Anegats cierran un círculo «perfecto»

La banda acaba de presentar Retorn Vol. II, la continuación del álbum que editaron el pasado año

Se entiende ahora perfectamente la voluntad Anegats de separar su último trabajo en dos partes, cerrándose el círculo perfecto que es este trabajo dual del que acaban de entregar su esperada segunda entrega Retorn Vol. II. Tras el primer volumen, Retorn Vol. I, comprobamos que el segundo es la otra cara de la moneda y que ambas en su conjunto definen a la perfección por dónde van los tiros de esta banda, que se afianza cada día más como referente y parte fundamental de la historia de la música de esta isla.

Si en su primera mitad jugaban en un terreno más orgánico y diurno, en este segundo volumen se muestran en un contexto totalmente diferente, mas rocoso y dinámico, con canciones desbordantes de energía y electricidad. Canciones como «Inmortals», con arreglos exquisitos y un sonido impoluto y fresco, de nuevo bajo la acertada producción de Rafa Rigo y Dimas Frias, quienes han tomado el pulso a la perfección a esta banda que se encuentra en estado de gracia, en su mejor momento creativo.

«Monstres» es el primer tema que se publicó y resume a la perfección el nuevo y vigoroso color de esta segunda entrega, letra afilada y un estribillo incendiario que seguro hará las delicias de sus incondicionales en los directos, el terreno en el que mejor juegan.

Apertura de miras y búsqueda de nuevos horizontes sonoros es lo que demuestran en «Capità Nemo»,  el corte que cierra esta soberbia segunda parte que firman Pep Álvarez, Paco González y José Juan Umbert, el tridente responsable de la buena dirección en la que están, quienes desde el principio de su carrera han sabido transmitir con su actitud y buen criterio mucho más que canciones. Juntos transmiten humanidad, carisma y luz, mucha luz. Por eso funcionan como un reloj suizo y consiguen conectar con un amplio público, porque afortunadamente la gente «no es tonta» y esas cosas se notan y no se pueden impostar, o lo tienes o no lo tienes. Y Anegats derrochan autenticidad, talento y credibilidad a raudales. ¿Qué le vamos a hacer? Nadie es perfecto.