansilla, sino que sentó el tono innovador de la jornada.

El trío Geometrical Sardine sorprendió nuevamente con su energético directo. Los mallorquines Jaume Rosselló y Joan Roca, junto al valenciano Pep Aspas, navegaron por los terrenos del jazz clásico y progresivo, incluyendo su nuevo tema «Ketchup». En diciembre anunciaron que comenzarán a grabar su próximo disco, y su repertorio anoche, con una mezcla de estructuras fractales y baladas cautivadoras, dejó al público expectante. Por su parte, el joven guitarrista búlgaro Goran Levi se mostró como una de las promesas más sólidas de la escena jazzística local, tocando piezas de su debut Guide Tones. Con una precisión elegante, Levi consolidó su papel como uno de los nuevos rostros del jazz en Mallorca.

Siguió Pere Navarro, cuya trompeta vanguardista iluminó la Sala 3. El eivissenc no defraudó, reafirmando su estatus como un pilar del jazz nacional con composiciones frescas y emocionalmente intensas. La velada mantuvo su dinamismo con Anna Bassy en la Sala 1, quien trajo su poderosa voz y ritmos de soul, R&B y gospel, presentando su EP Genesi. Por su parte Sutari, con su propuesta folclórica del Este de Europa, creó un puente sonoro con instrumentos tradicionales y armonías vocales que resonaron profundamente. Molt Dope, un trío liderado por el carismático Glen, desplegó un espectáculo cargado de soul, funk y hip hop, ofreciendo una explosión de energía que recordó la diversidad de estilos que la noche prometía.

El grupo polaco KLAWO inyectó vitalidad con su hip hop lo-fi y composiciones instrumentales que oscilaban entre el funk y el afrobeat, mientras que Trigaida llevó al público a Bulgaria con su innovadora fusión de folclore y música electrónica, mostrando cómo los géneros contemporáneos pueden revitalizar tradiciones ancestrales. De vuelta a Polonia, el cuarteto femenino de jazz O.N.E. impresionó con su mezcla de lirismo y la energía indomable del free jazz. En contraste, la delicada y etérea actuación de Sandrayati ofreció un espacio de calma y conexión espiritual, utilizando su voz y guitarra para pintar paisajes sonoros influenciados por Java y Bali.

En la Sala 3, Pitxorines y Júlia Colom se encargaron de revitalizar la tradición isleña con frescura y autenticidad. Nita subió la intensidad con su potente rock alternativo, y Verlaat ofreció una experiencia electrónica y bailable con temas de su disco Paareidòlia. Maria Hein, una estrella en ascenso, demostró por qué su propuesta de pop y K-pop se ha hecho un lugar en la escena catalana.

Marc Mas, en un giro sorprendente, presentó material nuevo de rock alejado de su estilo introspectivo anterior. Los oscuros y dinámicos sonidos electrónicos de Stockholm Noir cautivaron a la audiencia, preparando el terreno para el clímax final. Baaldo, con su Emergencia Pop, y K Not K, con su propuesta de ajedrez musical bailable, mantuvieron al público activo y expectante.

Cerró la jornada Plan-ET, el proyecto de Jaume Forteza, con su mezcla de trap, pop y electrónica. Pese a las horas transcurridas, el público seguía ávido de más música, testimonio del éxito rotundo de una noche que celebró la diversidad musical en todo su esplendor.

Un final apoteósico para una noche memorable, donde la música en todas sus formas y expresiones fue la verdadera protagonista.