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Publicado el 1 febrero, 2021

Discontrol: “Esta música es para gente de techno, electrónica, indie, rock y también para quien solo oye la radio”

Por Víctor Manuel Conejo Manso
Fotografías de Art3sano

Por fin. Hace ya unos cuantos años que se le reconocía de manera incontestable el gusto, la técnica y el conocimiento respecto a la música electrónica. Para todos, el siguiente paso era lógico, y muy esperado: producir su propia música. Al fin Joan Capó se ha ubicado en el último peldaño del recorrido: escribir, componer y producir. Amén a su decisión de hacernos esperar hasta ahora, porque el espesor autoral del material entregado es formidable. Más aun: es excepcional.

El debut consiste en dos EPs: Freedom & Happiness, lanzado en plataformas digitales el reciente 29 de enero, incluye “Freedom & Happiness”, “Number Two” y “From Mars”. El segundo, que saltará a los oídos públicos en abril, se titula Just Make It, y contiene la canción del mismo título (con la colaboración vocal de Dominic Massó, cantante de The Prussians, como “DMASSO”) y Genelec. Ambos trabajos, como ítem más, bajo el prestigioso paraguas del sello londinense Prison Entertainment.

El bagaje de Capó ha estado ligado a algunas de las iniciativas recientes más logradas que el campo de la electrónica ha ofrecido en la isla: fundador, director y programador de los añorados saraos THNDR CLUB (con solo 20 años, celebradas en el complejo Es Gremi, de cuyo equipo directivo formó parte tres años y medio) y Nits Cúbiques (en el Teatre de Lloseta, incluían también incursiones en el pop, rock e indie nacional de primera fila), y de las vigentes misas de despiporre Across the Moon, con sede en la re-muy carismática sala Sa Lluna de Inca. Aparte de alimentar la oferta cultural isleña con numerosas otras iniciativas, también fue creador y propietario de Wolf Agency, agencia de booking de artistas y organización de eventos musicales. Pero ahora es el turno de su propia música. Por fin.

“Esta música es para la gente que escucha techno, electrónica, indie o rock, pero también para quien solo oye la radio”

¿Esto es creatividad de tiempo de pandemia?

No exactamente. El trabajo de facto sí empezó en pandemia, pero este proyecto llevaba dos años en mi cabeza. De hecho, el proceso completo arrancó dos semanas antes de que se anunciase que habría confinamiento.

Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía tantas ganas de escuchar en directo unos temas: tú quieres que la gente se desequilibre, que acabe no extasiada sino ida. Vaya flow más poderoso le has metido a tus producciones.

Desde luego no quiero que se queden quietos. La inspiración principal es el techno melódico, aunque cuando se creó su objetivo no era la pista de baile, pero luego ha evolucionado con artistas que sí tienen ese fin. Mi objetivo es que el oyente siga la narración que propone el EP: empieza sugiriendo una historia y a través de los temas va derivando hacia un final totalmente diferente al inicial. Es una montaña rusa de emociones.

Es que eso llama igualmente la atención: ese power, esa vigorosidad, tiene una musicalidad prácticamente diferente en cada track.

Exacto. Es fácil captar las diferencias a medida que avanza el EP, pero aún así tiene una línea en la que todos encajan. Pero será en una sesión completa cuando se podrá captar la coherencia total.

Sobre el siempre fascinante proceso creativo del artista: es obvio que tú no coges la guitarra o te sientas al piano para escribir música. ¿Cuál es tu proceso?

Primero, experimentar con los sintes.

Al lanzar esta pregunta, entre las dos o tres primeras palabras de la respuesta siempre se menciona la clave: o primero sintes, o primero secuenciador o herramienta similar.

Exacto. Yo arranco siempre con sintes probando sonidos, cojo el teclado y trabajo hasta llegar a la melodía. Luego ya sí me siento delante del ordenador a construir el tema. El resto de elementos vienen en cascada según ese sonido, esa melodía. No me siento directamente a producir con una idea previa.

Puede ser un simplismo (o no), pero los productores de electrónica que arrancan a trabajar con sinte -varios sintes porque es inevitable incluso preferible tener cuantos más mejor- normalmente han escuchado mucho, mucho pop, o indie, o rock. Primero es la melodía, luego ya vendrán tempo, mood, flow, etc.

Ese es mi caso.

¿De ahí viene tu inspiración, ahí nacen tus musas?

Precisamente: mi culturización vino por medio de indie y rock. De ahí al electro, electroclash, electrotrash, y también algo de house, french touch, etc. Tras unos años pinchando, hace tres dejé de hacerlo y a escuchar únicamente techno. Y surgió el melódico, convirtiéndose en una influencia fundamental para mí. Artistas como ARTBAT, Rüfüs Du Sol o HVOB. Al escucharlos decías “esto no es solo techno, hay influencias muy melódicas del rock e incluso del indie”. Entonces me dije: “Ahí quiero acabar”, y fue cuando empecé a pensar en crear un proyecto.

Pero siempre has tenido un sello como DJ: la caña, la zurra, la intensidad, la vehemencia sonora.

Exacto. No dejaba de parecerme que a ese nuevo techno llamado “melódico” le faltaba esa pegada. Es una música que a veces es muy, muy melódica. Es decir, no es para la pista de baile, y yo quería que también lo fuese. Y ahí nace Discontrol: de querer fusionar el techno melódico con indie, rock y electrónica.

Trances y dispersiones los justos, aquí se viene a bailar.

Sí que me interesan pasajes en que te frenes un poco y te fijes en lo que está sonando, en sonidos concretos, pero puntualmente. Sobre todo bailar. ¡E incluso saltar!

¿Le adjudicamos entonces que no hayas perdido nunca la ballera, directamente al indie rock?

[piensa] Venga, sí.
[Y reímos]

Clichés y tópicos adjudicados a la electrónica: el pop se escribe de día, la electrónica de noche, o de madrugada.

No he escrito ningún tema más allá de las 10 de la noche. De hecho, si puedo, escribo y trabajo a partir de las 8 de la mañana. Mi fase del día más creativa y fresca es la mañana.

Sobre el negocio de la electrónica: Laurent Garnier publicó su autobiografía en 2006. En 2018 publicó una versión ampliada con ¡ocho capítulos más! Inevitable: la electrónica poco o nada tiene que ver, sobre todo las figuras de DJ y productor. Y claro, la responsable es solo una: la tecnología. Sotfware, controladoras, dispositivos e instrumentos, hasta aplicaciones de móvil para producir, plataformas, etc. ¿A dónde os va a llevar a los artistas?

De base, cualquier cambio que haga la tecnología más accesible tiene que ser positivo. Y la multiplicación enorme de recursos y posibilidades técnicas solo puede hacer que la creatividad aumente.

La frase que más he oído en boca de DJs, productores y hasta promotores del género: “Hoy día es demasiado fácil producir electrónica”.

Pero es que eso es lo bueno. Sí, ahora cualquiera puede tener en su casa un saxo, un piano de cola, una batería, o una guitarra eléctrica, todo en un instrumento que vale 150 €. Es como si alguien que quisiese pintar antes no pudiese comprarse los materiales necesarios. Ahora puede. Digamos entonces que pintar es tan fácil como hacer música: coges el pincel o la herramienta que sea y pintas. ¿Tendrá calidad esa pintura o esa música? Eso ya se verá después. Dale las herramientas a la gente, que luego ya veremos dónde surge un Vivaldi o un Beethoven. Que ahí tenemos otra ventaja hoy día: no es necesario tener un montón de años de estudios musicales para hacer música. Ojalá todo el mundo hiciera música. Seríamos todos mucho más felices.

Más clichés que, parece mentira, aún se discuten: señor productor de electrónica, ¿se considera usted un músico?

Sí.

Garnier afirma en la mencionada segunda edición de su autobiografía, que actualmente cree poder decir con más o menos tranquilidad que se considera un músico. Bendita humildad la suya.

Crear, inventar música que antes no existía, te convierte en músico. Aunque sean solo dos compases, sea con un ordenador o con un instrumento. Luego ya se juzgará la calidad de esa música y cuánto dura esa carrera. Hasta cuando de pequeño tocas la flauta en el colegio te puedes considerar músico si te inventas algo con ese instrumento.

Dos nombres de relumbrón asociados a este proyecto: uno, el DJ y productor Joe Red. ¿Ha tenido la misma participación en los dos EPs?

Sí, teniendo en cuenta que Discontrol soy yo, es mi proyecto. Pero Joe es mi mano derecha, ha estado presente todo el tiempo y quiero que siga estándolo. Es la persona clave que me ayuda en producción, mezcla y masterización.

Antes, un tercer nombre: Dominic Massó, cantante de The Prussians, que canta como DMASSO en el tema que da nombre al segundo EP, Just Make It. Su voz y su melodía fluyen maravillosamente, pero es imposible que un intérprete pop-rock esté totalmente cómodo desde el inicio en su primera colaboración con electrónica pura.

Probamos varias vocales, incluso trabajamos sobre algunas que él ya tenía escritas anteriormente, para ubicar la tonalidad sobre la que canta más cómodo y construir sobre ello. Al final hicimos su parte vocal sobre un tema de su banda, Make It Better. Hicimos tres opciones que nos gustaban, pero no tanto como esta. Era la primera que probamos, yo también la tenía ya muy viciada, muy metida en la cabeza, pero además es que lo que esa canción significa para él se aproxima mucho a lo que cuenta Just Make It.

Pues hay que insistir: chapeau por su primera incursión en la electrónica. El tema suena gloriosamente redondo.

Siempre me ha gustado su voz, y al empezar el proyecto tenía muy claro que quería hacer un tema con él. La verdad, cuando se lo propuse pensaba que me diría que no. Pero hablamos de varios artistas, coincidimos en gustos, le pasé una estructura previa y le convenció.

Y ahora sí el segundo nombre de gran peso específico en Discontrol: Fernando Fuentes será tu PR (relaciones públicas para medios, bolos, etc.). Un auténtico pope, no solo en conocimiento de la electrónica y participación en eventos de referencia, sino igualmente del periodismo especializado en el género. Ya puedes estar acojonado.

Un muy buen amigo de Barcelona desde hace ya diez años, Josep de HELSINKIPRO [Josep Porta, CEO / director ejecutivo de dicha agencia de booking y representación, además de sello], me recomendó a Teresa Vallbona [primera espada del gremio, más de quince años dedicada a la comunicación cultural], pero me dijo que no tenía el tiempo suficiente y que además ya no se dedicaba tanto a la electrónica. Me habló de Montse Carreño [directora de AM Comunicación, agencia de referencia en organización, promoción, etc.], que también me pareció sinceramente atenta, pero que tampoco tenía el tiempo necesario. Y ella me derivó a Fuentes.

Vallbona y Carreño han acabado pisando y dominando varios géneros, pero en el caso de Fuentes, su vínculo directo y fundamental con la electrónica es un referente mastodóntico.

En el primer contacto vía mail me explicó varios aspectos de su forma de trabajar, y todo me pareció muy real. Es un profesional muy serio, sincero y proactivo.

La autodefinición más empírica, para la última pregunta: ¿has querido hacer electrónica underground, comercial o digamos accesible, o mitad y mitad?

De todo. Híbrida. Que lo pueda escuchar gente del techno, la electrónica, el indie o el rock. O incluso gente que no escucha mucha música pero al oírlo por la radio le enganche. Sin que les importe el estilo. ¡A ellos como oyentes! A mí sí que me importa. Y también me encantaría que abriese algo las puertas del techno, que es una de las escenas de cultura más cerrada en el mundo de la electrónica, intocable. El techno tiene que ser así y solo así. La electrónica recibe muchísimas influencias, pero el techno parece que solo puede ser industrial. ¿Por qué?

La verdad es que esta última pregunta venía duplicada. Te planteo lo mismo pero de otra manera: ¿has querido hacer música para el festival o para el parking?

Festival.

Ojo, teniendo en cuenta que cualitativamente, casi también en lo conceptual, los parkings, uno de los iconos underground del género, han evolucionado una barbaridad.

Déjate. Es música para sonar en un equipo de sonido que reviente cristales.

De acuerdo, apuntado, parking NO. Solo en primera línea de los festivales. Que aparte de las citas especializadas, afortunadamente es el lugar habitual de la electrónica en todo festival para el gran público.

No siempre. La electrónica siempre tiene que cerrar el escenario grande en un festival.

¿Siempre?

Sí, siempre. O si quieres, alguno de los días, pero en el escenario principal. Que no sea así y sobre todo acumularla toda en una carpa secundaria es casi desprestigiarla. No hay más que oír a tanta gente comentándolo.

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Publicado por:

Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.

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