El documental sobre el pop iniciático local «Mallorca 1983. Signes a l’arena» se preestrena en el cine Rívoli en un pase privado para equipo técnico, colaboradores e invitados, con su estreno para el gran público previsto para la primera mitad de 2025
La Asociación Cultural MallorcaNochentas junto con la productora audiovisual La Perifèrica es el tándem que se ha decidido a abordar la narración de una época seminal, de un despegue musical que cimentó bases tanto artísticas como actitudinales. Trangresión y ambición, novedad y búsqueda, beligerancia y talento guiaron unos años iniciáticos en los que si bien el musical fue el vehículo principal, también contaminó áreas como el cómic, la fotografía o la moda. Como revelaron Juan Antonio Forés ‘Pinxo’ de la asociación y Cesc Mulet de la productora, han sido quince años de recopilación y trabajo, resultando un documental que lo cuenta, y lo cuenta muy bien.
El preestreno para audiencia seleccionada abarrotó este pasado jueves la sala principal del carismático Cine Rívoli, en una jornada que aunó nostalgia y también actualidad, dado que lo sembrado entonces aún germina hoy día. La pieza lo ejemplifica maestramente al utilizar como minileitmotiv visual y auditivo las tres versiones que Els Resplendents Escorpins Platejats hicieron recientemente de tres temas del genial y añorado Pere Pla con sus Furnish Time. La banda juntada excepcionalmente para tal objeto la formaron Toni Cobretti (voz y guitarra), Clara Ingold (coros), Mané Capilla (batería) y Púter (bajo).
El documental esquiva bien los peligros habituales del género: se puede primar el emocionar a implicados y disfrutantes, misión siempre cumplida de antemano, pero también hay que explicar, ubicar, dar perspectiva y toneladas de información al neófito. La narración da suficiente perspectivas, opiniones, experiencias y reflexiones como para calibrar la importancia que tuvo para la música, las artes y las personas un periodo único por la falta de referentes anteriores y por los réditos artísticos generados. Guía la música, cómo no, pero otro acierto de la crónica radica en que la hagan no solo intérpretes sino también periodistas, promotores, artistas gráficos y culturetas con recorrido en general.
A uno le gusta que le apabullen no solo a datos sino también a pensamientos, y aunque se pueda echar de menos mayor densidad, el grueso de lo contado da de sobra para calibrar y hasta llegar a la admiración de todo aquello. Los interlocutores locales (Albéniz, Borràs, Joan, Sancho, Massutí, Noguera, Vives…) son historia y vigencia, con un discurso ponderado que el montaje complementa hábil y sólidamente con las visiones generales de los foráneos (Auserón, Curra, Carballar, Ordovás, Ríos). El guion literario es bastante espléndido, locutado por Ingold no con solvencia sino con necesaria y muy creíble pasión.
¿Salen todos los que estaron? Ni falta que importa. ¿Hay tuétano tanto en luces como en sombras? Lo justamente necesario. Evitar el completismo suele funcionar y funciona, sumado a un buen equilibrio entre satisfacción y revisión autocrítica. Lo mejor que le puede pasar a un documental no es que te lo creas, sino que llegues a desear haberlo vivido. Como explicaron Pinxo y Mulet, el año elegido para el título marcó el pistoletazo simbólico al estar situado entre la última edición del festival Selva Rock y la primera del Concurso Pop Rock organizado desde el ayuntamiento de Palma. Nos contaron, y nos contaron muy bien, que los signos que se emitieron alrededor de aquel 1983 fueron cuantitativamente únicos y cualitativamente valiosos.
Entrevista a Juan Antonio Forés (‘Pinxo’) | Por Kiko Frechoso
¿Cómo y por qué surge la necesidad de hacer un documental sobre esa época?
Bueno, desde que se inició el proyecto de MallorcaNochentas y la recuperación de todo el material de aquella época, época en que poco había digitalizado y no encontrabas nada por las redes, cada vez que me encontraba con Paco (Cesc Mulet) comentábamos lo bien que estaría que todo ese material, todo ese trabajo, al final acabase en un documental. Paco, ya en los inicios de los 80, estaba en la productora Video U y grabaron todas las finales de los primeros concursos pop-rock. Él estaba muy metido en la cultura underground de aquella época y nos hacía mucha ilusión. Y mira, ya es una realidad.
¿Por qué se decidió centrarlo en los primeros años 80 y no en un periodo más amplio?
El periodo del que trata el documental es de inicios de los 80, del 81 al 85, más o menos, que es cuando se produce todo el cambio cultural del posfranquismo, el inicio de la democracia, de los ayuntamientos democráticos y de la nueva ola, los nuevos sonidos que nacían por toda España y por todo el mundo. En Madrid se le llamó La Movida, pero aquí y en muchas más ciudades de toda España tuvimos nuestra particular «movida». Inicialmente se quería abarcar más, pero por temas de metraje al final el periodo se redujo hasta el 85, con el importante punto de inflexión de 1983, que es cuando se realiza el último Selva Rock y se celebra el primer Concurso Pop-Rock.
¿Qué añoras más de aquel periodo?
La verdad es que no me gusta hablar de añoranza, y en el documental hemos tratado de huir del tema añoranza. Cada época tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y hay que vivir siempre el presente. Pero, ¿qué cosas destacaría? Pues, en aquellos años, a nivel musical, los discos se vivían con mayor intensidad. En aquel mundo analógico tenías que buscarte la vida para conseguirlos, bien comprándolos en Madrid a través de Discoplay, o encargándoselos a alguien que viajaba a Londres, o haciendo tu copia en cassette, que era la única manera de intercambiar esa música, o escuchando los programas que estaban al día en música underground. Y luego, cuando conseguías el vinilo, todo el culto de ponerlo en el plato y de escucharlo de arriba abajo… todo eso se ha perdido. También me hace gracia pensar en el tema de los teléfonos, ya que antes nos movíamos con los teléfonos fijos. Hoy día parece algo inconcebible, pensar que para quedar con un amigo tenías que llamar a su casa. Además, normalmente no estaba, y al final acababas yendo a los bares de siempre a ver a quién te encontrabas.
¿Cuántos de aquellos jóvenes que salen en el documental pudieron dedicarse profesionalmente a la música?
Pues muy pocos, la verdad. A lo mejor algún productor, algún técnico, pero músicos, músicos, pocos o ninguno. También salen muchos jóvenes del mundo del cómic, de la pintura.. Ahí quizás sí que ha habido más suerte, no nos olvidemos de Miquel Barceló, que sale muy jovencito y empezando, y otros pintores y artistas sí que han tenido la posibilidad de dedicarse profesionalmente a eso. En la música, ya te digo, como en activo, en bandas, pocos o ninguno.
¿Qué crees que sorprenderá más a las generaciones actuales sobre aquellas que se retratan en el documental? ¿Qué diferencias encuentras entre la juventud de ahora y la de hace 40 años?
Bueno, todas las generaciones tienen su momento de juventud, de locura. Yo creo que a más de uno le sorprenderá ver toda la explosión cultural que hubo aquí en la isla. Con el tiempo parece que solo haya quedado la movida madrileña y se desconoce lo que pasó en otras ciudades, que no es poco. En cuanto a diferencias, se habla del mundo de las drogas, nos impactó muchísimo el sida, la heroína, pero hay otras drogas más modernas que también impactan en la juventud actual. En torno a la música las diferencias son más claras. Las vemos en la forma de hacer música, en la forma de consumir música, en la forma de buscarse la vida, el «do it yourself». Todo eso ha cambiado bastante con la llegada del mundo digital, y ahora con la inteligencia artificial ya ni te digo.
Esta es tu primera incursión en un proyecto audiovisual. ¿Qué ha sido lo más complicado?
Bueno, era un mundo totalmente desconocido para mía, y es complicadísimo trasladar un montón de cosas que tienes en la cabeza, un montón de historias, de detalles, a 60 minutos. Es casi imposible. No nos quedó más remedio que reducir el periodo del tiempo que íbamos a contar, los protagonistas con los que íbamos a interactuar, etc. Cuando empezamos, la lista de la gente con la que queríamos contar, para que nos contasen recuerdos o anécdotas, llegaba al medio centenar. Imagínate si cada uno hace un pequeño recuerdo de un minuto, es que ya te comes todo el tiempo del documental. Es muy complicado. También el tema de darle dinamismo, no caer en el aburrimiento, es algo que los profesionales de este sector tienen más por la mano, pero es muy difícil de conseguir.
¿Qué personas o testimonios echas en falta en el documental?
Muchísimos. Los que se fueron antes de hora: Pere Plà, Jaime Cerebro, Toni Reynés, Martí, Marta Sierra… También los que no pudieron aparecer por tener otros compromisos ese día (se rodaron todas las entrevistas en un solo día, 5 mesas de 5 personas con 1 hora de duración cada una), más los que iban a aparecer pero al final no pudieron entrar dentro del metraje: Xavi Escutia, Lluis Juncosa, Juanmi de Cerebros, Juan Pedro, Pepo Granero, Chistian Volker y muchos más.
¿Te ves liderando otras iniciativas parecidas en los próximos años?
No lo sé, no creo que vuelva a repetir la experiencia, consume mucho tiempo y dedicación, pero nunca digas nunca jamás. Eso sí, si no me dedico yo, o no me pongo yo a ello, alguien lo tendrá que hacer, porque está claro que aquí hay una segunda parte del 85 al 90, importantísima en nuestra historia musical y cultural y que se tiene que contar también.
Por último, el documental estaba programado para la primavera de 2023. ¿Por qué se ha retrasado tanto desde la fecha prevista? ¿Cuándo llegará el estreno para el gran público?
Pues tendremos que esperar a principios del 2025. El documental se ha finalizado este verano y se ha retrasado por dos circunstancias. La primera, los innumerables detalles de poner en orden todo, de darle dinamismo y de asegurar bien los créditos, los derechos, etc., hasta que hemos dado con la versión final. Y la otra circunstancia ha sido el estar involucrado en diversos proyectos a la vez, tanto Paco, como la productora, como yo mismo, con el resultado de que no pudimos sacar todo el tiempo que nos hubiera gustado a este proyecto en particular.
En cuanto a su presentación al público, seguramente se estrenará primero en IB3 Televisión, que ha coproducido el documental y luego ya supongo que, si lo quieren, podrá verse en distintas plataformas. No creo que sea un documental de estos que se emitan en cines, como otras grandes producciones, pero en las plataformas de streaming, de cine, supongo que aparecerá. Hasta entonces se ha presentado a varios festivales, así que esperamos que alguno lo acoja con cariño y podamos verlo en algún festival local, nacional o internacional antes de su estreno al público. Eso nos encantaría.
Equipo técnico
Dirección: Juan Antonio Forés (‘Pinxo’) / Cesc Mulet
Guión: Victòria Perelló
Producción: Núria Cano
Dirección de fotografía: Jaume Caldentey
Música: Els resplendents escorpins platejats
Edición: Xesca Rebassa, Angel García
Grafismo: Alex Català
Motion graphics: Xesca Rebassa / Roberto Rodríguez
Sonido directo y Postpo: José Miguel Puigserver
Selección musical: Pinxo
Narración: Clara Ingold
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